Gabriel le había echo una promesa a Valerie, que era que él día que ella faltara él iba a cuidar de su hija, la iba a proteger de todo el mal que viniera. Pero, quizás Adara confunda los sentimientos de Gabriel hacia ella. Su protección, atención y...
-Gabriel-escuché la voz de Samantha. Ella se sentó mi lado en la arena.
-¿Qué haces aquí? Quiero estar solo-dije y ella me miró.
-Adara se a comunicado conmigo-dijo ella y rápidamente la miré.
-Ella... está bien y...-me desesperé.
-¿Y qué?-pregunté desesperado.
-Valerie a nacido-dijo ella y una pequeña sonrisa se formó sobre mis labios pero a la vez sentí unas inmensas ganas de llorar al saber que ella estuvo sola en ese proceso, me sentía culpable. Sentía coraje conmigo mismo. Regresé a mirar a lo lejos y cerré mi puño en la arena con coraje.
-Adara no va a volver, ella va a iniciar una nueva vida en donde serán Valerie y ella. Me mando a decirte que gracias por todo. No me dijo a dónde iría pero hay que respetar su decisión. Ella merece ser feliz-dijo Samantha y mis lagrimas no tardaron en salir.
Se a ido...
La perdí para siempre...
Samantha se levantó y se fue, yo llevo ambas manos a mi cabeza y estalle en llanto.
-¡Soy un cobarde!-grité con coraje. Saque mi celular y busque el contacto de Adara y comencé a llamarla pero me enviaba al buzón de voz. Hasta que, quise intentarlo por última vez y mi teléfono timbró y recibió un mensaje de texto que decía:
En realidad quería quedarme contigo, no por interés. Quería quedarme contigo, porque después de tanto tiempo sin encariñarme con alguien, con tan solo un abrazo tuyo me sentía segura. Solo espero que seas feliz y que pueda volver a verte algún día, no eres una mala persona, pero creo que ya es momento de pensar en mí y en el bienestar de nuestra hija. Te agradezco por todo, te quise mucho aunque tú no te dieras cuenta e incluso llegué a sentir algo más por ti pero creo que solo perdí mi tiempo. Cuídate mucho y ella es Valerie, nuestra hija.
Observe la foto de la bebé y sentí mi corazón latir con muchísima fuerza. Una sonrisa se formó sobre mis labios y era igualita a mi. Era yo en versión niña.
Narra Adara
-Se que es difícil pero vas a superar esto-dijo Davis mientras mis lágrimas no dejaban de salir por el mensaje que le había enviado a Gabriel.
-Hiciste bien en decirle-dijo Davis y seque mis lágrimas.
Davis se detuvo en una hermosa mansión y lo miré.
-¿En serio pensaste toda la historia que te dije?-dijo Davis y de repente veo unos hombres con armas que se acercan hacia nosotros. Y lo miré confundida.
-Eres muy ingenua-dijo el bajándose y rápidamente me abren la puerta y me sacan de su coche de mala forma.
-¿Que es lo que quieres?-dije abrazando a mi hija.
-Vamos a jugar un rato con los sentimientos Gabriel, en realidad tiene buen gusto. Eres una mujer hermosa, pero debo cumplir con mi trabajo-dijo Davis y me golpearon la cabeza y ya no recuerdo nada más.
*****
Abrí mis ojos y me doy cuenta que me tenían encerrado en un cuarto húmedo y viejo. Me doy cuenta que estoy en ropa interior y que hay dos hombres que me están viendo Davis y uno enmascarado.
-¿dónde está mi hija?-pregunté y al instante el hombre enmascarado se va y regresa con la bebé entre sus manos.
-En realidad que es un clon de Gabriel-dijo el enmascarado.
-Por favor, no le hagas daño. Hazme lo que quieras a mi pero ella no tiene la culpa de nada-susurré y Davis se acercó a mí y tiró de mi cabello hacia atrás
-¿Qué hacemos con la bebé? Se la damos a los cocodrilos, la matamos o la vendemos. Nos podrían dar mucho dinero por esa niña-dijo Davis y yo estalle en llanto.
-Se lo suplico, déjenla a ella fuera de esto. Ténganme a mí en su lugar-susurré y Davis me soltó.
-Porque mejor no vamos hasta la casa de Gabriel, hacemos una emboscada y los matamos a todos incluyendo a este bebé y yo me quedo con el trofeo-dijo el enmascarado observándome.
-Creo que ese plan suena más conveniente-dijo Davis.
Narra Gabriel
Me senté en el borde de la cama y saqué mi celular y vuelvo a mirar la foto de la bebé. Realmente ella era hermosa, era una niña preciosa. Dejé el celular sobre el colchón, me levanté y fui por la botella de wisky. Comencé a tomarme la botella hasta que me acabé dos más y me quedé dormido.
-¡Ayúdame Gabriel!-escuche el grito de desespero de Adara.
-¡Donde estás!-grité buscando en todas las habitaciones hasta que abrí una puerta y ella estaba colgada del techo.
-¡Adara!-dije y rápidamente fui a desatarla.
-Ellos tienen a Valerie-dijo Adara y cuando me doy la vuelta veo a Benjamin que tenía a Valerie entre mis brazos.
-No le hagas daño-dije y unos hombres se acercan a mi para atarme.
-Bien, bien, entonces miren lo que hago con su hija-dijo Benjamin y sacó una pistola.
-¡Valerie!-grité, abrí mis ojos y me doy cuenta que todo había sido una pesadilla. Llevo ambas manos a mi cabeza y la puerta de mi habitación se abrió y veo a Oliver.
-Hey, te has acabado estas botellas-dijo Oliver y me levante del suelo.
-Quiero morirme-dije acostándome en la cama.
-En serio Gabriel, ahora es cuando tienes que luchar por tu familia-dijo Oliver y lo miré.
-Véte quiero estar solo-dije y Oliver negó.
-No, no me voy a ir-dijo Oliver y un fuerte extruendo hizo que cayera al suelo y ya no recuerdo nada más.
*****
Abro mis ojos y comienzo a ver borroso hasta que pude aclarar mi vista. Me doy cuenta que estoy en un cuarto viejo lleno de humedad, me levanto y siento mucho dolor en mi cuerpo, veo que tengo sangre en mis manos y en diferentes partes de mi cuerpo. Cuando escucho un golpe en el suelo y veo la silueta de una mujer en el suelo. Cuando caigo en cuenta de quién se trata.
-Adara-dije y ella comienza a abrir sus ojos poco a poco hasta que rápidamente se sentó y me abrazó.
-Gabriel, todo fue una maldita trampa-dijo entre lágrimas y la abracé con miedo de volverla a perder.
-Ya estoy aquí-susurré y ella me mira.
-¿Qué fue lo que te pasó?-preguntó.
-Solo recuerdo que hubo una explosión y no recuerdo nada más. ¿En dónde está nuestra hija?-pregunté y Adara me miró. Y unos hombres abren la puerta y deslizan una caja. Rápidamente Adara va hacia la caja y mete sus manos allí y saca a la bebé.
-Ay mi amor, estaba muy asustada-dijo entre lágrimas y yo caminé hacia ella con un poco de dificultad.
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