Urahume, el fiel sirviente de Sukuna, había dedicado años de su existencia a un objetivo: hacer que su señor reencarnara en el mundo humano. Para lograrlo, había entregado los dedos de Sukuna a varias personas, esperando encontrar un recipiente adecuado. Sin embargo, la mayoría de aquellos que consumieron los dedos murieron instantáneamente, incapaces de soportar el poder abrumador del Rey de los Demonios.
Urahume observó con impasible y con una expresión fría mientras los sujetos de prueba consumían los dedos de Sukuna, sabiendo que la mayoría sucumbiría al poder abrumador. Los gritos y súplicas desgarradoras llenaron la habitación mientras cada uno de ellos experimentaba la terrible agonía de la muerte inminente.
_Sálvame... por favor..._ imploró uno de los sujetos, mientras el poder oscuro del dedo se apoderaba de su cuerpo.
_¡Detente! ¡No puedo soportarlo más!_ gritó otro, retorciéndose en el suelo en un intento desesperado por escapar del tormento.
Urahume escuchó las súplicas con indiferencia, consciente de que el sacrificio de estas personas era necesario en la búsqueda de un recipiente adecuado para Sukuna. A medida que los dedos de Sukuna eran consumidos uno tras otro, la habitación resonaba con el eco de las angustiosas agonías. Urahume observaba impasible mientras los sujetos de prueba sucumbían al poder abrumador, uno tras otro, sin excepción.
_¡No puedo... aguantarlo más!_gritó uno de los sujetos, cayendo de rodillas mientras sentía una presencia imponente y peligrosa que tomaba su cuerpo después de comer el último dedo.
_¡Por favor, detén esto! ¡Te lo ruego!_ grito, con lágrimas en los ojos mientras luchaba por respirar bajo la opresión del poder de sukuna que residía en su interior, pero de igual manera otro sujeto murió, sus ojos sangraron y las marcas que aparecieron en su cuerpo se desvanecieron. Otro individuo más había muerto y otro cadáver por limpiar para urahume. no obstante siguió probando.
Incluso aquellos que parecían resistir durante un tiempo finalmente sucumbieron al poder incontrolable de Sukuna. Uno de los sujetos, quien había soportado ocho dedos, se retorció en el suelo mientras su cuerpo se desmoronaba bajo la presión abrumadora.
_¡No puedo... seguir...!_ murmuró con voz entrecortada, Antes de sucumbir, el sujeto de prueba mostró signos alarmantes de la influencia de Sukuna las marcas oscuras del demonio se manifestaron en su piel y un par de ojos adicionales se abrieron debajo de sus párpados, brillando con una maligna luz carmesí. Sin embargo, antes de que pudiera controlar el poder que lo consumía, su cuerpo estalló en una explosión violenta, reduciéndolo a pedazos dispersos en la habitación.
Con un suspiro resignado, Urahume se acercó al lugar donde yacía el desafortunado sujeto, recogiendo un dedo momificado que ahora parecía fusionarse con los otros. Era evidente que ninguno de los sujetos había sido capaz de resistir el poder de Sukuna, dejando claro que la búsqueda del recipiente adecuado aún estaba lejos de terminar. La frustración creció al ver sus esfuerzos fallar una vez más. A pesar de todos sus intentos y sacrificios, Sukuna seguía sin encontrar un recipiente que pudiera contener todo su poder. La búsqueda de la reencarnación parecía estar condenada al fracaso, al menos por el momento.
Después de investigar más sobre posibles candidatos para ser el recipiente de Sukuna, Urahume se topó con una información intrigante el clan Zenin, una vez poderoso y prominente, había sido completamente aniquilado por un individuo llamado Toji Zenin. Este individuo había llevado a cabo la matanza de manera violenta, eliminando a todos los miembros del clan.
Indagando más, Urahume descubrió que, a pesar de la ausencia de técnicas de sangre en Toji Zenin debido a una atadura celestial, poseía un cuerpo excepcionalmente poderoso, una fuerza inhumana y una velocidad increíble. Además, su habilidad innata para la lucha y el asesinato lo convertían en un candidato intrigante para ser el recipiente de Sukuna.
Consciente de los riesgos y las limitaciones que implicaba elegir a Toji Zenin como recipiente de Sukuna, Urahume descartó esa posibilidad. Reconoció que enfrentarse a Toji podría ser fatal, ya que este individuo no era un humano común y corriente, sino una amenaza formidable.
Además, Urahume comprendió que, incluso si lograra acercarse lo suficiente como para ofrecerle uno de los dedos de Sukuna, existía el riesgo de que Toji prevaleciera sobre el control del cuerpo, anulando así la voluntad de Sukuna. Con esta evaluación en mente, decidió continuar su búsqueda en busca de otro candidato más adecuado para ser el recipiente del temido Sukuna.
Durante 21 años, Urahume buscó incansablemente al recipiente perfecto para Sukuna. Después de una exhaustiva investigación, encontró lo que parecía ser la combinación ideal de resistencia y potencial el hijo menor de Toji Zenin, Tomioka Giyuu. Con genes heredados de su formidable padre y un cuerpo fortalecido por su entrenamiento como hashira, Giyuu parecía ser capaz de soportar el poder de Sukuna.
Urahume ideó un plan maestro enviando un informe falso sobre la presencia de un demonio en un antiguo santuario que alguna vez perteneció a Sukuna, esperaría la llegada del pilar. Si otro pilar era enviado en lugar de Giyuu, lo eliminaría sin piedad. Sin embargo, la suerte estaba de su lado cuando la sede de los cazadores de demonios envió a Tomioka a investigar el asunto. Finalmente, había encontrado al recipiente perfecto para Sukuna y su plan perfecto dió sus frutos su señor Ryomen Sukuna había reencarnado en el cuerpo del hashira tomioka giyuu.
Ahora, en el presente, Urahume se encuentra cumpliendo las órdenes de su señor. Como leal sirviente de Sukuna, su misión es asegurarse de que la hija de Yorozu, Aria. En las desoladas afueras de la destruida ciudad de Nagasaki, Urahume se encontraba, presenciando el lugar donde Sukuna y Yorozu libraron su batalla final hasta la muerte. Fue en esos últimos momentos de Yorozu que Sukuna, en un gesto de respeto hacia su rival, le prometió solemnemente que su hija, su pequeña Aria, estaría bajo su protección.
Adentrándose en una casa en las afueras de la ciudad, Urahume observó detenidamente las fotografías que adornaban las paredes. Entre ellas, destacaba una en particular, que mostraba a un hombre pelirrojo, Yorozu y Aria, una vez una familia feliz, ahora marcada por la tragedia y la ausencia. Con impasibilidad, Urahume contempló la imagen de la familia rota, con el padre de Aria perdido en la guerra posiblemente muerto y Yorozu fallecida, dejando a la niña, en efecto, técnicamente huérfana.
Continuó su exploración por la tranquila casa, hasta llegar a una habitación donde la niña dormía plácidamente. Con pasos silenciosos, Urahume se acercó a la cama de Aria, observándola con atención, consciente de su papel crucial en protegerla, como lo ordenara su señor Sukuna.
Al despertar adormilada, Aria frotó sus ojos y miró hacia la figura al lado de su cama. Con una voz suave y somnolienta, murmuró
_ Mami..._ preguntó la niña frotándose sus ojos y mirando a la figura borrosa que estaba al lado de su cama.
Sin embargo, al enfocar mejor, se dio cuenta de que no era su madre. Un tanto confundida, frunció el ceño y observó a la persona que estaba junto a ella.
_ ¿Quién eres tú? _preguntó, su voz llena de curiosidad y un ligero temblor de inseguridad. Urahume, con una expresión serena, respondió con calma a la pequeña Aria, para calmarla un poco, después de todo era una orden de sukuna
_ Soy un amigo de tu mamá, Aria. Me llamo Urahume. Tu mamá me pidió que viniera a cuidarte mientras ella no está_ diría urahume mintiendole a Aria sobre el destino trágico de su madre.
Aria lo miró con curiosidad, tratando de entender lo que estaba pasando. Aunque seguía un poco confundida, su rostro se iluminó con una sonrisa tímida.
_ ¿Mi mamá vendrá a buscarme pronto? _preguntó con esperanza en los ojos.
Urahume asintió con suavidad, reconociendo la preocupación en los ojos de la pequeña Aria.
_ Sé que extrañas a tu mamá, pero no te preocupes, estás a salvo aquí. Tu mamá te quiere mucho y hará todo lo posible por regresar contigo lo antes posible.
Aria se acomodó en la cama, sintiéndose un poco más reconfortada por las palabras de Urahume.
_ ¿Puedes contarme una historia, por favor? _pidió la niña, buscando un poco de distracción.
Urahume sonrió ante la solicitud y se sentó en el borde de la cama.
_ Por supuesto, ¿qué tipo de historia te gustaría escuchar? _respondió con amabilidad.
Capítulo terminado
ESTÁS LEYENDO
Sukuna En Kimetsu No Yaiba
FanficBásicamente está historia será el protagonista tomioka giyuu, quién en una misión se adentró en una cueva dónde se encontró con algo totalmente inusual. si te interesa ingresa.