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Definitivamente los días que siguieron no fueron muy buenos, obvio Dalton no volvió a escribir y si lo cruzaba en alguna carrera me ignoraba, bueno al fin y al cabo  era mejor así, me faltaba un mes para cumplir los 18, ya lo deseaba ya no tendría que solicitar permiso ya podía hacer lo que me plazca.
Brian estaba súper ocupado estos días y como no había carreras en el corto tiempo me dediqué a disfrutar un poco y tratar de sacar a Dalton de mi cabeza.  
En esas semanas el que si me llamó fue Luca quien me invito a cenar una noche, fue muy divertido la velada se pasó volando y juramos volver a salir así, me llevo a casa  nos despedimos pero no entre, tome mi auto y me fui al taller, necesitaba correr, necesitaba deshacer mi furia, entre estaba todo muy oscuro, tomé las llaves y me subí.
-Cómo te extrañaba nena vamos a conocernos un poco más- le dije riendo

Salí de allí y empecé a sentir la adrenalina en mi cuerpo, como necesitaba todo esto, me sacaba de toda la mierda de mi cabeza y de donde no quería estar, había cosas que me guardaba para mi y que no se lo decía a mis amigos, quizás eran tonterías mías ellos pensarían, pero a mi me costaba todo.

Llegue al circuito cerca de las colinas, era un predio abandonado que lo había descubierto así, huyendo de mi casa, tratando de encontrar el puente viejo en otro lugar, desde allí se veía toda la ciudad y me pasaba horas, di seis vueltas hasta que me desplome sobre el volante a llantos, me había perdido desde que me había ido de allí ya no podía con tanta angustia, necesitaba ser yo otra vez.

Pare mi auto sobre una de las curvas en donde se veían todas las luces de la ciudad, esa noche estaba completamente estrellada, sali del auto, me senté sobre el capot, había dejado las luces encendidas me gustaba el efecto que tenía en la noche.

De repente escuche otro auto acercarse, carajo conocía esa aceleración, fue tan nítido hasta que estaciono cerca de mi, ni gire, sabia que era él, estaba completamente desnuda ante la situación, si el quería podía ya saber quien era, pero no lo hizo, salió de su auto y como yo se sentó en su capo a una distancia de respeto.

-Tranquila no voy a saltar sobre ti para conocerte- de dijo mirando hacia delante sin voltear
-Estas corriendo muy bien-
-Si creo me defiendo-
-Como llegaste aquí-
-Te vi salir del taller- dijo él
-Ah como un acosador- rei solo al decirlo
-Si creo que voy agregando cosas para que la pena sea perpetua, se que mantuve mi distancia, pero por mas que sean dos años eres menor y no soy ese tipo de personas-
-Soy amiga de Brian desde que llegue a este lugar y nunca se puso así por que era menor, acaso tenias otras intenciones conmigo Spencer-mencione
-No ninguna, sobre todo porque me gustaría conocer a la chica que me interesa primero, y ni siquiera conozco tu rostro-
-A veces sirve para escapar de otra vida-
-Si lo sé, desde que mi madre murió, siempre me hice cargo de la gran mayoría de las cosas, mi papa traía siempre el dinero a casa y jamás nos falto nada ni a mi hermano ni a mí, pero siempre me sentí solo, no era de esas personas que tenia miles de amigos, mi sueño era pasar tiempo en el taller de mi papa en medio de todos esos fierros, hasta que un día cuando tuve una edad considerable vi que delante de mis ojos estaba alguien que me hacia no sentir solo, ella tenia la edad de mi hermano, habíamos sido vencido desde que tengo uso de razón, la protegía la cuidaba, y  un día me di cuenta que estaba sintiendo cosas por ella, no me sentí más solo, sentía que siendo tan pequeños nos sentíamos iguales, me enamore perdidamente, pero tenía que esperar, ella era dos años mas chica que yo, y cuando entre en la adolescencia ya me di cuenta de lo que sentía por ella, así fue como un día la bese, fuimos nuestros primeros besos, y ahí sentí que ya había encontrado todo lo que necesitaba y quería, me enamore completamente y era correspondido, pero un día tuvo que irse por que hay cosas que como niños no manejamos, y ese día le entregue completamente todo, pero cuando se fue volví a sentir ese vacío por eso cada vez que tengo una esperanza de que algo cambie me alejo porque aún sufro por eso-
-Por eso te tatuaste eso-
-Si, Mia no solo esta en mis pensamientos y en mi corazón sino en mi piel, a ella le di todo, una semana antes que se fuera hizo este diseño, ella amaba dibujar y apareció en mi casa con este dibujo, la brújula es que no importaba nuestros caminos siempre algo nos uniría porque éramos el uno del otro, la rosa era el símbolo de mi madre, el mapa y el avión era nuestro sueño viajar juntos por el mundo-
-Nunca la buscaste-
-No, creo que nunca me lo perdonare, solo me encomendé al destino, si es nuestra esta vida algo nos volverá a unir, y a ti que te tormenta-
-Yo odio esto desde que me mude, nos vinimos a vivir aquí cuando mama se casó, me mandaron a una de las mejores escuelas de la ciudad, donde todos se miden por la cuenta bancaria, yo no quería eso, los primeros meses legaba a mi casa y rompía mi uniforme, mi madre se enojaba y volvía a comprarlos, yo no quería esa vida y no quería estar allí, quiero mi vida de antes, mis amigos, mi barrio, mi lugar para llorar, una noche palie con mi madre, llovía horrores y le robe el auto a su marido, agarre la principal y acelere a fondo, me sentí después de tanto tiempo viva, y sin querer termine mirando una carrera, a partir de allí todas las noches escapaba y aceleraba, un día me regalaron para mi cumpleaños un minicooper, y se descompuso frente al taller de Brian, al entrar vi el mundo delante de mis  ojos, lo perseguí tanto que me hizo entrar en ese mundo como el corredor 154, necesitaba ser quien no era en la vida real, uniforme de escuela privada, cartera cara, zapatos caros, no quería nada de eso, quería esto que soy, esta que esta acá es la que mas se parece a la que dejo todo un día, cuando empecé a ganar mi dinero en las carreras me compre la moto, allí el marido de mi madre me descubrió y me juro guardar el secreto siempre que estuviera protegida por Brian, y así fue como veneno también formo parte de mi vida, y así es como me ayudo a subsistir hasta que encuentre otra vez algo que me haga volver a la vida-
-Estamos destruidos parece-
-Así parece-
-Entonces amigos de esta desdicha?-
Se levanto y camino hacia mi extendiendo su mano

-Amigos en esta desdicha- le dije

Estrechamos nuestras manos, lo sentí y me estremecí, dios sabe cuántas ganas tenia de correr y besarlo, pero no podía, aun no.

-Dijiste que querías correrme-
-De verdad? -
-Claro, vamos-

Subimos a nuestros autos y nos pusimos en la línea de meta, una vuelta, pisando a fondo, compitiendo con el, el destino de nuestros mapas nos volvía a unir lo que seguía por delante, no lo sabía, pero ahora tenia de vuelta a ese algo que me hacía volver a vivir.

CORREDOR  154Donde viven las historias. Descúbrelo ahora