CORREDOR 154

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Los días siguientes estuve andando en una nube, el picnic con Dalton había sido hermoso y el beso cerro el capitulo con broche de oro.

Lola decía que estaba estúpida, pero no me importaba, nos mandábamos todo lo días mensajes todo estaba volviendo a ser como tenía que haberse desarrollado todo este tiempo.

Mama ya estaba emocionadísima y curada por suerte y estaba organizando para que los Spencer vinieran a cenar a casa y yo estaba tratando de que Connor se calme por que venia su cumpleaños y su madre quería hacer un viaje, pero Connor quería una megafiesta.

Siempre era lo mismo los días antes era pelea y estrés entre ellos, mas su padre que le enviaba regalos carísimos compensando la ausencia y la culpa.

Pero a pesar se sus desastres emocionales Connor era un chico increíble que esas cosas no lo afectaban y si lo hacían un poco nos tenia siempre a nosotras apoyándolo como siempre.

Por lo que la fiesta de disfraces prácticamente era un hecho sea lo que quisiera su madre.

Por supuesto nuestros trajes ya estaban siendo preparados e ideados por Lola, ya estaba maquinando que cosa nos pondría a cada uno, amaba esa faceta que tenía mi amiga era solo darle una oportunidad y ella te hacia el mundo, adoraba a esa chica.

Al llegar a casa mama me recibió con la noticia de que los Spencer vendrían esta noche a cenar a casa, las burbujas en mi estomago empezaban a hacer notar.

Mama se rio de solo verme como me había puesto al solo nombrar su apellido, rápido pregunté a que hora y de inmediato me puse en plan ponerme en condiciones.

Me peine y planche el pelo, me puse un top color rosa y una pollera de cuero negra, unos borceguís y cuando el timbre sonó el corazón parecía que se me salía del pecho, mama grito llamándome por lo que supe que eran ellos, era el.

Me calme, tarde unos minutos para no resultar desesperada por verlo, y cuando vi que era el momento adecuado, calma baje.

Con el último escalón ahí los vi, los ojos de Dalton se posaron en mi y una media sonrisa junto con sus ojos color azul profundo, me encontraron.

Ryan vino a mi y nos abrazamos rompiendo la electricidad que emanaban nuestras miradas, abrace al señor Spencer y nos dimos un extraño abrazo con Dalton

Los acompañe en el mientras tanto a recorrer la casa y mostrarle algunas cosas, le pedí a Eric que me dejara enseñarle en garaje, pero Ryan no nos quiso acompañar, prefirió quedarse en el salón de juegos donde había un simulador que lo atrajo al instante.

Mama nos dijo que en media hora cenaríamos y que no nos demoráramos.

Dalton no dijo palabra solo me acompaño detrás mientras lo guiaba fuera de la casa para ver los autos. Llegamos abrí la puerta de garaje y encendida la luz. Los 18 deportivos se desplegaron antes los ojos atónitos de Dalton al cual por fin le escuchaba la vos.

-No puede ser ¡!!, esto es una locura-
-Si, y estos son solo la mitad de los que tiene, el resto los tiene en una casa en las afueras, es increíble-

Dalton se giró y vino hacia mí, me tomo por sorpresa
-increíble estas vos Mia, quedé sin palabras al verte, y no sabia como reaccionar cuando te vi, estas hermosa-
-Ah pensé que te habías arrepentido de lo de anoche-

Mi miro, se le oscureció la mirada me tomo del cuello y atrajo mi boca a la suya, mi cuerpo se estremeció y tuve que apoyar mi culo en la lambo amarilla que estaba detrás. Nuestras bocas parecían que se necesitaban aún más, mis manos lo recorrían y esto se ponía mas caliente con cada segundo de beso que pasaba.
De pronto paro, se separo de mi boca, me queje por su ausencia y apoyo su frente en la mía.

-Creo que es mejor que subamos, por favor-
Me reí, ante su respiración agitada, lo comprendí, pero sentía como mi sexo palpitaba de necesidad, lo necesitaba lo deseaba.

Cerramos el garaje y fuimos a la casa, justo en el momento que Eric salía a buscarnos.

-chicos justo los buscaba, que tal te pareció Dalton-
-increíble Eric, en qué momento se te ocurrió el diseño verde, es increíble-
-Ese lo diseño Mia, es su obra ese color, ojala puedas ver los que tenemos en la casa de la playa son increíbles.

Dalton me miro, sentí el orgullo en sus ojos cuando Eric le menciono lo del diseño, creo que hasta quería tomarme de la mano, pero Dalton siempre había sido así, yo no sabia como siendo yo me había  besado y hecho lo que hizo sin pedirme que fuera su novia otra vez y claro que estaba dispuesta a decirle que si apenas me lo preguntaba y sino no me importaba moría por tener sus labios en mi boca mil veces mas aunque sea en la ilegalidad.

En la cena mama se encargo de avergonzarnos junto con el padre de los chicos, no solo ya estaba planificada la boda sino hasta nuestros hijos, realmente era un bochorno, mientras Ryan y Eric reian yo no podía ponerme de mas colores por la vergüenza, ni siquiera podía mirar a Dalton el cual sabia que tenia sus ojos en mi.

Después de un descanso de mi persona en la mesa, decidí tomar un poco de aire mientras todos tomaban el postre y café del otro lado de la casa en el jardín.

Sentía el fresco viento sobre mi cara, mientras sentía que alguien se sentaba a mi lado

-No me pareció nada malo lo que dijo tu mama-
Lo mire de reojo no creyendo que de verdad no lo hubiera incomodado la situación

-Claro cuantos nietos dijo que quería 3-
-No dijo 5- dijo riendo
-Esa mujer esta loca y un día la matare-
-A mi no me incomoda para mi sos la madre de mis futuros hijos-

Dijo esa oración como si nada, así la soltó sin mediar si queira una tos.

-A si, ya lo tiene claro-
-Desde el primer día que mis ojos se toparon con los tuyos, no me veo con nadie mas que tu Mia-
-Eso lo dices ahora pero en unos años....-
-Quieres ser mi novia-

Así, lo tiro otra vez al aire clavando esa mirada en mi.

-Si- dije sin más, sin titubear
-Entonces puedo darte un beso oficial ahora-
-Todos los que quieras- asentí

Otro beso, dulce tierno, entregado hasta que Ryan llego

-Por fin ya oficializaron- dijo Ryan
-Vete enano-
-No ya nos vamos y papa me mando a buscarte, es obvio que oliendo el perfume de Mia allí estarías como un lobo en celo-
-Juro voy a matarte, ya vamos-

Nos levantamos y fuimos hacia la entrada para despedirnos y se marcho, mama me miro con una sonrisa de niña con carro nuevo, a lo que le dije que si con la cabeza y juro que la vi pegar saltitos, lo amaba tanto a Dalton que no quería otro chico que sea su yerno, era una mujer locamente increíble