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El café en sus manos se enfriaba y él no podía dejar de mirarlo. Trataba de pensar en qué iba a hacer de ahora en adelante ¿Qué dirían sus padres y sus amigos? Se suponía que su vida era maravillosa.

¿En qué momento se había arruinado todo?

-¿Qué... qué se supone que tengo que hacer?

-Todavía no nos dieron indicaciones, ellos dijeron que se comunicarían con nosotros en estos días- Youngjae, su mánager, le explicaba sentado frente a él, en uno de los sillones individuales de su sala.

-Ni siquiera sé quién es- sentía sus ojos picar, no dejaba de sollozar desde el día anterior -tengo miedo que esto arruine mi vida, Choi.

Sintió un brazo acariciando su espalda baja al momento que las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, no dudó en girar a su costado y envolver sus brazos en la cintura de su guardaespaldas, que desde el día anterior no lo había dejado solo ni un segundo. Jaebeom afirmó el agarre mientras el Idol le humedecía la camisa con sus lágrimas.

Yang Jeongin era un poco caprichoso y bastante desobediente, pero Jaebeom se había encariñado tanto con él que no dudó en ser su almohada de abrazos personal, sabía que el menor en este momento lo necesitaba más como un amigo que como un empleado.

-Shh- arrullaba mientras lo seguía teniendo sobre su pecho -todo se arreglará, Innie, estaremos ahí para protegerte, y si es un imbécil se la tendrá que arreglar con mis puños.

Yang se separó, lo que dijo le había mejorado un poco el humor y sonrió como sólo él podía hacerlo, de una forma tan hermosa que los dos hombres a su alrededor también lo hicieron.

Ese era el efecto del menor, tenía una personalidad tan encantadora que era difícil no caer a sus pies o no cumplir sus caprichos. Pero tanto Choi Youngjae como Im Jaebeom, tenían muchas dudas acerca de qué llevó al Idol a fallar de esa manera. Seguían preguntándose qué había pasado para que lo encontraran al día siguiente en su habitación semi desnudo, con el piso lleno de vómito y las rodillas lastimadas.

(...)

Dos semanas antes.

-¿Ya lo investigaron?

-Perfectamente, señor Lee- asintió Hwang, su secretario -tiene un perfil impecable. Yang Jeongin, diecinueve años, originario de Busán. Viene de una familia de clase media, padres presentes y al parecer muy amorosos, encontré muchas fotos en el facebook de su mamá- aclaró -tiene un hermano menor, registro escolar limpio, buenas calificaciones y ni un sólo problema. Parte del club de ciencias y del club de música. Se unió a Song Company unos meses antes de graduarse e hizo su entrenamiento hasta hace unos seis meses que debutó como solista. No hay registros de parejas anteriores, aunque encontré unas fotos con un muchacho, pero lo investigué y está en pareja con alguien más, quizás es un amigo. A pesar de que es un Idol reciente, toda Corea lo conoce, es carismático y educado, la gente lo ama, tiene una sonrisa realmente encantadora.

-Bueno, bueno, demasiado, es un ángel puro y todas esas tonterías. Necesito saber dónde encontrarlo, quizás lo puedo convencer con dinero y más fama para que me ayude con ésto.

-Por lo que sé no va más allá de su departamento y su trabajo, pero ya mandé a unos guardaespaldas a seguirlo a la distancia, cuando veamos un cambio en su rutina le avisaremos de inmediato.

"Algún talón de Aquiles debe tener" pensaba Lee Minho, no sería fácil abordarlo si el chiquillo puritano no cambiaba su día a día hace meses. "¿No sale con amigos o a tomar algo?" resopló y siguió con su trabajo diario en su escritorio cuando Hwang salió de su oficina.



🦊🐰

you ruined my life  [ jeongho ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora