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El 13 de octubre por fin había llegado, junto con los 21 años de JiMin.

La alarma sonó y el cumpleañero sólo se quejó y hundió su cara en el pecho de YoonGi.

Min, quien ya estaba despierto, sonrió, sintiendo ternura por lo lindo que era su novio.

—Arriba mi amor, ya casi casi terminan ese enorme mural, no te eches para atrás ahora, estás terminando tus estudios, mi artista.— Le hablaba entre besos.

Pero eso sólo hizo que JiMin se aferrara más a su cuerpo abrazándole.

—Me duele la cadera, mi estómago no quiere analgésicos, diles que me morí.—Dijo JiMin antes de taparse por completo otra vez.

YoonGi rió y lo provocó:

—¿Mi cumpleañero entonces no está para recibir su sorpresita?

Unos pequeños e hinchados ojos se asomaron entre las sábanas.

—¿En serio es hoy, gigi hyung?—JiMin dijo esbozando una sonrisa que hizo que sus ojos se volvieran medias lunas.

YoonGi asintió y se levantó, yendo a buscar una enorme caja envuelta en papel de regalo.

—Es tan enorme, hasta me siento mejor.—Dijo JiMin incorporándose en la cama para luego quejarse de dolor.—No, no funciona así.

Trató de no darle mucha importancia al dolor y se levantó para abrir su regalo.

Apenas supo lo que era, rió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—¿Desde cuando juntaste para esto, Gigi?—Preguntó JiMin.

Era costoso, sí.

—¿Recuerdas cuando me atrapaste mirando respetuosamente tu precioso trasero? Cuando me comentaste de ese accidente... Bueno, ahorros hormiga, como la hormiga con casco que me hizo tropezar y me permitió besarte la mejilla esa vez, pensé mucho si te gustaba, cómo te sentirías, qué modelo era adecuado, en colores no había muchas variables, pero también consideré...—YoonGi fue interrumpido por un beso.

Estaba hablando demasiado porque en serio le ponía nervioso.

—Me encanta, pero, ¿Cómo te sentirías tú con un novio en silla de ruedas?—JiMin no pudo evitar cuestionarse aquello.

—Tener movilidad reducida no debería reducir tanto lo que puedes hacer, son como mis canceladores de ruido, sólo los necesito, y ya. Quiero que estés conmigo en otras situaciones, la silla es una herramienta.—Se explicó, claro que no le importaba.

—Es la manera más linda de decir que no quieres ir al supermercado solo.—JiMin rió.

Y es que YoonGi no hacía mucho más que las compras, pero de todos modos, amaba cada detalle y cuánto su amado debió pensar para tomar la determinación de comprar una silla de ruedas.

Cuánto debió juntar cuando sus ingresos eran reducidos y sus discapacidades, costosas.

Era un detalle que le encantaba en su totalidad.

—¡Mierda! La universidad... Me atraso.—Recordó JiMin.

YoonGi lo abrazó y rió, JiMin se retorcía en sus brazos para que lo dejara ir

—Ya desperté, ya, ya, debo arreglarme.

—Puse la alarma más temprano, Minnie, no estamos atrasados.—Comentó YoonGi.

Necesitaba estructura y orden para vivir tranquilo, con los años aprendió a tener en cuenta cada detalle.

—Piensas en todo, ¿No? Ah, ¿Qué sería sin ti?—Le respondió JiMin, sintiéndose aliviado.

Es mi límite. - YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora