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Una nueva vida, eso era lo que decía todos los días mi madre como si me lo tuviera que aprender de memoria, pero esto es lo que ella quería no lo que yo anhelaba.

Yo era feliz antes, hace dos años teníamos esta vida, vivíamos en un barrio humilde y desde que mi padre había fallecido habíamos podido sobrevivir, pero yo era muy feliz, tenía amigos reales un lugar propio y sueños sin aparentar.

Extrañaba mucho a mis amigos y nuestros vecinos sobre todo a él, Dalton Spencer, el chico que se había convertido en mi héroe durante toda mi niñez, él era el hijo de nuestro vecino el señor Simón, él había perdido a su esposa cuando Ryan, su hijo más pequeño, había nacido la señora Spencer se había enfermado y no pudo recuperarse por lo que su esposo tuvo que encargarse de los dos niños solo, era un gran hombre, Ryan tenía mi edad y también íbamos juntos a la escuela por lo que cuando mamá trabajaba, yo me quedaba en su casa ya que el señor Spencer tenía un taller y trabajaba en el horario en que sus hijos iban a la escuela.

Mi madre trabajaba durante todo el día doble turno.

Yo sabía el sacrificio que ella hacía y que quería que superáramos este momento de nuestras vidas, pero yo era feliz con lo que tenía.

Dalton era 2 años más grande que nosotros, siempre estaba al lado nuestro, nos cuidaba y protegía y como dije era mi héroe, mi príncipe azul, yo amaba a escribir de niña y Dalton Spencer era el protagonista de todas mis historias.
De pequeña estaba completamente flechada por ese chico, a medida que crecíamos él se ponía más grande y mucho más lindo, le encantaba pasar tiempo en el taller con su padre, quería estudiar ingeniería mecánica y continuar con el legado familiar, amaba escuchar con la pasión con la que hablaba de autos y de la mecánica.

Una noche yo había discutido con mi madre y escapé de casa, ahí me enteré que mamá estaba conociendo a alguien, ella me lo había contado, yo con solo 12 años me sentía completamente defraudada por mi madre pensaba que había olvidado a su esposo, al que decía que había sido el hombre de su vida, yo no lo podía comprender, corrí salí de la casa y fui al puente donde siempre me escondía cuando las cosas iban mal, esa noche llovía hacía mucho frío y me refugié en ese lugar llorando porque mi mamá no podía hacerme eso, de repente escuché unos pasos, me asusté y cuando me disponía pararme para correr, me tomó del hombro.

- Tranquila soy yo - me dijo

Era Dalton, lo vi y no pude evitar arrojarme en sus brazos y un llanto inmenso me cubrió, él no preguntó nada me rodeó con sus brazos y me sentí segura y protegida, era siempre lo que hacía él, cuando logré calmarme me preguntó.

-Por qué estás así Mía -
-Mi madre se enamoró de alguien más -
-Piensas que se olvidó de tu papá -
-Sí-
-Mía mírame- me dijo

Lo hice mis ojos rojos y llenos de Lágrimas miraron los suyos.
Tomo mi rostro y lentamente me hizo mirarlo.

-Las personas pueden volver a querer y eso no significa que no ame más a tu papá ni a ti, y que no haya roto su promesa-
-Pero si se olvida de él -
-No se olvidará nunca de tu padre porque te tuvo a ti, a veces hay que aceptarlo y entender-
-Gracias -

Siempre Dalton tenía las palabras que me ayudaban a aliviar lo que me pasaban.

-Cómo sabías que estaba aquí, me seguiste - pregunte
-Justo estaba llegando a casa cuando te vi salir corriendo y gritando a tu mamá, le dije que yo iba que no se preocupara -
-Siempre estás allí sos Mi gran héroe Dalton-

Nuestros ojos se encontraron Dalton se acercó poco a poco, estaba por besarlo, Dalton Spencer me daría mi primer beso, siempre había soñado con que fuera él, pero nunca imaginé que en un contexto así, pero, ya no me importaba Dalton lo hizo, besó mis labios suavemente, un calor recordó mi cuerpo, había dado mi primer beso ese que jamás olvidaría y se lo había dado a él al chico que más quería en mi vida.

CORREDOR  154Donde viven las historias. Descúbrelo ahora