Prologo

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Narrador Anónimo

-¡Me asustaste!-dijo ella exaltándose. Él sonríe y la abrazo por detrás.

-Te extrañé-dijo el y ella se da la vuelta. El se pone a la estatura de su vientre y le da un beso.

-Hoy no a parado de moverse-dijo ella con una sonrisa y él sonríe.

-Te tengo una sorpresa, no creerás que se me olvidó nuestro aniversario-dijo él y ella sonríe. Él le pone una venda en los ojos y la lleva al lugar de la sorpresa.

-Cuanto te diga, vas a abrir los ojos-susurró el y el le quito el vendaje y se puso al frente de ella.

-Abre tus ojos-dijo el y ella abrió sus ojos. Ella llevo ambas manos a su boca no podía creer la hermosa sorpresa que él le había preparado.

-Mi amor, esto está muy hermoso-dijo ella y se besan.

-Te mereces más que eso, esto no es nada. Es toda tuya-dijo él entregándole las llaves de su nueva Lamborghini. En eso salen ambas familias a felicitarlos por el día de su aniversario. Llegó la noche, y el bajo a la cocina y se puso a hablar con su nana. Ella era como su mamá.

-Me siento tan feliz de verte feliz-dijo ella y él sonríe.

-En realidad si-dijo él y ella tomó sus manos.

-Te quiero mucho, sabes que para mi eres como un hijo-dijo ella y se abrazan.

-Es hora de dormir, ve a descansar. Mañana tienes el día libre-dijo el y dejo un beso en la frente de su nana. Él sube las escaleras y se acuesta al lado de su esposa. Ella pone su cabeza en el pecho de él.

-¿Has pensado en un nombre para nuestro hijo?-preguntó ella y ambos se miran.

-Angel-susurró y ella sonríe.

-Ese nombre está hermoso, si supieras que pensé en ese. Me gusta Ángel-dijo ella. El celular de él comenzó a sonar y se levantó a contestarlo.

-Buenas noches, ¿ocurre algo?-preguntó saliendo a la terraza.

-Jefe, ocurrió algo con uno de los cargamentos. Necesito que venga en este momento-dijo el empleado.

-Carajo, es muy tarde. Dame 20 minutos voy allá en este momento-dijo y colgó. Él entró y miró a su esposa que se había quedado dormida. El se acercó y dejó un beso en su frente y luego otro en su vientre.

-Regresaré pronto, los amo mucho-susurró, se cambió y salió a revisar el problema. Llegó al lugar y pudo resolver el problema cuando va de regreso a su casa, la escena que ve lo hace entrar en desesperación. Habían patrullas, ambulancias y gente. El dejo la camioneta en medio de la calle y corrió a hacia su casa. Comenzó a ver a los guardias de seguridad muertos y rápidamente intento entrar pero los policías lo detuvieron.

-No puede pasar, hay gente muerta allá adentro-dijo el policía.

-Es mi casa-dijo desesperado y empujo a los policías y logro entrar. Él subió las escaleras corriendo y lo que vio lo destruyó por completo.

-¡No!-gritó estallando en llanto. Su esposa estaba tirada en el suelo con varios impactos de bala. El rápidamente la agarró en sus manos, ella ya no tenía vida.

-No, no, no-gritó entre lagrimas.

-¡¿Porque?!-gritó entre lágrimas.

En eso entró otro de sus hombres y lo miró.

-Jefe, han asesinado a sus papás también-dijo el hombre.

La Promesa Del NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora