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Esa semana estuve pensando quien era ese chico que me había hablado, era amigo de Brian por lo que necesitaba saber quién era, y que quería, estaba muy tranquila lo que menos quería era alguien estropeara todo. Era un grano en mi culo si alguien quería saber de mí.
 
Al llegar a clases los chicos detectaron mi mal humor, que no se me iría hasta que no hablara con Brian y me dijera quien carajos era ese tipo y que quería.

-Amiga si no cambias la cara la profesora te agarrará de punto-
-Lo sé pero estoy super cabreada, quien era ese idiota-
-Relájate cuando vayas de Brian te lo dirá-

Para que aclarar que no preste nada de atención en ese tiempo en la escuela, lo único que quería era saber quién era, y que quería, no me gustaba nada que mi libertad se viera en peligro por un tipo así.

Connor me llevo en su auto hasta el taller de Brian, después vería como me regresaría.
Al llegar el taller estaba abierto y con algunos autos, debía ser que su amigo ya se había llevado todo, entre y lo busque, estaba debajo de un Mustang azul. Le di unos golpecitos en el capo y salió-

-Mia que raro verte- dijo Brian
-Si a mi no me parece, pensé que te darías cuenta-
-Ok estas cabreada por lo del otro día-
-Claro que si, quien es ese idiota que se aparece así, y que quiere-
-Tranquila, no hay peligro es un amigo que me acompañado a las carreras y quería saber quién eras, quedo flechado con todo el auto, la carrera, como todos, pero ya hable con él y me dijo que no hay peligro de nada-
-Tu amigo y de donde, nunca lo nombraste-
-No se habrá dado, hace bastante, nos conocimos en la secundaria, compartimos gustos y ahora estamos en la universidad juntos-
-Si tú dices que no hay peligro, sabes que si se enteran de que corro me matan-
-Lo se quédate tranquila, incluso este es su auto lo voy a preparar para correr, iniciara desde abajo, pero le gusto-
-Carrera? Joder otro más para derrotar y como se llama-
-Dalton-dijo y me helé

No podía ser, me puse fría como un tempano, sentí que la presión me había bajado, había escuchado bien, ese nombre otra vez rondando en mi vida como para que no pudiera olvidarme.

-estas bien- me pregunto Brian al ver mi estado
-Si, cual es su apaellido-
-Spencer, Dalton Spencer-

La jodida madre que me pario, me sente, no podía estar pasando, era el, como no me había dado cuenta en su voz, había pasado tanto tiempo que estaba tan distinto que no lo podía reconocer, obvio yo haia cambiado también pero tanto.

-de verdad me estas asustando, estas blanca Mia-
-es que lo conozco- dije
-Conoces a Dalton?, no, no, espera, Dalton es el que me contaste- dijo asombrado Brian
-Si el mismo, no pueden hacer dos personas exactamente llamadas igual-
-Increible, esto si será bueno, y le vas a decir que eres tu-
-No, no, primero necesito acercarme a él, verlo y ver que hare, por ahora ano y necesito procesar que esta acá, como fe que paso?-
-Cobraron el seguro después del incendio y su papa los trajo para acá, viven en el barrio de oro, y cerca de allí tienen el taller su padre y Dalton lo ayuda-
-Y Ryan?, sabes algo de él-
-Si esta en la escuela le va muy bien y por lo que me conto Dalton esta conociendo a una chica-

Si que me alegro saber de Ryan, pero esa última frase que dijo Brian me hizo pensar en cómo estaría el, había conocido a alguien, se había enamorado.

-Y el?, ¿esta con alguien? - pregunté no queriendo conocer la respuesta
-Dalton, no, novia nunca le conocí, solo chicas de noches, ¿igual sabes que si ve en detalle el auto se va a dar cuenta no? -
-Si lo sé, pero no creo que de noche se dé cuenta, así que, solo esperare y vere como hacer, ah me olvidaba de comentarte que la próxima no estaré, es el aniversario de mi padre y volare a mi ciudad a una misa que haremos en su nombre-
-Ok, no te preocupes, espero que no sea más dura del día a día, mas volviendo allí-
-Si también lo espero-

Llame un UBER y me volví a casa, Dalton estaba en la ciudad, la felicidad me desbordaba o podía creerlo, pero debía ver de qué forma acercarme, de inmediato llame a Lola y le conté, la emoción me desbordaba, y mi amiga empezó a jugar con su sarcasmo e idear cosas para que tratara de dar con él.

Mama se había enfermado y no podía viajar, así que decidí ir sola, el calor era horrible, no se podía respirar con la humedad que había, me había olvidado de lo pésimo que la pasábamos en los veranos, al llegar pase por la que había sido mi casa, estaba refaccionada, la familia que la había comprado tenía dos hijas así que habían hecho algunas refacciones para que pudieran estar cómodos, me detuve en la casa de al lado, aun la habían comprado pero no estaba refaccionada, aun se veía lo que el fuego había hecho, era la primera vez que lo veía después de que me había ido, era muy triste ver como había quedado esa casa en la que había pasado toda mi vida, en la que me había enamorado, en la que había reído y llorado, pensaba como estaría el señor Spencer, lo extraña era un gran padre. De ahí me fui hasta la capilla del cementerio, había muchas personas, la gran mayoría conocía a papa de niño y estaba ahí compartiendo ese recuerdo, fue todo muy emotivo, luego me fui a dejarles unas flores y a estar un poco ahí, sabia que solo era un reposo, que ya no estaba ahí, pero los católicos tenemos eso, tener un lugar donde llorar a nuestros difuntos.

Mama había mandado a poner un asiento blanco cerca de su tumba para poder sentarse allí quien lo deseé, mientras estaba allí, vi a un hombre acercarse, al notarlo era para mi mayor sorpresa Simón Spencer.

-Mia?, no puedo creerlo- dijo
-Señor Spencer, que gusto volver a verlo-

Nos abrazamos con mucho amor y cariño, estaba un poco más anciano, pero siempre el porte del gran hombre que era.

-Esta hermosa niña, ojalá hubieran venido los chicos estarían felices del reencuentro, sobre todo Dalton-
-Señor Spencer, no me haga poner colorada-
-No, es verdad ya estás convertida en una gran mujercita, y que lindo que estes aquí-
-Si era un momento muy importante-
-Tu madre? -
-Mama está en cama con 1000 grados de fiebre ella organizo todo esto y se quedo llorando por no poder venir-
- Envíale un gran abrazo de mi parte, y fue hermosos volver a verte, ojalá no sea la última vez-

Nos fundimos en otro gran abrazo y lo vi marcharse, se subió a su auto y se fue, era loco todo, como las piezas se volvían a unir, como todo el pasado de alguna forma tomaba fuerza otra vez, pero no éramos los mismos, nos habíamos curtido de la vida y de los dolores que se nos habían hecho en este tiempo, mil veces pensé en que pasaría cuando me encontrará con Dalton otra vez y ahora que por poco paso, ya no lo sé, no sé con qué me encontrare.

CORREDOR  154Donde viven las historias. Descúbrelo ahora