LISA
No duermo. Incluso después de ducharme y meterme en la cama con Jennie, sosteniéndola en mis brazos mientras su respiración se calma, el sueño no vendrá a mí. No puedo deshacerme del miedo que ha surgido con cada minuto desde el momento en que me separé de ella, mis duras palabras aún resuenan en mis oídos. Crucé una línea, y que ella esté ahí conmigo no cambia el hecho de que este hecho.
No quiero dejarla ir.
Es un escenario imposible. Es como si tratara de amarrar a la luna o de mantener a Jennie conmigo. Incluso si ella estuviera dispuesta, el precio es demasiado alto.
Su madre nunca reconocerá que su querida hija podría preferir la ciudad inferior, que podría preferirme a mí, en vez del veneno chispeante que la corte de Jiyong tiene para ofrecer.
Continuará castigando a mi gente para intentar forzar mi mano.
Podemos durar unos años por nuestra cuenta, siempre y cuando no tiremos demasiado de las líneas de suministro que establecí con Bang Chan, pero en el segundo que Bobby o Deméter se den cuenta de lo que está sucediendo, esa vía estará cerrada para nosotros. Las personas que dependen de mí para su seguridad sufrirán.
¿Y Jiyong?
Nunca descansará mientras Jennie esté a mi lado. Pensé que haría su jugada, pero ese viejo bastardo es más astuto de lo que esperaba. Se moverá en mi contra, pero lo hará de una manera que no pueda rastrearlo. Si no puedo probarlo...
No, hay mil razones para honrar mi acuerdo con Jennie y allanar el camino para que ella obtenga su libertad. Solo hay uno para pedirle que se quede. La amo, pero no es suficiente y nunca será suficiente con las probabilidades en nuestra contra.
Estoy tan metida en mis pensamientos que me toma unos momentos registrar el sonido de un teléfono. Levanto la cabeza, pero no es mi tono el que suena.
—Jennie.
Ella se mueve y parpadea con esos lindos ojos color chocolate.
—¿Lisa?
—Alguien te está llamando —cuando sigue tratando de espabilarse, me deslizo fuera de la cama y saco su teléfono del tocador. Un vistazo rápido a la pantalla muestra el nombre de Tzuyu— Es tu hermana menor.
Eso la pone en movimiento, se sienta y se echa el cabello hacia atrás con una mano mientras toma el teléfono con la otra. Espero que tome la llamada en el baño o la sala de estar para tener algo de privacidad, pero lo pone en el altavoz.
—¿Tzuyu?
—¿Jennie? Oh, gracias a los dioses. Nadie más está respondiendo —el pánico en la voz de la mujer hace que se me ericen los pequeños pelos de la nuca.
—¿Qué está pasando?
—Hay alguien siguiéndome, se suponía que iba a encontrarme con Orfeo en un bar, pero él nunca apareció y este tipo se puso muy agresivo, así que me fui, pero... —solloza— Me está siguiendo, no hay taxis y no sé qué hacer. Había gente alrededor, pero ahora estamos demasiado cerca del río y todas las calles están vacías. Traté de llamar a Orfeo, pero no responde. ¿Qué hago, Jennie?
Cuanto más asustada suena su hermana, es cuando Jennie apaga sus propias emociones, su voz se vuelve enérgica.
—¿Dónde estás? Tu ubicación exacta.
—Uh... —hay sonido del viento en el altavoz— En Enebro y la Quincuagésima Sexta.
Me encuentro con la mirada de Jennie. Su hermana está cerca del río Estigia pero no lo suficiente. Si intenta cruzar, la gente de Jiyong intentará llevársela. Si yo lo hiciera, estaría violando el tratado.
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Styx ࿐ ᴊᴇɴʟɪsᴀ
Fanfiction"Se suponía que era un mito. Pero desde el momento en que crucé el río Styx y caí bajo su oscuro hechizo... ella era, simplemente, mía." Cuando su madre la embosca con un compromiso, Jennie huye a las entrañas prohibidas y hace un trato con el diabl...