25

245 36 16
                                    

JiMin se desmayó en la consulta médica. Por no tener cómo hacer un tilt test, el médico le hizo ponerse de pie, sentarse y recostarse un par de veces para evaluarlo.

Y ahí estaba en el suelo, YoonGi estaba preocupado y a la vez feliz, tenían la prueba exacta de que no era una exageración.

Fue una larga tarde de exámenes para descartar otras condiciones.

-Ojalá no tener otra condición crónica, la clínica me dejó terrible.-JiMin se quejó, ya iban de camino a casa.

-¿Te sientes mal, necesitas algo?-Preguntó YoonGi.

-Yo no, nuestra economía sí. Me tembló la billetera cuando vi lo que se nos fue para que me digan que tengo que hidratarme y comer más sal.

-Sin eso, no sabríamos, también te vas a medicar. El dinero va y viene, además tenemos pensión, no se siente tan pesado-YoonGi le recordó.

-Odio gastar la pensión de discapacidad en las cosas que me discapacitan.-JiMin aún se notaba molesto.

YoonGi se iba quedando sin energía para hablar así que le tomó la mano lo que quedaba de camino a casa.

Abrir la puerta del departamento siempre era tan reconfortante para ambos.

-¿Camita?-Propuso JiMin.

YoonGi sólo asintió y siguió a su novio.

-Taquicardia postural ortostática, síncope vasovagal.-YoonGi leyó el diagnóstico de JiMin antes de que se lo quitara.

-Deja eso, estoy cansado, ámame.

YoonGi rió, enternecido por JiMin pidiendo atención.

El papel quedó en la mesita de noche y antes de que pudiera hacer algo, ya tenía a su novio a horcajadas sobre su cadera. No dudó ni un instante en acariciar sus muslos y admirarlo.

Estaba cansado, pero la imagen ante él era tan irresistible como cuando apenas eran solo roomies, sus cuerpos habían cambiado, su relación también, pero su novio seguía siendo tan malditamente atractivo.

-Estás tardando...-Canturreó JiMin y besó su cuello, YoonGi aún sin responder al tacto.-¿Pasa algo?

-Eres hermoso, Park JiMin.-Concluyó YoonGi, haciendo sonrojar al mencionado.

Porque claramente no tenía idea de cuánto pensaba en esos segundos.

Las caricias eran un alivio y sinónimo de seguridad, estaban aliviados de que las cosas se resolvieran poco a poco. Sin embargo YoonGi en un punto dejó de responder a los besos de JiMin porque su mente volvió a ese señor que con su sola presencia desmoronó a su amado.

-Cariño, me preocupa el sujeto que te engendró. -Le habló por primera vez de su angustia desde el suceso.

Temía que algo terrible ocurriera.

-No nos podemos ir del mundo, Gigi, ni siquiera mudarnos, te mentiría si dijera que no lo espero en la puerta del apartamento cualquier día, mi mamá sabe donde vivo.-Confesó JiMin.

-Ya enfrentamos dos exes brutales, se siente como el tercer round, como la versión original de esos tipos.-YoonGi trató de animar a JiMin y a sí mismo-Dios mío, cada vez que alguien le da la razón a Freud un estudiante de psicología deja la carrera.

-¿Cómo?-Preguntó JiMin confundido.

Y YoonGi rió porque su amado por masking y sobrevivencia analizaba todo a profundidad, por ende, rara vez requería contexto, vivía analizando o fingiendo entender. Su literalidad aflorando le hacía sentir que era una persona segura para su reciente descubrimiento como autista.

Es mi límite. - YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora