Sábado por la mañana
Era muy temprano por la mañana, la nieve estaba menguando su caída. Mime se había levantado desde poco más de una hora, el día de hoy pintaba para ser largo también. El desayuno estaba ya dispuesto en la mesa, los sirvientes iban y venían de la cocina cargados con viandas diversas. Había distintos tipos de queso como el color marrón Brunost, con su delicioso sabor dulce. El Pultost, espolvoreado sobre alubias recién cocidas. El conocido por su fuerte olor y aspecto amarillento Gamalost colocado sobre rodajas de papa con hierbas. También un plato con rebanadas de Nøkkelost, servidas así, de manera sencilla partido en cuadritos, para quien quisiera probarlo directamente. Había tablas de pan negro servidas con salmón, huevo y queso acremado. También el plato conocido como Fårikål, hecho con carne de cordero, coliflor y pimientos de distintos colores. Igualmente, muchos platos con Havregrøt, una mezcla de cereales cocidos con leche y arándanos, así como jarras con jugo de naranja y teteras con infusiones recién hechas.
Mime hizo una señal a una de las mucamas para que fueran a avisar a sus invitados que la mesa estaba puesta. Le parecía increíble que con todo el ruido del movimiento que había en casa no se hubieran levantado ya.
La mucama no tardó. Sie efectivamente se encontraba aún dormido, mientras que la chica del cabello púrpura se encontraba colocándose su collar de cuentas moradas frente al espejo del tocador. Al hombre lesionado, por obvias razones se le iba a llevar el desayuno directo a la cama, en donde se le asistiría para que pudiera comer.
Cuando Aslôg y Sie se acercaron al comedor se quedaron estupefactos al ver la cantidad de comida. Si bien era cierto que Asgard era un país pobre, quedaba claro que la casa que ahora habitaban pertenecía a algún noble, puesto que no parecía faltar nada con que poder llenar sus hambrientas barrigas. Sin embargo, esto no era lo más notable, sino que lo inusual fue ver cómo cada uno de los sirvientes se ubicaba en los asientos de la amplia mesa que al parecer iban a compartir con el dueño de la casa. Eso sí que era algo aún más interesante y sorprendente.
-Tomen el asiento que les apetezca. -Señaló sonriente Mime quien se detuvo justo detrás de ambos.
Los tres caminaron para sentarse. Cuando Mime corrió su silla de inmediato le acercaron platos, cubiertos, taza y vaso, después todos dejaron sus tareas para acompañarlo. No podían permitirse que su amo tuviera que esperarlos para comenzar.
-Buenos días a todos, es un gusto que podamos estar nuevamente en esta mesa. Hoy nos acompañan nuestros invitados, la señorita... Auslôg y el joven Sie. Hagámosles sentirse en casa.
De inmediato los sirvientes sonrieron, otros hicieron señas para saludar, al tiempo que los que tenían más cerca les aproximaron los platos para que ellos mismos pudieran seleccionar lo que desearan ingerir.
-Joven Mime, mañana será el día de las oraciones públicas. ¿Cree que se nos diga algo con respecto a los desaparecidos? – Espetó un hombre mientras comían.
Benetnasch soltó un ligero suspiro y contestó:
-Sinceramente no lo creo amigos, las investigaciones han sido difíciles. Incluso para mí. Lo saben, he estado trabajando en eso los últimos días, espero poder darles cuenta sobre ese tema pronto. Lamento mucho no poderles dar más razones, seguiré esforzándome para tratar de dar con alguna pista.
Los aldeanos, por lo menos los que vivían en esa casa sabían que las palabras de Mime eran sinceras. Tenían depositadas en él todas sus esperanzas.
-Hoy vinieron muy temprano algunos guardias reales, yo les atendí. Le dejaron esta nota. Me comentaron que es una formalidad, pero lo que quiere la señorita Hilda es que le acompañen todos los dioses guerreros el día de mañana, previo, durante y después del evento. – comentó el mayordomo del lugar, al tiempo que estiraba su mano para tomar un pan de la bandeja.
ESTÁS LEYENDO
Los Nuevos cantares
FanficEste texto busca enlazar los hechos ocurridos en la saga de Asgard (clásica), con lo sucedido en Soul of Gold. El tema principal no son las guerras de cada uno de los dos arcos, sino desarrollar las relaciones entre los dioses guerreros. Se añaden a...