Ennéa ࿐

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LISA


Me equivoco con Jennie. Cada vez que la empujo, la pongo a prueba, veo si esto es lo que la enviará corriendo a casa a la ciudad superior, ella da un paso hacia delante, pero es más que eso. Creo que andar juntas la emociona tanto como a mí, cada vez que sus labios se curvan y encarna un rayo de sol conforma humana, sé que las cosas están a punto de ponerse interesantes.

¿Y ahora?

No tengo palabras para describir lo que estoy sintiendo ahora, no con ella desnuda en mi casa y su piel bronceada enrojecida por el deseo de mi toque. Paso mi mano sobre su estómago, odiando a su madre y al resto de la ciudad superior por crear circunstancias en las que esta mujer está tan concentrada en sobrevivir y salir que ignora las necesidades de su cuerpo, ella es demasiado delgada. No es frágil exactamente, pero admitió que no se cuida como debería.

—Lisa —Jennie se presiona contra mí, apoyando la cabeza en mi hombro, entregándose a mí por completo— Por favor.

Como si pudiera detenerme ahora incluso si quisiera, estamos juntas en este camino hacia el inframundo mucho más allá del punto sin retorno. No pierdo más tiempo, ahueco su coño y no puedo evitar mi gruñido cuando la encuentro mojada y con ganas.

—Te gustan estos juegos, disfrutas estar en exhibición.

Ella asiente.

—Ya dije que sí.

Me concentro en moverme lentamente porque la alternativa es caer sobre ella como una criatura hambrienta y deshacer toda la frágil confianza que he construido.

Ella es suave, está húmeda y caliente.

Introduzco dos dedos en ella y en respuesta suelta el más delicioso gemido y se aprieta a mi alrededor. La exploro lentamente, buscando ese lugar que la hará fundirse, pero no es suficiente, necesito verla, verla completa.

Rápido.

Me agacho con mi mano libre y engancho su muslo levantándolo y extendiéndolo ampliamente para darme un mejor acceso, poniéndola en exhibición para una audiencia nula. Siempre me ha gustado jugar en público y no puedo negar lo intensamente que espero reclamarla así frente a una sala llena de gente, y su respuesta esta noche indica que se pondrá tanto como yo.

Acaricio su clítoris con mi pulgar experimentando hasta encontrar el movimiento correcto que hace que todo su cuerpo se tense y me inclino hasta que mis labios le rozan la oreja.

—Mañana por la noche, esta sala se llenará de gente. Todos aparecerán para ver tu bonito coño y para escuchar lo dulcemente que puedo hacer que te corras.

—Oh, dioses.

—¿Les darás un buen espectáculo, Jennie? —no puedo evitar arrastrar mi boca por su cuello, es como darme cuenta de que puedo tocarla como quiera, que está bailando al borde del orgasmo y que quiere más... Finalmente me doy cuenta, esta mujer es mía, aunque solo sea por unos meses, es una información embriagadora.

—Lisa, por favor.

Me quedo quieta y ella intenta girar las caderas para seguir follándome los dedos. Eso le hace ganar un mordisco en el hombro.

—¿Por favor, qué? Sé explícita.

—Hazme correr —su respiración es irregular— Bésame, fóllame, simplemente no te detengas.

—No me detendré —mis palabras salen como un gruñido, pero me importa un bledo. Beso a Jennie y continúo conduciéndola hacia el orgasmo. Ella todavía sabe a verano, quiero envolverla y mantenerla a salvo, quiero follarla hasta que todas sus máscaras se rompan y ella llore mientras se corre alrededor de mi polla.

Styx ࿐ ᴊᴇɴʟɪsᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora