Capitulo 23 (Leucemia)

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Narra Adara

      Abro mis ojos y siento un peso sobre mi pecho. Cuando veo era Gabriel que dormía sobre mi pecho. Una sonrisa se formó sobre mis labios y sentí algo bajar por mi nariz. Rápidamente llevé mi nano y me doy cuenta que estaba sangrando la preocupación me invade. Me salí de la cama con cuidado y voy al baño y cierro la puerta y cuando me miro en el espejo veo la sangre y mis ojos se llenan de lágrimas.

-No puede ser-susurré y sentí mi mundo dar vueltas. Me recuesto de la pared para poder recuperarme.

No puede ser de nuevo leucemia...

    Me logré recuperar, me limpié y salí del baño y veo que Gabriel aún seguía dormido. Me salí de la habitación y voy a la de Samantha. Doy unos leves toques a la puerta y Samantha abre la puerta. Yo estalle en llanto y la abracé.

-¿Qué sucede?-susurro preocupada.

-Creo que la leucemia a vuelto-susurré entre lágrimas.

-¿Porque lo dices?-dijo.

-Me e levantado sangrando por la nariz, y los mismos mareos-susurré.

-No te alarmes, iremos al doctor vale-dijo y asentí. Voy a la habitación de Valerie y la veo dormida. Una sonrisa se forma sobre mis labios.

-Te amo-susurré y sentí como me abrazan por detrás.

-Buenos días-dijo Gabriel y dejó un beso en mis labios.

-Buenos días-susurré y el sonrie.

-¿Cómo amaneciste?-preguntó.

-Bien-mentí.

-Me alegra saber eso mi amor-susurró.

-Hoy iré a una cita de rutina con el oncólogo. ¿Te puedes quedar cuidando a Valerie?-pregunté.

-Claro mi amor-dijo el.

*****

Veía el rostro del doctor, sabía que algo no andaba bien...

-Lamentablente la leucemia está activa Adara, pero esta vez está más apoderada que nunca. Tenemos que atacarla, tienes que ser fuerte porque este proceso será más largo y doloroso-dijo el doctor y mis lágrimas no tardaron en salir.

-No estás sola-dijo Samantha y me levanté la silla y salí de el consultorio. Tenía que procesar esto que estaba escuchando. El taxi me llevó hasta la playa y allí me senté sobre la arena a mirar la playa y a llorar.

-Adara-escuché la voz de mi mejor amiga.

-Cuando creía que ya todo estaba en orden, sucede esto-susurré entre lágrimas.

-Es difícil, lo sé. Pero esta vez tienes a mucha gente que te quiere y no te dejará sola en este proceso-dijo ella y la miré.

-Por nada de el mundo le puedes decir esto a Gabriel, no traiciones mi confianza-dije y ella me miró.

-Adara no puedes ocultarle esta información a Gabriel, esto es muy grave. El nececita saberlo-dijo Samantha.

-Se lo diré cuando esté lista, pero por ahora esto se debe quedar entre nosotras. ¿Entendido?-dije y Samantha asiente. Yo regresé a mirar la playa y de repente comenzamos a escuchar una conversación.

-Mira no se te ocurra abrir tu puta boca porque te lo juro que soy capaz de matarte, Bryan no puede saber que su padre es Gabriel. El no puede saber la verdad, el no puede saber que yo soy el asesino de su madre que yo la maté y que todo este tiempo el maldito de Gabriel haya creído que su hijo está muerto-abrí mis ojos como platos. Yo sabía quién era ese hombre él era el papá de Bryan, con razón la actitud de Gabriel. El es el asesino de su familia.

Cómo puedo ser tan tonta...

-No puede ser-susurré. Samantha estaba confundida.

-Mira no me retes, sabes de lo que soy capas-dijo y él se silencio al escuchar voces de jóvenes acercándose. El colgó y en eso yo me levanté rápidamente.

Tenía que enfrentarlo.

-¿A dónde vas?-dijo Samantha preocupada.

-Lo que debí haber echo desde hace mucho-dije y fui hasta donde ese hombre. El me miró.

-Como puedes ser tan cabron, como puedes ser tan basura-dije con mis ojos llenos de lagrimas.

-Vaya, vaya pero si mira la gatita ya sacó sus garras-dijo él intentando acercarse a mi.

-En este momento Gabriel va a saber toda la verdad-dije dándome la vuelta pero él me agarró el brazo muy fuerte y me pegó a él.

-Cálmate, porque no sabes de lo que soy capaz. Soy capaz de acabar con la vida de tu Valerie. No me provoques. Tú no le vas a decir nada a Gabriel, a menos que aceptes un trato-dijo el soltándome.

-Con mi hija no te vas a meter hijo de puta, porque por ella soy capas de lo que sea-dije y en eso llega Samantha.

-Ya déjala, o llamaré a Oliver-dijo Samantha sacando su celular y rápidamente él golpeó su mano y dejó caer el celular y le disparó al teléfono de Samantha.

-No me provoques tú tampoco-dijo él y lo miré.

-El problema es entre tú y yo-dije poniéndome frente a Samantha.

-Si quieres que Gabriel sepa que su hijo está vivo, y que regrese con él y tu hija viva tendrías que aceptar un trato. De no hacerlo, mataré a tu hija, así como hice con Charlotte y con Julissa y con Henry. Ah y a tu madre la dejé libre, para que veas que no soy tan mala persona para que Gabriel no se quedará solito-dijo en un tono sarcástico y levante mi mano para cachetearlo pero antes de eso detuve mi mano en el aire y lo miré.

-Eres un monstruo-dije.

-Me han dicho cosas peores, eso no me ofende-dijo él y en eso aparece Bryan.

-Hola papá, te estaba buscando. Oh hola Adara... ¿todo está bien?-dijo, mirándome. El sabía que yo no estaba bien.

-Cariño, estoy hablando con ella. Por favor puedes irte, espérame en la camioneta-dijo Benjamin y Bryan asiente.

-Espero que todo esté bien-dijo Bryan y se marcha.

-Se me acaba de ocurrir una idea espectacular, y si acabamos con la vida de Valerie y Bryan-dijo Benjamin y lo miré.

-En realidad eres el mismo satanas, ambos son niños inocentes que no tienen la culpa de lo que nosotros hagamos-susurré. El sacó un papel y comenzó a hacer unas anotaciones.

-Te veo aquí a las 6 de la tarde-dijo Benjamin y se fue entregándome el papel. Samantha me miró.

-Adara ese hombre es muy peligroso, no vas a ir ahí-dijo Samantha.

-Samantha, el hijo de Gabriel está vivo y ese niño es Bryan. Yo tengo que devolverle a su hijo, él merece saber que su hijo está vivo. Estuvo 17 años sufriendo y pensando que toda su familia había muerto-dije y Samantha me miró.

-Tienes razón Adara pero tienes que hablar con Gabriel-dijo Samantha.

-No, y no le dirás nada ni a Gabriel ni a Oliver. Hazlo por Valerie te lo suplico-susurré.

 Hazlo por Valerie te lo suplico-susurré

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La Promesa Del NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora