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La cita al médico por el desmayo de JiMin quedó agendada para un día lejano, ambos agradecían de por lo menos tenerla. Aunque a YoonGi le tomó varios días creerle a su novio de que no se desmayaría de nuevo y que no era tan frecuente y común. Eso estaba claro, puesto que ya tenían casi tres años viviendo juntos y no había pasado.

JiMin oficialmente había terminado sus estudios, pero el clima pospuso la ceremonia, una repentina lluvia arruinó el escenario y se armaría desde cero.

Pero todos le decían "graduado Park." Porque era un logro destacable graduarse con escasas adecuaciones, siendo autista sin diagnosticar y con un ex siendo un dolor en el culo. JiMin era un luchador.

Pero él sólo quería ser feliz, no luchar contra la adversidad del mundo.

—¡Pastelito de todo!—Llamó TaeHyung a los chicos una vez cerró la cafetería.

Los pastelitos de todo era lo restante de lo que quedaba al hacer repostería por encargos grandes. Últimamente había estado recibiendo pedidos para diversas celebraciones, ya que se corría la voz de lo buenos que eran los pasteles y galletas de la Cafetería "Cup of Tae".

Que su cafetería tuviera un giro tan inesperado en su nicho de mercado lo había pillado de imprevisto y a veces algunas preparaciones no resultaban por diversos motivos, en consecuencia, estaba temporalmente engordando a sus amigos y novios.

~♡~

A JiMin lo mandaron a fisioterapia y a perder unos kilos poco tiempo después de los pastelitos, sin embargo su peso era secundario, aunque en un sistema de salud pesocentrista, fue a lo que culparon de su malestar. Estaba teniendo más dolores por su falta de actividad física, en un bucle de evitar el dolor evitando moverse y la falta de movimiento empeoraba su condición física que le daba menos resistencia y menos masa muscular.

La silla de ruedas había sido un arma de doble filo, porque JiMin había comenzado a tener ansiedad por caminar. Temía al dolor, le abrumaba excesivamente.

—Te atropello—Dijo al ver llegar a YoonGi a casa.

TaeHyung le daba un día libre luego de sus fisioterapias para que se recuperara, sin embargo, YoonGi estaba cubriendo ese turno.

Y JiMin lo atropellaba jugando con un pequeño camión a control remoto con el que le hacía llegar las cosas cuando sentía mucho dolor como para levantarse.

—Te amo—Respondió YoonGi levantando su dedo medio.

No estaba en su mejor momento, se sentía cansado.

—Bajé cinco kilos.—Comentó JiMin.

Desde el día anterior tenía esa información dando vueltas, no sabía cómo decirle a su amado, su cuerpo no lucía igual y las conductas compensatorias le respiraban en la nuca.

—¿Y qué culpa tengo yo?—Se quejó YoonGi  yendo a abrazarlo.

Porque si bien amaba a JiMin como fuese, el breve período que bordeó el llamado sobrepeso se le hacía la cosita más tierna y abrazable.

—Tengo estrías.—JiMin se sentía tan horrible, al punto de llevar casi un mes sin intimidad con YoonGi.

—Te rompes de lo bueno que estás.—YoonGi dijo pegado a los labios de su novio, besándole.

Y mientras él buscaba acomodarse entre sus piernas, JiMin retrocedía, no para unirse a YoonGi, sino para escapar.

Se sentía miserable, su cuerpo era todo lo que tenía y se había descuidado.

—Tengo que terminar una comisión para mañana, amor... Mi amor... Ya.—JiMin se retorció hasta que logró zafarse.

Tomó su tableta en la que solía dibujar y se fue a su habitación.

Es mi límite. - YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora