Hoy iríamos al tan aclamado club nocturno, Jo había bombardeado nuestro chat en grupo toda la semana con eso, no paraba de hablar de lo bien que nos lo íbamos a pasar allá y como se ligaría con medio bar, para dejar su sequia de hombres atrás. A las seis de la tarde, el timbre de la casa suena de forma eufórica y si tenía que adivinar, no dudaría de que era Jo y la pobre de Mar, quien estaría cargada con todas las cosas para alistarnos. Buck me hace el favor de abrirles la puerta en lo que termino de limpiar la mesa del comedor, solo escucho la voz de mi prima mayor al saludar a mi novio y luego sus rápidos pasos a mi dirección.
-Vamos Evie, si no empezamos ahora, no acabaremos a tiempo-la chica me toma del brazo y me arrastra a la habitación de invitados para preparar todo.
Ya había sido una mala decisión poner mi casa para prepararnos, pero el hecho de ver a Jo entusiasmada por una salida, era aún peor. Cuando las ocho y media de la noche marco el reloj, habíamos logrado acabar, Eddie había llegado hace media hora, él y Buck estaban en la sala iniciando la noche con unas cervezas, en cambio nosotras nos habíamos decidido mimarnos con unas copas de champan. Salimos de la habitación camino a la sala, donde nos esperaban los chicos, nuestros tacones resonaban en el suelo y cuando llegamos a la otra estancia, los muchachos nos miran, ambos con expresiones sorprendidos y sin tener palabras que decir, Buck se levanta y me silva, toma mi mano y me hace darle una vuelta completa para apreciar mi elección de esa noche.
-Estas despampanante, amor, digo, todos los días estas bellísima, pero hoy te has lucido-su mirada pasa de mi a mis primas-las tres están de infarto, ¿Es muy necesario salir hoy? No estoy de humor para tener que espantar a los idiotas que intente pasarse de listos con ustedes hoy.
-Lo siento amor, sino salimos en los próximos diez minutos, Jo nos puede matar-le doy un corto beso en los labios y voy en busca de mi bolso en el perchero que está en la entrada.
-Y no está bromeando Buck, Jo necesita con urgencia un trago-dice mar y yo rio mirando a mi prima quien irradiaba impaciencia.
-Por cierto, las tres están muy bonitas chicas, se ven divinas-dice Eddie y un leve rubor inunda las mejillas de Marion, por su parte Jo echa su cabello hacia atrás y da la espalda a Eddie para irse de nuevo a la habitación de invitados.
-Gracias, Edmundo-veo como Mar peina un mechón de su cabello detrás de su oreja, un gesto que demuestra nerviosismo.
-Dime Eddie, que ya somos amigos-él le dedica una sonrisa, para luego ver algo en su teléfono y cambiar su ceño a uno de confusión.
-¿Ya podemos irnos o nos quedaremos aquí toda la noche? Si es así, avísenme y tomo un uber-dice Jo al volver con nosotros con brazos cruzados.
-Mejor vámonos, Eddie, tu pasaras a buscar a Ravi, los demás nos verán allá-dice Evan y todos asentimos.
Salimos del departamento y nos dividimos en el auto de Buck y el de Eddie, Jo vendría con nosotros y yo aproveche para dejar solos a Mar y a Eddie, así quizás se conocían más y entablaban una conversación sin público presente.
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Narrador
Buck estaciona su auto frente aquel club nocturno de moda, la música se podía escuchar hasta afuera, no de una forma molesta, pero si era audible, Jo baja de la parte trasera hecha una furia, luego de una larga pelea por mensajes con Eddie, su noche se sentía arruinada, pero no le iba a demostrar que podría afectarla, así se había decidió a conquistar al chico más guapo del lugar y se lo llevaría a su cama, sin importarle lo que pensara Díaz. Evan y Evie solo pudieron intercambiar miradas al ver el humor cambiado de la chica, pero aun así entraron con ella al lugar, en la barra ya estaban varios de sus amigos, llegaron hasta ellos y se saludaron, los únicos que faltaron esa noche habían sido Bobby y Athena, decían que ya no estaban para esas cosas y que mejor ellos disfrutaran su noche.
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Burn with you (Evan Buckley)
FanfictionCuando Evie llego a la 118, solo tenia una meta en mente: conocer a su padre. Pero estos planes cambiaron al llegar aquella estación. No solo le esperaba conocer al hombre que había ayudado a engendrarla, sino una familia llena de amor. Una que no q...