Gabriel le había echo una promesa a Valerie, que era que él día que ella faltara él iba a cuidar de su hija, la iba a proteger de todo el mal que viniera. Pero, quizás Adara confunda los sentimientos de Gabriel hacia ella. Su protección, atención y...
-Que gusto verte Bryan-dije y el sonríe. Subí las escaleras con ayuda de Gabriel y rápidamente entré a la habitación de Valerie. La abracé y le di mucho cariño.
Entré a la habitación y me senté en el borde de la cama y Gabriel se sentó a mi lado.
-¿Cómo te sientes?-preguntó Gabriel agarrando mi mano. Pero me retiré de el.
-Bien-dije fría.
-Adara por favor, ya no quiero seguir así. Que tengo que hacer para que me perdones-dijo Gabriel y lo miré.
-Me estoy comportando como tú lo hacías conmigo. ¿Ahora te duele? Claro, nunca hagas lo que no te gusta que te hagan-dije y Gabriel me miró.
-Esta bien tienes razón, me merezco todo lo malo. Pero debes ponerte en mis zapatos, nunca me dijiste la verdad, ¿qué querías que pensara?. Dime-dijo él y lo miré.
-Lo único que me molestó fue que fuiste capas de arrebatarme a Valerie de mis brazos, a base de mentira. Dijiste que yo era mala, que yo iba a lastimar a nuestra hija. ¿Es en serio? Jamás sería capaz de lastimar a nadie y mucho menos a mi hija-dije levantando el tono de voz.
-Estaba desesperado, quería proteger a Valerie de ese hijo de puta-dijo el.
-Yo no puedo estar al lado de una persona que es capas de hacer lo que hiciste. Y vete preparando porque estoy buscando un lugar para vivir con nuestros hijos-dije levantándome y entrando al baño. Me miré en el espejo.
*****
-Quiero algo más grande-dije y Samantha y yo seguimos viendo opciones atravves de la tableta.
-Adara, puedes regalarme un segundo-dijo Charlotte y la miré.
-Claro-dije y me levanté y me fui a la cocina con ella.
-Ayer escuché la discusión que tuvieron Gabriel y tu. Quiero decirte que... Gabriel de verdad está arrepentido-dijo ella y la miré.
-Mira Charlotte, si él te mando nada me hará cambiar de opinión-dije y ella negó.
-Yo vi como él te cuido estos 5 meses, él no dormía velando a que no te dieran los ataques eplepticos, él siempre te cuidaba. Y de verdad que muchas veces llegué a sentir celos. Yo amo a Gabriel, él fue mi esposo y por razones obvias él me dio por muerta y no tuve la oportunidad de decirle estoy viva, de volver a vivir una vida junto a él. Tú tienes esa oportunidad, no la dejes pasar-dijo ella y mis ojos se llenaron de lágrimas.
-No te quito más tu tiempo-dijo Charlotte y sale de la cocina.
-Mira Adara-Samantha se calla al verme.
-¿Qué pasó ahora?-dijo Samantha.
-Nada-dije y mire la tableta y seque mis lágrimas.
-Esta en otra ciudad, es el problema-dijo ella y la miré.
-Mejor así, contáctame con el vendedor. Quiero que este proceso sea rápido-dije y Samantha asiente. Por mi parte subí las escaleras y veo a Gabriel. El estaba observando a los niños en la cuna y logré escuchar su conversación.
-A veces las cosas no salen como las planeamos, pero si de algo estoy seguro es que yo siempre voy a estar para ustedes. Porque ustedes tres son mis razones para seguir luchando. Cuánto quisiera que su mamá se diera cuenta de lo mucho que la amo, de que la cuidaría un millón de veces si fueras necesario. Pero, debo dejarla ser feliz, no puedo ser egoísta. Aunque su decisión acabe de matarme lentamente-dijo Gabriel con un nudo en su garganta. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
En este momento mi mente quería algo, pero mi corazón quería otra cosa.
-Miren el anillo que le había comprado a mamá-dijo el sacando una pequeña caja y mostrando el anillo. Llevé una mano a mi boca y rápidamente abrí la puerta completa. Gabriel rápidamente ocultó la caja en sus bolsillos.
-Lo siento, no sabía que estabas ahí-dijo Gabriel secando sus lágrimas. Rápidamente me acerqué a él, él se levantó y yo acaricié su mejilla.
-¿De verdad me amas?-susurré y el asiente.
-Te amo más que mi propia vida, no sabes cuánto Adara-susurró acariciando mi mejilla.
-Yo también te amo-susurré y el sonríe.
-Repítelo por favor-susurró y sonreí.
-Que te amo Gabriel-susurré y el sonríe y se acercó a mí y juntamos nuestros labios.
Tiempo después...
-Bryan por favor cuidado-dijo Gabriel.
-Gabriel, Bryan tiene 20 años. El sabe lo que hace-dije y Gabriel me miró.
-Tienes razón, debo aceptar que ya no tengo bebés-dijo Gabriel y solté una carcajada.
-Ve y disfruta-dije y abracé a Bryan.
-Gracias mamá-dijo él y se va.
-Papá-dijo Valerie que venía corriendo y antes de que se tropezara Gabriel la tomó en sus brazos.
-Ten cuidado, podrías lastimarte-dijo Gabriel y Valerie se aferró del cuello de Gabriel.
-Mami-dijo el pequeño Dylan, el cual tomé entre mis brazos.
-¿Quieres dormir?-pregunté y el asiente. Subí a la habitación con Dylan, Gabriel y yo leímos un cuento y los niños se quedaron dormidos. Nosotros nos duchamos y vamos a la cama.
-No podré dormir, esperaré a que regrese Bryan-dijo y lo miré.
-Debemos aceptar que nuestro hijo ya no es un niño, ya es un adulto-dije y él me miró.
-Ven aquí-dijo y coloque mi cabeza sobre su pecho y él acaricia mi cabello y yo juego con mi anillo de bodas y yo juego con el anillo de bodas de Gabriel.
-Te amo-dijo y lo miré.
-Yo te amo más-dije y el sonríe.
-Gracias por hacerme feliz-susurró y yo lo miré.
-Gracias a ti por demostrarme el verdadero significado del amor, a pesar de los obstáculos que se nos presentaron supimos vencerlos y miramos. Tenemos una hermosa familia. Bryan, Valerie Dylan y nuestro bebé que viene en camino-susurré acariciando mi vientre y el sonríe.
-Te amo, una y un millón d e veces más...
Fin
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