Capítulo 30

811 72 12
                                    

Shinobu detuvo su escape al notar que no la estaban siguiendo, y al revisar las heridas de Tomioka, notó que las marcas estaban desvaneciéndose rápidamente. Con urgencia, se arrodilló a su lado e intentó asistir las heridas, aplicando presión para frenar cualquier sangrado.

_ Aguanta, Tomioka-san... No puedes morir aquí _ murmuró Shinobu mientras trabajaba rápidamente para mantener con vida a su compañero hashira. La preocupación marcaba su rostro mientras hacía todo lo posible por evitar una tragedia. Habían transcurrido tres horas del incidente y los refuerzos habían llegado juntó con la luz del día.

Los kakushis llevaron a tomioka en las camillas para que sus heridas sean asistidas, mientras que estos volvieron a la sede de los cazadores. Dónde todos los hashiras estaban al tanto de lo acontecido, debido a que sus cuervos les informaron lo sucedido en el transcurso de la misión.

_Lamentablemente, los demonios lograron obtener la espada que estuvimos buscando durante semanas. Fue una pérdida para nosotros_ expresó Shinobu con pesar al patrón, Kagaya Ubuyashiki, quien la escuchaba con atención.

_ No te preocupes, mi niña... Todo estará bien... Lamento las pérdidas que presenciaste, pero no es tu culpa lo que sucedió. No todo está perdido, pudiste rescatar a Tomioka-san, él aún está vivo gracias a ti_ consoló Kagaya, líder de los cazadores de demonios, buscando reconfortar a Shinobu en medio de la adversidad _ Por favor no te culpes... Infórmame cómo sigue tomioka se que con tus cuidados estará bien_ diria kagaya a shinobu quién hizo una reverencia y salió de la finca del patrón para dirigirse hacía la suya...

Pov shinobu.
Habían transcurrido dos meses desde que tomioka había quedado en coma, todavía no demostraba señal de poder despertar, a pesar de que su herida perforante en el pecho ya había sanado por completo no entendía el por que el seguía sin poder despertar del coma. Después de volver de una nueva misión y de tratar las heridas de los múltiples pacientes de la finca finalmente la pilar visito la habitación de tomioka, dónde vio a aoi kanzaki quién estaba verificando el estado de tomioka.

_ Hubo algún cambio Aoi-san?_ preguntó shinobu a su estudiante quién era considerada la segunda mejor médico de toda la corporación de cazadores de demonios.

_ No, todavía el señor tomioka no da indicio de que despierte, ya terminé mi turno shinobu-sama con su permiso me retiro _ diría aoi, para salir de la habitación dejando solo a shinobu y a tomioka.

*Suspirando shinobu simplemente se dirigío hacía una silla y se sentó allí, dónde veía al pilar del agua inconsciente. Cansada por las misiones y el tratar a los pacientes de la finca simplemente shinobu se quedó dormida en la silla, rindiendose ante el cansancio agotador.

Mientras Shinobu descansaba en la silla junto a la cama de Tomioka, en el subconsciente de este último, Sukuna se encontraba en el suelo, escupiendo sangre mientras su dominio se desvanecía y se derrumbaba a su alrededor. Aunque herido, Sukuna aún estaba con vida, gracias a su astucia para anticipar el ataque. En un momento crucial, intercambió de lugar con Tomioka, permitiendo que el mayor daño lo recibiera el alma de su recipiente. Esta maniobra evitó que la espada que mata demonios lo eliminara por completo, pero no pudo evitar que su alma resultara herida.

Sukuna se encontraba furioso, escupiendo palabras llenas de rabia y odio. _Maldita perra...pagarás caro por esto. Te aseguro que tendrás una muerte lenta y dolorosa. Este acto no quedará impune_,prometió Sukuna con una ferocidad evidente quién tenía sed de sangre venganza. Suspirando el rey de los demonios se calmó y pensó en lo siguiente.

Sukuna tan solo se concentro en sanar su alma, mientras se dirigía a lo más profundo de la obscuridad en dónde se encontraba un abatido tomioka en el suelo. Tomioka observó a sukuna, mientras esté estaba en silencio, Mientras que el rey coloca una mano en tomioka y sana el daño en su alma, ya que al no ser un Demonio era más sencillo sanarlo a diferencia de la suya.

_ Es tu día de suerte, mocoso... Tengo un trato para ti..._ propuso Sukuna, adoptando la apariencia de Giyuu Tomioka.

_ ¿Qué es lo que quieres? _ preguntó un Tomioka abatido a Sukuna, quien había tomado su forma física.

_ Te propongo un trato... Te devolveré el control de tu cuerpo, pero... No recordarás nada de lo sucedido. Si te preguntan, dirás que no recuerdas nada de lo último. Pero con una condición..._ Sukuna pausó, enfatizando su propuesta. _ Diciendo la palabra "contrato", tomaré de nuevo el control de tu cuerpo_.

Sukuna, con una mirada fría y despiadada, continuó su propuesta con una advertencia sombría.

_ Sin embargo, si te niegas..._ Sukuna dejó que sus palabras colgaran en el aire, cargadas de una amenaza palpable. _ Mataré a cada uno de los pilares a sangre fría. Aunque esté débil, tengo la capacidad de acabar con todos ellos si lo deseo con mi expansión. Así que, Tomioka, la decisión es tuya. ¿Aceptas o prefieres arriesgar las vidas de tus camaradas?_

Tomioka, sintiendo el peso de la elección ante él, comprendió la gravedad de la situación y se vio obligado a tomar una decisión. Ante la amenaza de Sukuna, Tomioka se encontraba en una encrucijada. Por un lado, estaba la posibilidad de recuperar el control de su propio cuerpo, pero con el costo de perder la memoria de lo sucedido y enfrentarse al peligro latente de que Sukuna volviera a tomar posesión en cualquier momento. Por otro lado, estaba la opción de resistirse, arriesgando la vida de sus compañeros pilares y enfrentándose a la ira desatada de Sukuna.

Tomioka cerró los ojos por un momento, pensando en las terribles consecuencias de cada opción. Sabía que cualquier decisión que tomara tendría un precio alto. Sin embargo, ante la amenaza inminente y la seguridad de que Sukuna cumpliría su promesa, Tomioka suspiró resignado y asintió y tomo una decisión.

_ Está bien... Acepto tu trato_ respondió Tomioka con una mezcla de resignación en su voz, consciente de que esta elección traería consigo consecuencias impredecibles.

Con un asentimiento sombrío, Sukuna accedió a la petición de Tomioka y permitió que, después de mucho tiempo, el alma del pilar del agua recuperara el control de su propio cuerpo. Afuera de su subconsciente, las marcas que habían plagado el cuerpo de Tomioka se desvanecieron por completo, y poco a poco, después de meses de inconsciencia, el pilar del agua, Tomioka Giyuu, finalmente despertó.

Capitulo terminado

Sukuna En Kimetsu No Yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora