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Amaba la dinámica que se había formado esta semana en casa, Carmen llegaba temprano para preparar el desayuno y mientras terminaba de prepararme para ir a la escuela escucha la discusión con Dalton que no quería que se lo preparaba, al final terminaba cediendo porque Carmen si que era una mujer obstinada, le conto historias de su llegada al país y a Dalton le apasionaba toda esa historia.

Al terminar nos despedíamos con un beso apasionado, que debíamos controlar por que no saldríamos de la casa jamás, el se montó en su auto y yo en el mío rumbo a recoger a los chicos.

Esa semana había sido increíble, teníamos entre 5 a 6 veces sexo por día, cada vez que nos rozábamos terminábamos revolcándonos en algún lugar de la casa el se paseaba desnudo por la casa y yo saltaba sobre el, ese tatuaje me excitaba y obvio lo hacia a propósito, era sexo en la ducha, era en la noche viendo una pelicula, era en la madrugada cuando alguno despertaba por algo, era increíble.

El fin de semana yo correría, le había dicho que estaría con Lola y luego iría a casa, Dalton también había decidido hacerlo, seria un gran logro llegar a la casa antes que el, no corríamos en la misma categoría esta vez yo me había anotado en la de tres con dos corredores nuevos, era una buena oportunidad para que Lambo volviera de a poco a probar algunas cosas que Brian le había puesto.

El sábado Dalton se fue temprano a lo de Brian y coordiné todo con los chicos para poder ir a la carrera.
Hice todo tal cual lo planeado, me fui de Lola para que si Dalton llamaba allí la madre le diría que nos habíamos ido juntas.
Cerca de las 20 hs, Connor nos paso a buscar, fui hasta el taller de Brian ya que el me había avisado que ya se habían ido para poder buscar el auto.

Me vestí con mi traje, y me puse mi casco, me monte en mi nena, que tanto la había extrañado, los chicos se quedaban detrás ocultos para que no hubiera peligro de que nadie los viera.
Al llegar, mi carrera era la primera, me baje para escuchar algunas cosas de la competencia, éramos 3 y maldita sea otra lambo pero esta roja me competía, el corredor un tal Noah Jones, jamás había sabido de el en la competencia debía ser nuevo en la zona, trate con disimulo buscar a Dalton y lo encontré cerca de las gradas junto a Brian, estaba tan lindo que quería correr a besarlo, pero no tenia que salir de mi personaje, no debia olvidar quien era yo en este momento.
Las reglas estaban pautadas, nos subimos y por primera vez supe que esta carrera no era mia, largamos, ese auto claramente tenia una diferencia de potencia, su motor volaba, me puse en varias oportunidades a la par, pero no lograba sobrepasarlo, hasta que la línea de meta llego, joder mi primer carrera perdida,no podia creerlo.
Al llegar me baje a saludar al competidor , los demás nunca lo hacían conmigo pero yo si.
Me acerque tenía casi la altura de Dalton el cual vi que estaba cerca de mi junto con Brian mirando la situación.
Me saque mi guante y extendí mi mano para saludarlo.

-Felicitaciones tiene un gran auto-

El se dio vuelta tenia unos ojos color gris, un tatuaje que asomaba desde su cuello, y en su mano, si que era sexy.
Tomo mi mano cual caballero, y me dio un beso en ella clavando sus ojo en mi.

-un gusto conocerla corredora 154, ojala tengamos mas oportunidades de conocernos-me dijo con una media sonrisa ganadora

Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo, me intrigo, así como yo había intrigado a Dalton.
Me di vuelta y subi a mi auto notando la mirada de Dalton y Brian en esa situación. Sali lo mas rápido que pude, dejando el auto en la casa de Brian y Lola me llevo a la mia, hablando todo el camino de esa situación.

Brian me comento que Dalton había ganado, me puse muy feliz, por lo que prepare algo para comer, y lo espere.

A la hora escuché la puerta de frente correrse y estacionar el auto, me dirigí hacia la puerta y entro, al verme vino hacia mi y su boca se fundió con la mia no medio palabra solo susurro que  había ganado, se saco su campera mientras me guiaba hacia el baño, me arranco de forma salvaje mi remera mientras besaba mi cuello y toda su lengua bañaba mi ser, yo sacaba su remera, se interpuso entre nosotros una pared tomo mis pechos con sus manos y mordió suavemente mi pezón mientras yo desabrochaba su pantalón, su mano atrapo mi culo, y jugo con mis bragas las cuales también rompió, su pierna separo las mías mientras yo ya notaba su erección, dura y lista para mi, su mano se metió en mi entrepierna y mientras me tocaba el clítoris susurro con vos gruesa
-joder Mía estas muy mojada-
Me exitó, me separe para guiar mis manos por su tatuaje y besarlo y bajar hasta su miembro, lo tome entre mis manos y pase mi lengua por todo su largo duro y grande, hice movimientos lentos y lo puse todo en mi boca, mientras lo miraba como sus ojos de dilatan viéndome.

Me levanto y mientras me besaba fuimos a la ducha me dio vuelta y sus manos fueron a mis tetas mientras su polla me rozaba el culo.

Sentía que me devoraba el calor, no sabia si el agua que llegaba allí era de la ducha o mía, como me deshacía al tocarme , al jugar con mi clítoris, al poner su boca en mi cuello mientras me empotraba contra la ducha.

-hazlo- le rogué
-Di mi nombre- exigió
-Hazlo Dalton fòllame- dije ya extasiada

Y ahí lo sentí dentro, salvaje, voraz, el dolor se convirtió en placer, ya habían pasado todos los limites grite, o dios como grite, el orgasmo se venia pero el la saco, y bajo abrió mi culo, separo mis piernas y su boca hizo el resto, grite mas fuerte, me estaba haciendo acabar en su boca, lo hice me derrame entera en el, para èl.

-que bien sabes nena- me dijo

Me di vuelta, me hizo hacerme agarrar del borde la ducha mientras ponía su miembro dentro, lo necesitaba, necesitaba que me inunde, que me llene de el de forma salvaje y única, lo hizo, me empotro salvaje, única, lo quería mas salvaje y adentro, volví a gemir y el gruño-

-joder, que bien follas nena-

El orgasmo nuevamente nos sacudió, sentí como un calor entraba en mi, y como se desmorono luego de todo ese salvaje momento, me siguió abrazando, mientras lentamente me bajaba, me sentí vacía cuando salió de mi, era mi maldita perdición.

Terminamos de ducharnos juntos mientas el me contaba lo que había pasado en la carrera, comimos lo que había preparado y luego satisfechos en todo sentido nos fuimos a dormir juntos abrazados otra vez.

CORREDOR  154Donde viven las historias. Descúbrelo ahora