Capítulo 35

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antes

Un joven pelirrosado se despertó abruptamente al sentir el cálido sol en su rostro, lo que lo llevó a levantarse y sentarse en la cama. Después de estirarse, se dirigió al baño para cepillarse los dientes y luego bajó a la cocina para prepararse unos huevos revueltos. Mientras desayunaba, saboreaba su té matutino, preparándose para el día por delante. Una vez terminado, se levantó y se encaminó hacia el dojo adjunto a su hogar, listo para comenzar su entrenamiento diario.

En los pasillos, una voz imponente resonó en el camino, proveniente de la mejilla del joven pelirrosado.

_ Jejeje... Todo es tu culpa, mocoso... Mucha gente morirá por tu culpa _la voz del rey de los demonios, Sukuna, se manifestó en su rostro.

_ Sukuna... Cállate _ respondió el pelirrosado, tratando de ignorar la voz que lo atormentaba, desde hace casi un año, ya que ese demonio intento tomar el control de su cuerpo en varias ocasiones, pero esté por alguna razón no podía controlar su cuerpo. Sino el joven tenía el control absoluto de su cuerpo y impedía que el antiguo rey demonio tomara el control de su cuerpo.

El joven llegó al dojo y se encontró con un pelinegro de piel muy blanca y ojeras pronunciadas. Al ver al pelirrosado, el hombre sonrió y le saludó.

_ Buenos días, Yuuji _ dijo el pelinegro con una sonrisa cálida_ después de todo ambos eran hermanos.

_ Hola, Choso. Buenos días _ respondió el pelirrosado con una sonrisa igualmente amistosa. A pesar de no tener parecidos físicos, compartían un vínculo fraternal sólido, siendo hijos del mismo padre pero de madres diferentes.

_ ¿Cómo has pasado la noche? ¿Te sientes bien hoy? _preguntó Choso, mostrando preocupación en su voz mientras observaba a su hermano menor.

_ Sí, gracias. La noche estuvo tranquila _respondió Yuuji, asintiendo_ Pero hoy me desperté con la sensación de que algo no está bien. Sukuna ha estado más inquieto de lo normal.

Choso frunció el ceño ligeramente al escuchar el nombre de Sukuna. Sabía lo peligroso que podía ser el rey demonio dentro del cuerpo de su hermano menor.

_ Deberías tener cuidado, Yuuji. No sabemos qué podría hacer Sukuna si se sale de control _advirtió Choso con seriedad.

_ Lo sé, Choso. Pero no puedo dejar que el miedo me paralice. Tengo que aprender a controlar a Sukuna, por el bien de todos _respondió Yuuji con determinación en su voz.

Choso asintió, comprendiendo la responsabilidad que su hermano menor llevaba sobre sus hombros.

_ Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites, Yuuji. Juntos encontraremos una manera de superar esto _aseguró Choso, poniendo una mano reconfortante en el hombro de su hermano.

_ Gracias, Choso. Significa mucho para mí tener tu apoyo _agradeció Yuuji, sintiendo un poco de alivio al saber que no estaba solo en esta lucha contra Sukuna.

_ Siempre estaré aquí para ti, hermano. Ahora, ¿quieres comenzar nuestro entrenamiento? _preguntó Choso, cambiando el tema hacia algo más práctico y positivo.

_ Sí, por supuesto. Necesito mejorar mi control sobre mi técnica especial _respondió Yuuji, animándose ante la perspectiva de concentrarse en su entrenamiento.

Los dos hermanos se dirigieron al área de entrenamiento del dojo, listos para enfrentarse en lo que sería un enfrentamiento amistoso, pero eso no significaría que sería un combate fácil.

Choso se concentró profundamente, canalizando su energía para controlar su técnica especial. La sangre de su cuerpo se separó de él, condensándose en una forma afilada y veloz. Con un movimiento rápido, lanzó la sangre hacia Yuuji, quien ágilmente esquivó el ataque. Sin embargo, la sangre desviada por Yuuji voló hacia atrás, casi impactando en su hermano.

Sukuna En Kimetsu No Yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora