Sukuna En Kimetsu No Yaiba

Capítulo 26

Los besos continuaban y subían de tono, sukuna había desabotonado la camisa de shinobu, mostrando unas vendas cubriendo los pechos de la pilar, por lo que esté mientras la besaba, moviendo su dedo corto las vendas permitiéndole el acceso a sukuna a los pechos de la hashira. El rey empezó a besar y chupar los pechos de shinobu provocando el placer en la pelimorada, quién solamente empezaba a gemir.

Continuando con su acto sukuna empezó a bajar hacía el pantalón de la hashira, metiendo su mano en el pantalón de shinobu y empezando a acariciar la feminidad de shinobu excitandola y provocando gemidos en la pilar, mientras que sus gemidos eran cayados por los besos del falso tomioka.

_ Tomioka-san.... Tomioka-san.... Tomioka-san Detente por favor... Todavía no... Yo todavía no estoy lista _ diría la hashira realmente avergonzada, mientras ella veía a un imponente tomioka que estaba sobre ella.

_ Quieres que me detenga?_ preguntó sukuna en el oído a shinobu, mientras sus dedos jugueteaban en la vagina de shinobu, provocando más y más gemidos de shinobu, quién sukuna disfrutaba de hacerla sentir dominada _¿Acaso esto no te gusta kocho?_ preguntó sukuna, mientras le daba otro beso intenso a shinobu, mientras seguía introduciendo sus dedos en ella masturbandola y provocando más placer en ella.

La respuesta que le dió shinobu solamente fueron gemidos, el cuál aumento debido a los movimientos de los dedos de sukuna, Mientras esté besaba y chupaba los pechos de shinobu. Lo cuál no eran muy grandes, pero tampoco eran pequeños _ Ah... ahahaha... Espera... Tomioka-san Detente _ diría shinobu completamente sonrojada y excitada, mientras sukuna mordía su cuello dejando su marca a la pilar quién solam gemía.

Lo cuál sukuna se detuvo y observa a la pilar quién respiraba agitadamente _¿Quieres que me detenga?_ preguntó sukuna a la pilar quién se quedó pensativa unos momentos.

_ Yo... Quiero... Pero todavía no me siento lista Tomioka-san_ diría shinobu, mientras veía como tomioka se levantaba y se sentaba a un costado de la cama_ Pero... Me gustaría hacerlo contigo cuándo esté completamente lista _ diría shinobu para que esté se acercará a tomioka y lo besará.

Después de ese acalorado momento shinobu entro al baño de la habitación a darse una ducha, al salir ella se acostó sobre la cama y observó al pilar del agua quién estaba sin camisa y aori, recostado en el suelo. Shinobu al verlo se sonrojó al recordar lo que estuvieron por hacer, apenada decidió hablar.

_ Tomioka-san hay espacio en la cama, compartamos_ diría shinobu ofreciéndole dormír con ella a su compañero.

_ Vaya.... Entonces me prometes que no me morderas?_ preguntó sukuna coquetamente, a shinobu quién se sonroja y le tira una almohada y le dice que se acostará ya a dormir.

La habitación quedó envuelta en un silencio cómodo mientras Shinobu y "Tomioka" Sukuna se acomodaban en la cama, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Shinobu sentía el rubor en sus mejillas mientras recordaba el ardiente momento que compartieron momentos antes en esa misma cama. Por otro lado, Sukuna no podía evitar sentir cierta satisfacción.

Con un suspiro, Shinobu se acomodó bajo las sábanas, sintiendo la calidez del colchón bajo su cuerpo cansado. Miró de reojo a tomioka, quien yacía a su lado con una expresión relajada en el rostro. A pesar de todo, había algo reconfortante en su presencia, algo que Shinobu no había esperado encontrar en su compañero de misión.

_ Buenas noches Tomioka-san _ diría shinobu al pilar, mientras se acomodaba para dormir, mientras que sukuna simplemente no le respondió y shinobu se giro vio a "tomioka" aparentemente dormido, por lo que al verlo shinobu cerró sus ojos y se quedó completamente dormida.

Al día siguiente, Shinobu y Sukuna se despertaron con los primeros rayos del sol que se filtraban por la ventana de la habitación. Shinobu bostezó y se estiró, sintiéndose renovada después de una noche de descanso reparador. Sin embargo, al recordar los eventos de la noche anterior, un ligero rubor volvió a teñir sus mejillas.

Sukuna, por su parte, se despertó con una sonrisa perezosa en el rostro, observando a Shinobu con una mirada divertida. A pesar de la tensión que había existido entre ellos, el haber compartido aquel momento íntimo les había acercado de una manera inesperada.

_ Buenos días, Tomioka-san _ respondió Shinobu con una sonrisa tímida, evitando mirar directamente a Sukuna

_ Buenos días, Kocho-san _ saludó Sukuna con tono tranquilo, mientras se sentaba en el borde de la cama y estiraba los brazos.

Después de unos minutos, ambos se levantaron de la cama y se prepararon para iniciar el día. Shinobu se encargó de recoger sus pertenencias y guardar los frascos de veneno, mientras que Sukuna se vistió con calma, sin apresurarse.

Una vez listos, salieron de la habitación y se dirigieron hacia el centro del pueblo, donde habían acordado desayunar antes de marcharse del pueblo para continuar con su misión.  Durante las siguientes dos semanas, Shinobu y Sukuna continuaron con su búsqueda en la región donde se suponía que había estado la espada perdida. A pesar de su arduo trabajo y dedicación, no encontraron indicios claros sobre el paradero del arma deseada.

De regreso en la posada donde se hospedaban, cada uno tenía su habitación separada esta vez, lo que aliviaba la tensión que había surgido entre ellos. Shinobu dedicaba su tiempo a investigar antiguos registros y hablar con los lugareños en busca de pistas, mientras que Sukuna exploraba los alrededores en busca de cualquier rastro que pudiera conducirlos hacia la espada perdida.

Mientras Shinobu y Sukuna se dirigían hacia las ruinas, Sukuna detectó una presencia inusualmente fuerte en el pueblo cercano. Aunque Shinobu no notó nada inusual, Sukuna sonrió para sus adentros al darse cuenta de que dos poderosos demonios habían llegado al pueblo.

" Je... Esto se pondrá muy interesante... Eso significa que ese bastardo sabe de la ubicación de la espada de Higuruma, por lo que mando dos de sus perros grandes... Je... Esto se pondrá muy divertido... Será una masacre " diría sukuna en sus adentros.

Capi terminado