Es mi límite. - YoonMin.

23

El poder de la costumbre estaba pesando demasiado para la pareja a la mañana siguiente.

YoonGi preparaba su desayuno y apenas sintió las pisadas de su tío, dijo por inercia:

—¿Qué comerás, Jim-?—Y se detuvo a sí mismo, notando ese vacío.

—Tómalo con calma, piensa en ti, sólo tú.—Le recordó NamJoon, quien lo orientaba con frecuencia y había sido parte de la idea de no tener contacto.

JiMin por otro lado, había dormido hasta más tarde porque le costó conciliar el sueño por la noche.

Y cuando entró a la cocina dijo:

—Yoonie, es tardísimo, no me despertaste.—Aún con los ojos medio cerrados.

Y SeokJin quien ya había desayunado y en ese momento comía una fruta, no sabía qué tan difícil sería cuidar a su menor.

—Tenías que dormir, no tenías a qué levantarte temprano.—Dijo SeokJin, haciendo que JiMin cayera en cuenta de lo ocurrido.

—Lo necesito mucho.—Se quejó JiMin, frustrado por la situación.

—Tengo varias comisiones pendientes, copiarme el estilo de dibujo fue tu don y tu maldición, ayúdame.—Le invitó Jin.

Solían compartirse comisiones y repartir ganancias. Era un método útil en esos momentos, recordarle los viejos tiempos, como sí podía disfrutar de la vida sin YoonGi, que podía ser una persona optimista y sólo lidiando con los síntomas de su trastorno, como antes de que KyungSoo reapareciera.

A Jin le había gustado mucho la iniciativa de Min, ya que era evidente ante sus ojos como se refugiaron mutuamente en el otro, dejándose absorber con tal de darse lo que nunca recibieron, de tener lo que nunca tuvieron, de saberse importantes para alguien más. A YoonGi sólo lo infantilizaban, JiMin ni siquiera existía, haberse enamorado en tales condiciones lo hacía intenso.

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—Algo me ronda mucho en la mente. ¿Cómo llevas el asunto de la vida sexual si involucra tanta cosa sensorial y comunicativa? He de admitir que Jin domina la situación y me guía, pero ustedes se ven tan similares en ese sentido.—Nam habló genuinamente curioso durante el almuerzo.

—JiMin fue tocado indebidamente en la escuela y no llegamos mucho más allá de intimidad con caricias y el...—YoonGi pensó un momento y acabó haciendo una seña con sus manos que indicaba la penetración—Eso... No, no lo hemos hecho.

NamJoon asintió, comprendiendo, luego de unos momentos agregó:

—Aún así, ¿Se te ha hecho complicado desarrollarte en ese sentido? ¿Algo incómodo?—NamJoon era de confianza para YoonGi, sabía que podía hablar de esos temas.

Pero tenía que tomar la iniciativa, porque YoonGi no solía saber cómo preguntar algunas cosas.

—Es JiMin, se siente bien porque lo conozco, me conoce, que sea autista también es una ventaja, él tiene dificultades por su trauma, pero ha sido manejable hasta el momento.—Explicó YoonGi.

—Siempre temí por el trauma vicario.—Mencionó NamJoon

—No ha sido fácil, he llegado a desmoronarme por verlo sufrir, duele, pero lo he manejado mejor de lo que me imaginé que podría, ser más lógico y orientarme a soluciones concretas me evita caer en espiral.—YoonGi comentó sobre su experiencia.

Realmente había sido duro saber cuánto dolía la vida de su amado, su precioso JiMin, a quien sólo quería darle lo mejor.

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