CORREDOR 154

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Mis padres se habían ya marchado al aeropuerto y cuando me sentí en condiciones de que todo estuviera en orden, empecé a concentrarme para lo que estaba por venir.  

Al mediodía me fui hasta el taller de Brian, él siempre me dejaba las llaves escondidas para que pudiera  tranquilamente retirar mi auto, los chicos me ayudaban a sacarlo y que nadie se diera cuenta de que el vehículo estaba allí.

Lo dejamos en el garaje trasero de la casa todos nos cambiamos y ellos se marcharon primero, nada me podía vincular a nada que se dieran cuenta de quien era.

Cerca de las 22 hs

Brian y Dalton llegaron al circuito, estaba muy lejos de allí, prácticamente a una hora de la casa de los chicos, el lugar estaba lleno de autos, música y mucho alcohol, propio de una carrera clandestina a todo dar.

Apenas arribamos Brian empezó a saludar a muchos, yo solo me quedé quieto, vi ese mundo completamente loco, que amaba frente a mis ojos, había concurrido a algunas carreras pero esto era otro mundo, varias chicas se acercaron a preguntar mi nombre, realmente eran una locura y dispuestas a divertirse, pero hoy no estaba con ese espíritu esto que tenía frente a mí, realmente me llevaba al éxtasis total.

-Amigo, que tal te parece todo esto- le dijo Brian
-Es una completa locura, quiero entrar a todo esto- dije

En ese momento la multitud ruge, y giro para el lugar de donde promedian esos gritos, y ahí lo vi un imponente Lamborghini negro y azul apareció para situarse en la línea de meta asi de la nada.
-Quién es? - le pregunté a Brian
-Ese es el corredor 154- me dijo 

Ahí estaba ese famosos número, vamos a ver lo que podía dar ese que hablaban tantos.
Se posiciono, Brian se acerco a decirle dos cosas, no se veía mucho desde donde yo estaba y el auto tenía completamente los vidrios oscuros por lo que no podía verse quien era su conductor.
Al rato Brian se puso a mi lado, completamente nervioso.
-Todo bien- pregunte
-Si amigo disfruta de la adrenalina que vas a sentir-

Y así fue como el Lamborghini negro acelero, la piel se me erizo, el ruido de ese monstruo era increíblemente excitante, solo los que sentimos eso por lo autos y motores sí que me entenderán, la mole negra se posiciono al lado del Toyota, me apiade de ese pobre corredor, creo que no sabría si llegaría a acelerar antes que la mole negra llegara en segundo a la meta.

Las luces de largada, tal como lo pensé el Toyota blanco mordió el polvo, y menudas ganas que tenia ese muchacho de perder dinero, no le dio ni las ganas de seguir compitiendo.
Según lo que me había dicho Brian quedaban cuatro carreras mas y fin de la noche, algunos seguían un poco mas en una de las fiestas que se solían hacer luego de las carreras.

La cuatro restantes también las gano el bolido negro, carajo si que era bueno, me gustaría ver correr a ese corredor en un circuito, en las rectas todos somos buenos pero en un circuito será igual.

El auto para a escasos metros de mi, y el ala de ese monstruo se abrió, preste atención a como era el conductor que se bajara de ese monstruo, definitivamente si que no esperaba ver lo que vi, la figura de quien bajo de ese auto no aparentaba nada ser un hombre, sino para mi mayor sorpresa bestia un traje ajustado que dejaba completamente al desnudo las espectaculares curvas que tenia la conductora de ese auto, por que a menos que yo este mal, era una chica quien conducía la bestia negra, lo vi a Brian entregar un sobre, ella sin sacarse el casco, se dubio y marcho de allí.
La ansiedad me acaparo y corrí a hablar con Brian

-Porque nunca me dijiste que era una chica- le dije sorprendido
-Porque no preguntaste nunca-
-Quién es? -
-Nunca te lo diré-
-Vamos no seas así, necesito conocerla-
-Ni lo sueñes Spencer-
-Que a caso sales con ella-
-Por favor es como si fuera mi hermana, y tu no eres lo que quisiera para mi hermana-
-Hey eso dolió-
-A parte no estabas enamorado de tu vecina, termínala deja de molestar-

Avise a mi padre que me quedaría con Brian, necesitaba tratar de que me diera algunas pistas de la corredora y lo más importante quería entrar al circuito.

-Sabes tráeme el lunes el Mustang y vemos que le podemos hacer, te voy a anotar en las carreras de menor rango, ahí competirás con los iniciales, Tenes que darte un nombre en el circuito para poder competir en la liga mas grande-
-Ok entonces a eso iremos-

Al día siguiente, escuche un auto llegar, Brian seguía durmiendo por lo que me acerque, y vi que una chica bajaba del auto, tomaba una llave, seguramente era del garaje para dejar el auto, detrás alguien en una moto esperándola, este era mi momento, rápido me puse un pantalón y corrí estaba de espalda y con una capucha negra por lo que no se podía ver su rostro.

-Quien eres corredora- me pare detrás de ella a unos metros

Rápidamente sentí como su cuerpo se tensó, sabía que no era Brian y no se dio vuelta, continue hablando mientras trataba de acercarme lento para que no saliera corriendo, me daba mucha curiosidad esa mujer.

-Soy amigo de Brian, y te vi ayer correr, eres increíble- atine a decirle
-Gracias, pero perdona me tengo que ir-
-No, espera, quiero conocerte-
-No- dijo y salio corriendo

Se subió en esa moto y se marchó, no puedo explicarlo pero me llamaba mucho la atención quien era esa persona que se escondía y por qué era como el corredor fantasma de la serie Meteoro, me acuerdo cuando nos juntábamos en el living de casa,  papa preparaba la leche y junto a Mia y Ryan lo veíamos, nos enloquecía, que buenos recuerdos.
Pero tenia lo mas importante ahí, el auto, me acerque a esa mole impresionante, pensando que secreto guardaras, porque vivís oculto y por qué se oculta tu dueña, cuando me disponía a destaparlo y abrirlo, entro Brian.
-Ni se te ocurra Spencer, porque se termina nuestra amistad, te dije que te estuvieras alejado, que te pasa no sos así, déjala en paz, la chica tiene una historia jodida y esto la ayuda a estar en paz, no seas un grano en el culo-
-No te preocupes voy a competirle a este monstruo y voy a saber quién es ella sin tu ayuda-

Me metí en la casa despues de lo que habia dicho mi amigo, no queria discutir con él. Pero iba a ir lento, no sabia por qué pero me había obsesionado y lo lograría competiría, le ganaría y la conocería, cueste lo que cueste.