Capitulo 9

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"Recuerdo de un desastroso cumpleaños"

Paz y tranquilidad era lo que tenía hasta que uno de mis mejores amigos llamó llorando y exigiendo que fuera hasta su casa para que me diera contexto de su futuro divorcio.

No lleva ni un año de casado y ya se va a divorciar, no debí darle un regalo tan caro como lo fue mi presencia el día de su boda.

Baje del auto y camine con rapidez hacia su casa, tocando varias veces el timbre para que abra rápido.

Pocos segundos después la puerta se abrió dejándome ver a Hoseok.

— ¿Cómo está?— cuestioné.

— Dejando de lado que esta llorando y soltando más mocos que nunca, yo creo que podrá sobrevivir para quitarle la mitad de su patrimonio— respondió con simpleza.

— Recuérdame nunca deprimirme cerca de tí— cerré la puerta.

— ¡Oh, vamos!— exclamó.— Invertí mucho en su regalo de boda como para que ya se vaya a divorciar, mínimo déjame permanecer un poco molesto, ¿Okey?

— ¿Almenos ya te dijo que paso?

— ¡Por supuesto que no! Cada vez que trata de hablar se pone a llorar más, si no llegabas te juro que iba a entrar en una crisis de ansiedad.

— ¡Hobi, tú tampoco me dejes!— se escuchó el grito de Taehyung desde el segundo piso.

Resignados subimos al segundo piso para encontrar al joven poseído por la llorona.

Entre a su habitación y ví un bulto de cobijas sobre la cama que suelta pequeños sollozos, lentamente camine hasta él, tomando asiento a su lado.

— Cariño— traté de sonar dulce.— ¿Vas a decirnos que pasó?

— ¡Me fue infiel!— soltó el chisme del año.

— ¡Te lo dije!— gritó Hoseok.— ¡Yo te dije que nada bueno podría venir de un Jeon!

Gire mi cabeza en dirección de Hoseok, asesinandolo con la mirada, él carraspeó incómodo.

— ¿Estás seguro, Tae?— pregunté.— ¿No estás confundido?

Él bultito se movió de un lado a otro en una clara señal de no.

— Desde hace un mes me llegan mensajes de un número desconocido dónde asegura que Jungkook me estaba engañando con su secretaria y hoy fuí a visitarlo de sorpresa y él sorprendido fui yo, ¡Se estaban besuqueando en su oficina!

Los sollozos volvieron a resonar en la habitación con más intensidad.

— No llores, Tae— dijo Hoseok.— No tiene sentido llorar por alguien que no te supo valorar.

— ¡Pero yo lo amó!

— Yo sé que duele, pero es mejor saber la verdad que vivir a base de engaños, sí el no te supo valorar fue su problema porque se esta perdiendo de alguien maravilloso.

— Tienes razón, Hobi— habló.— ¡Por eso voy a conseguir un nuevo esposo!

— Eh, no creo que se refiera a eso— contesté rápidamente.

— ¡Vámonos!

Él bultito se levantó de un salto y me dejó darme cuenta que esta perfectamente vestido como si se fuera a una pasarela, dónde claramente sería el modelo principal.

¿Que esta pasando?

Nisiquiera me dió tiempo de procesar la situación cuando me obligaron a subirme a la camioneta y dirigirnos a quién sabe dónde

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Nisiquiera me dió tiempo de procesar la situación cuando me obligaron a subirme a la camioneta y dirigirnos a quién sabe dónde.

— ¿Creen que hoy conozca al amor de mi vida?— cuestionó Taehyung desde el asiento de copiloto.

— Nisiquiera te haz divorciado— respondió Hoseok mientras conducía.

— Son pequeños detalles— restó importancia.

— No creo que para la otra persona sean pequeños detalles.

— A la amante de mi esposo no pareció importarle que estuviera casado.

Literalmente sus traumas, sus chistes.

Después de varios minutos llegamos... ¡¿A mí departamento?!

— ¿Que hacemos aquí?— pregunté.

— Vamos a embriagarnos hasta perder la conciencia y olvidar mi pena— Taehyung se bajó del auto.

— Nisiquiera traemos alcohol— lo seguí.

— Pedimos a domicilio y listo.

Seguimos consolando a Taehyung durante nuestro corto trayecto en el ascensor y pasillo, introduje el código de mi departamento para poder ingresar.

En cuanto entre me llamó la atención ver el pasillo iluminado, yo lo había dejado apagado antes de irme.

— Chicos— hablé.— No quiero asustarlos, pero creo que el coco esta en la casa.

— ¡¿El coco?!— gritó Hoseok.

— ¡Lo que me faltaba!— se quejó Taehyung.— ¡Aparte de soportar un marido infiel ahora también tengo que soportar a un monstruo!

— ¡Ve tú primero!— Hoseok me empujó.

A regañadientes fuí caminando lentamente hacia el interior mientras ellos me seguían.

Protegeme Señor con tu espíritu.
Protegeme Señor con tu espíritu.
Y déjame sentir, el fuego de tu amor.

— ¡Sorpresa!— gritaron.

Cubrí mis oídos por el repentino gritó y el sonido de las bombas de confeti explotando junto de mí.

Observe con atención mi alrededor, encontrándome con mis amigos y familiares usando unos graciosos gorritos de cumpleaños.

¿Pero porque?

— Amor— escuché a mí lado.— ¿Cómo es posible que olvidarás tu cumpleaños?

— ¿Qué?— solté una risita.— Mi cumpleaños es mañana.

— Nop— nego Soobin.— Hoy es 13 de septiembre.

Saqué mi celular del bolsillo y en efecto, hoy es mi cumpleaños, mis dulces y felices 25 años.

— ¡Hay que celebrar que ya tienes la mitad de 50!— gritó Beomgyu.

— ¡Esperen, esperen!— exclamé sin entender del todo.— ¿Cómo es que Jungkook esta aquí? ¿No se supone que le fue infiel a Taehyung?

Automáticamente un silencio sepulcral se formó en el departamento y todas las miradas recayeron en mis dos amigos.

— Nos dijeron que te distrajeramos— comenzó hablar Hoseok.

— Pero no sabíamos como sacarte del trabajo.

— Y justo estábamos viendo una novela.

— Así que la idea simplemente surgió.

Jungkook jadeo indignado.

— ¡¿Cómo pudiste insinuar que te soy infiel?!— chilló.

— ¡Uno nunca sabe!

— ¡Alguien por favor saque una cámara y grabe la ruptura de esta relación!— pidió Yoongi.

— ¿Quién creen que pida el divorcio?— preguntó Dahyun.

— Yo creo que Jungkook, es la víctima— respondió Namjoon.

— ¿De verdad? Yo creo que lo pedirá Taehyung, lo que tiene de chiquito lo tiene de orgulloso— habló Chaeyeon.

— Mejor hay que partir el pastel— Seokjin trató de romper el incómodo momento.

— ¡No, no!— Jae Yoon contestó.— Déjanos disfrutar de este show.

— Lo que íbamos a comer en la fiesta ahora lo comeremos mientras presenciamos esta ruptura— dijo Wonyoung.

— ¡Un aplauso para esta pareja divorciada!

Al final, fue una buena fiesta en dónde las risas y la comida no faltaron. Porque claramente nada normal puede suceder si estamos nosotros.

Somos un grupo de amigos con historias vergonzosas que con el tiempo se vuelven anécdotas graciosas.

𝐔𝐧𝐚𝐬 𝐯𝐚𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora