Capitulo 21 (Abrazo de 6)

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Narra Adara

Mis lagrimas no dejaban de salir, iba a pedirle perdón por lo que había dicho pero la gran sorpresa me la llevé yo. Samantha no dudó en sacarme de aquel lugar, ya no podía seguir viendo aquello que me dolía tanto. Ver como Gabriel y Evelyn tenían sexo. Samantha me dejó en su habitación y cerró la puerta con seguro.

-Lo siento mucho-dijo dándome un abrazo.

-Yo solo quería pedirle perdón por lo que le dije, y mira la sorpresa que me llevo-dije entre lágrimas.

-Vamos a hacer algo, vamos a salir a dar una vuelta. Necesitas un poco de aire fresco-dijo Samantha y derepente comencé a sentir mucho dolor en mi vientre.

-Samantha me duele mucho-dije llevando ambas manos a mi vientre.

-¡Oliver!-gritó Samantha y mis pantalones grises se llenaron de sangre. La puerta se abre y era Gabriel. Mi respiración se vuelve irregular y me empiezo a sentir muy débil.

-Adara mantente aquí conmigo, no cierres los ojos-dijo Samantha sosteniendo mi rostro. El dolor cada vez era más y más insoportable. Lo único que sentí fueron los brazos de Gabriel sostneiendome y corriendo conmigo. Lo último que sé es que Oliver conducía a toda velocidad y mi vista se volvió borrosa. Y comencé a escuchar la voz de Gabriel y Samantha a lo lejos.

-Adara, no cierres tus ojos. Mantente aquí con nosotros-dijo Gabriel y todo se volvió obscuro y ya no recuerdo nada más.

Narra Gabriel

-Ella estará bien-Oliver intentaba calmar a Samantha.

-Si algo le pasa a ella o al bebé tú serás el único culpable. Ella solo quería disculparse por lo que te dijo y mira como te encontró-dijo Samantha y mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Familiares de Adara-dijo el doctor y rápidamente fuimos hacia allá.

-Lamentablemente no pudimos salvar al bebé, lo siento mucho-dijo el doctor y mis lágrimas no tardaron en salir.

-Adara se encuentra sedada, pero estable-dijo el doctor.

*****

-Hola-dijo Samantha cuando vio que Adara abrió sus ojos.

-¿Cómo está el bebé?-preguntó llevando ambas manos a su vientre. Oliver sostiene la mano de Adara y Adara rápidamente comienza a negar.

-Dime que no es cierto, por favor-susurró y Samantha asintió con sus ojos llenos de lágrimas.

-Lo siento mucho-dijo y ella llevó ambas manos a su rostro y estalló en llanto.

-Encontré un hospital que te ayudará a recuperarte y volver a caminar-dije y ella me miró, pero en su mirada veía dolor, tristeza, decepción, coraje y odio. Aquella no era la mirada de la Adara que yo conocía.

-Nada me va a devolver a mi bebé-susurró entre lágrimas.

*****

Observaba a Valerie mientras dormía, se veía tan tranquila. En eso escuché el sonido de la puerta y veo a Adara que entró y rápidamente la miré.

-¿Lo hiciste tú sola?-pregunté y ella negó.

-Oliver me ayudó-dijo y ella se puso frente a la cuna de Valerie y comenzó a observar a la bebé.

-Me iré con Valerie cuando me recupere-dijo ella y la miré.

-Esta es tu casa, no tienen porque irse-dije intentando sostener su mano pero ella simplemente sostiene el barandal de la cuna de la bebé.

-Quiero ofrecerte una disculpa por lo que te dije, lo dije sin pensar. Y somos los padres de Valerie y quiero que tengamos una relación sana, pero una relación de mamá y papá de Valerie que somos. Como amigos, quiero ser un buen ejemplo para ella y que ella crezca al lado de ambos aunque no estemos juntos como pareja-dijo Adara.

-Yo no tengo nada que perdonarte Adara, y... estoy de acuerdo contigo. ¿Empezamos de cero?-pregunté y Adara me miró.

-Está bien-dijo aceptando mi mano.

-¿Puedo darte un abrazo?-pregunté y Adara asiente. La abracé y no quería soltarla, aspiraré su aroma y sentí como mi corazón quería salirse de mi pecho. Ella se separó de mí.

-Mañana viene el terapista a comenzar con las terapias-dije y ella asintió.

-Vale-susurró y supe que algo se había roto entre nosotros.

-Que tengas una buena noche-dijo y salió de la habitación.

-Igual tu, mi amor-susurré y regresé a mirar a Valerie.

-Voy a conquistarla-susurré y sonreí.

-Voy a hacerla mi mujer, mi esposa y el amor de mi vida-dije.

Narra Adara

    El tiempo fue pasando y las terapias habían sido
100% efectivas. Gabriel y yo teníamos una relación pero una relación de amigos, debo mencionar que hemos tenido una buena relación. Valerie está hermosa y está próxima a cumplir su primer año. No saben los sentimientos encontrados que tengo. Mi niña está creciendo muy rápido.

     Hoy era el gran día que tanto esperaba, luego de un largo tiempo, de caídas, de tristeza, desespero y decepción volvería a caminar. Tenía miedo, claro que sí pero era la gran sorpresa que le tenía a todos hoy. Estaban todos reunidos en la mesa para cenar. Mi terapista me ayudó a llegar con la silla de ruedas. Gabriel se iba a levantar para ayudarme pero le hice una señal, de que no se levantara. Sostuve mis manos de los barandales de la silla y respiré profundo.

  Observé que Gabriel sostenía a nuestra hija en brazos. Todos me miraban, pero en especial ellos. Me incorporé y pude levantarme. Observé como los ojos de Gabriel se llenaron de lágrimas y Samantha tenía ambas manos en su boca. Gabriel se levantó y moví una pierna y luego la otra y veo el rostro de emoción de Gabriel. Llegue hasta donde él y mis lágrimas no tardaron en salir.

Lo logré...

   Gabriel no aguantó y me dio un fuerte abrazo. Sentía sus lágrimas sobre mi hombro. Yo tampoco pude evitarlo y estalle en llanto. Lo había logrado, estaba caminando. Tenía que agradecerle a él, porque él estuvo en todo momento apoyándome, al igual que Oliver y Samantha.

-Dios mío, no sabes cuánto me alegra volverte a ver caminar. Me siento tan orgulloso de que lo has podido lograr, cada vez te admiro más y más por la mujer fuerte y valiente que eres. Yo hace tiempo me hubiese rendido-dijo Gabriel. Ambos nos quedamos mirando y sentí mi corazón latir, su mirada era diferente.

¿Me miraba con ternura?

-No sabes lo feliz que estoy-dijo Samantha y la abracé.

-Esto no hubiese sido posible, si ustedes no estuvieran en mi vida. Los quiero a todos-dije y nos abrazamos todos.

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