Capitulo 8 (Revelación de sexo 1/2)

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Narra Gabriel

Vi como Adara abrazaba a Valerie y mi mirada se detuvo en el vientre de Adara. No podía imaginar que el tiempo había pasado muy rápido. Cada vez que veía su vientre sentía una sensación extraña dentro de mí. Era como... ilusión no lo sé algo que no podía explicar.

-Te e pillado-escuché la voz de Oliver.

-¿Qué te sucede?-pregunté y él sonríe.

-Te vi mirando a Adara, conozco esa mirada-dijo Oliver.

-Solo miraba a Valerie. Ya le conté a Adara toda la verdad-dije y Oliver me miró.

-Vale... Samantha me estaba comentando que Adara había dejado sus estudios y que... esta mañana la llamaron para que comenzara a trabajar en una cafetería como mesera-dijo Oliver y lo miré.

-¿Mesera?-pregunté y él me miró.

-De alguna manera tiene que sacar a su bebé adelante-dijo Oliver. Regrese a mirar a Adara y vi que Valerie le hablaba al vientre de Adara. Ambas se veían muy felices. Una pequeña sonrisa se formó sobre mi rostro y luego decidí alejarme de allí. Fui a mi despacho entré y me senté en la silla.

Y se me había ocurrido una idea...

Narra Adara

-Bueno, ya sé el sexo de mi sobrino-dijo Samantha emocionada.

-Si-dije con un millón de emociones mezcladas. Estaba feliz porque al fin sabría el sexo de mi bebé pero... a la vez una parte de mí estaba apagada. Era lo de mi mamá, era el saber que estoy sola en esto. Eran muchas cosas las que tenía en mi mente.

-Hey, no estés triste. Todo saldrá bien-dijo Samantha y mis lágrimas no tardaron en salir.

-Tengo un millón de cosas en la cabeza ahora mismo-susurré.

-Hey, no le transmitas esos sentimientos tristes al bebé. Eso no le hace bien-dijo Samantha y la miré.

-Es aquí-dije y Samantha detiene su coche.

-Bien, cuando termines vienes directo a cambiarte para hacer la pequeña fiesta entre nosotros de la revelación-dijo Samantha y asiento.

-Gracias-dije abrazándola y me baje. Entré y habían muchas personas.

-Hoy hay demasiado de trabajo-dijo mi jefe y asentí. Rápidamente me puse el delantal y comencé a tomar órdenes. Era mi hora de salida y iba a ir a ponchar pero mi jefe me detuvo.

-Lo siento, pero de aquí te vas cuando termines de limpiar todas las mesas, los suelos y todos los platos. Es parte de tu trabajo-dijo él y mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Pero.. hoy era mi revelación de sexo-dije.

-Pues vete, pero no te pagaré el día de hoy-dijo él y mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Esta bien-dije y él extendió su mano.

-Dame tu teléfono, eso te trae muchas distracciones-dijo él y lo guardo en una gaveta con llave.

Prácticamente me tocó hacer todo el trabajo a mi sola. Comencé limpiando todas las mesas que habían, eran muchísimas. Las horas fueron pasando y el cansancio era cada vez peor. Estaba en el suelo restregando el suelo cuando escucho que tocan el cristal y veo a Samantha. Rápidamente abrí la puerta y la miré.

-Me tenías preocupada, no contestabas mis llamadas. ¿Que haces trabajando todavía?-dijo ella y la miré.

-Tengo que hacerlo, no sé a qué hora vaya a salir-dije y Samantha me miró.

La Promesa Del NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora