Sukuna En Kimetsu No Yaiba

Prólogo

Muzan kibutsuji considerado el rey de los demonios y el más poderoso ser que había caminado alguna vez en la tierra, todo eran puras patrañas. No era el ser más poderoso que había caminado sobre la tierra, ya que anterior a Muzan hubo un hombre que era rezado y respetado por los humanos, tanto que le habían construido un santuario. Digo un hombre no porque su humanidad se fue hace mucho tiempo, todo lo que puedes imaginar ese monstruo ya lo hizo, en sus manos tiene la sangre de niños, mujeres y ancianos. Y en su estómago está la carne de todos aquellos que el ya devoró y te pregunto, hasta cuándo un humano deja de ser un humano y se torna... Un demonio. Su nombre es Ryomen Sukuna las leyendas hablaban de un demonio de dos rostro y cuatro brazos una completa aberración. Su nombre fue propagado por el mundo entero, algunos lo conocen como un ángel caído quién salió del infierno para castigar a los humanos y otros lo llaman sukuna el rey de los demonios. El rey de los demonios tuvo un enfrentamiento con los humanos fue una completa masacre, dónde no pudieron contra su inmenso poder, pero algo extraño había sucedido después de esa inmensa masacre, el rey había desaparecido y en su lugar, habían encontrado uno de sus dedos. Muchos de los humanos de ése entonces pudieron respirar tranquilos y aliviados, de la desaparición de ese monstruo, pero todavía tenían un miedo latente de que esté horrible ser pudiera regresar a la vida._

Tomioka Giyuu es el actual Pilar del Agua en la historia. Como Pilar, es uno de los espadachines más poderosos y respetados de la organización de cazadores de demonios. Giyuu es descrito como un joven de apariencia serena y tranquila, con cabello negro y ojos azules intensos. Su personalidad es generalmente reservada y callada, pero también muestra una gran determinación y lealtad hacia su deber como cazador de demonios. Giyuu es conocido por su habilidad excepcional en el combate con la espada y su dominio del estilo de respiración del agua, que le permite utilizar técnicas acuáticas para derrotar a los demonios.

Enviado para asesinar a un demonio que se encontraba en un antiguo santuario. Al avanzar en las ruinas del antiguo santuario, Tomioka se encuentra con un demonio bastante peculiar. A diferencia de los demonios habituales, este ser se asemeja mucho a un humano ordinario. Su apariencia es engañosa, lo que lo hace aún más peligroso.

Lo que llama la atención de Giyuu es que el demonio sostiene en su mano un dedo momificado. Giyuu se prepara para enfrentarse a este demonio peculiar, consciente de que su apariencia humana no debe subestimarse. Sabe que debe estar alerta y utilizar todas sus habilidades como Pilar del Agua para derrotar a este enemigo y descubrir porque ese demonio se encontraba en aquél santuario en ruinas.

_ Un humano... Un cazador de demonios?_ preguntó el demonio y su respuesta fue que tomioka desenvaino su nichirin frente al demonio.

_ Está acción responde a tu pregunta?_ pregunta tomioka en un tono serio y frío observando al demonio sin bajar la guardia. La lucha entre Tomioka Giyuu y el demonio comienza con una intensa confrontación de miradas. Ambos se estudian mutuamente, buscando cualquier indicio de debilidad en su oponente. Giyuu adopta una postura defensiva, sosteniendo su espada en posición vertical frente a él, listo para contraatacar en cualquier momento.

El demonio, por su parte, muestra una sonrisa siniestra y se lanza al ataque. Rápidamente, se mueve con una agilidad sorprendente, tratando de desequilibrar a Giyuu con movimientos rápidos y evasivos. Giyuu se mantiene firme, utilizando su técnica de respiración del agua para aumentar su velocidad y reflejos.

Giyuu contraataca con un rápido movimiento de su espada, deslizándola hacia el costado del demonio. Sin embargo, el demonio esquiva el ataque con una destreza sobrenatural, moviéndose con una agilidad casi inhumana. Aprovechando la apertura, el demonio lanza un golpe directo hacia Giyuu, pero este logra bloquearlo con su espada en el último momento.

La pelea continúa con una serie de intercambios rápidos de golpes y esquivas. Giyuu utiliza su técnica de respiración del agua para aumentar su fuerza y velocidad, lanzando ataques precisos y poderosos hacia el demonio. Sin embargo, el demonio muestra una resistencia sorprendente, esquivando y bloqueando los ataques de Giyuu con movimientos fluidos y ágiles.

En un momento de la pelea, el demonio despliega una técnica de sangre, liberando una ráfaga de energía oscura que envuelve el área circundante. Giyuu se ve momentáneamente afectado por esta técnica, pero rápidamente se recupera y contraataca con una serie de movimientos rápidos y precisos.

La pelea continúa con una intensidad creciente. Giyuu utiliza su técnica de respiración del agua para aumentar su poder y velocidad, mientras que el demonio despliega una variedad de técnicas de sangre para intentar derrotar a Giyuu. Ambos luchadores muestran una habilidad y destreza impresionantes, cada uno buscando una oportunidad para acabar con su oponente.

La batalla llega a su clímax cuando Giyuu, aprovechando un momento de distracción del demonio, realiza un ataque final con su espada_ cuarta postura golpe de marea_ diría el pilar de agua para de un movimiento rápido esté decapita al demonio.

Sin embargo, para sorpresa de Giyuu, el demonio logra sobrevivir al ataque. Aprovechando el desconcierto del Pilar del Agua, el demonio se lanza hacia él con una velocidad y fuerza abrumadoras. En un rápido movimiento, desarma a Giyuu y lo sujeta con una mano, mirándolo fijamente. Con una sonrisa siniestra en su rostro, el demonio habla con voz amenazante. "Eres el cuerpo perfecto para mí, señor Sukuna", dice, revelando su verdadera intención de utilizar el cuerpo de Giyuu como un recipiente. Pero el pilar de agua logra reacciónar y propinandole una patada logra safaste del agarré de aquél demonio.

El Hashira, aunque sorprendido por las palabras del demonio, no se deja intimidar. A pesar de estar desarmado y en una posición desventajosa, comienza a cuestionarse a sí mismo_"¿Quién es Sukuna?" Se pregunta esto en su mente, ya que no comprende a qué se refiere el demonio con esas palabras.

Giyuu, en medio de la tensión de la batalla, se esfuerza por recordar cualquier información que pueda tener sobre Sukuna. Recuerda haber oído mencionar el nombre en conversaciones entre los cazadores de demonios, pero no tiene un conocimiento profundo sobre quién es exactamente. A pesar de su desconocimiento, no permite que la incertidumbre lo paralice. En lugar de dejarse llevar por el miedo o la confusión, decide concentrarse en el presente y en la amenaza inmediata que tiene frente a él: el demonio que busca utilizar su cuerpo como recipiente para Sukuna.

"Esto es malo, sin mi Nichirin no soy rival para el demonio..." Tomioka se lamenta en sus pensamientos, consciente de que su falta de espada lo coloca en una posición de desventaja significativa. Se da cuenta de que escapar es su única opción viable en este momento.

Mientras evalúa sus opciones, Tomioka se da cuenta de que solo falta una hora para que salga el sol. La luz del sol es conocida por debilitar a los demonios, lo que podría brindarle una oportunidad para escapar de manera segura. Sin embargo, también es consciente de que está atrapado en el interior del santuario, lo que limita sus movimientos y opciones de escape. Planteándose varios escenarios en su mente, Tomioka se da cuenta de que la mayoría de ellos terminarían con él muerto o atrapado. La situación es desesperada, pero su determinación no se desvanece. Sabe que debe encontrar una oportunidad, por pequeña que sea, para escapar y sobrevivir.

Con su mente aguda y su experiencia como Hashira, Tomioka comienza a buscar cualquier abertura o debilidad en el demonio y en su entorno. Examina detenidamente las ruinas del santuario, buscando cualquier posible ruta de escape o elemento que pueda utilizar a su favor.

A medida que el tiempo avanza y la hora del amanecer se acerca, el pilar se prepara para actuar. Está dispuesto a arriesgarlo todo por una oportunidad de escapar y sobrevivir. Su determinación y habilidad serán puestas a prueba en esta carrera contra el tiempo y la amenaza del demonio.

Con cada segundo que pasa, Tomioka se mantiene alerta y listo para aprovechar cualquier oportunidad que se presente. Sabe que su vida está en juego y que debe encontrar una manera de salir de esta situación desesperada. La batalla por su supervivencia está en marcha, y solo el tiempo dirá si logrará escapar y enfrentar nuevamente al demonio en condiciones más favorables.

Fin del prólogo
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