La mansión de los Kim era algo que Jeongin no había visto nunca en su vida, ellos dijeron que era su casa de campo, pero la estructura que se alzaba a la vista del menor era algo impresionante. Estaba situada en el centro de un campo abierto, totalmente de blanco por fuera y llena de plantas alrededor. Realmente el lugar era precioso. A pesar de ser lujoso y extravagante, no dejaba de verse familiar. Había niños pequeños corriendo y jugando alrededor de las plantas y varios perritos persiguiéndolos.
El chófer que los Kim habían enviado para buscarlos del aeropuerto bajó sus maletas y los llevó hacia la casa. Todos los Kim vinieron a recibirlos en la entrada, y tal como Minho había dicho, eran muchos.
-¡Bienvenidos a nuestro fin de semana familiar!- gritó el señor Kim levantando sus brazos y prosiguió a presentarlos -Mi nombre es Chanhee y ésta belleza a mi lado es mi esposa Nancy. Luego están nuestros hijos Jackson y Lía- los nombrados hicieron una reverencia -con sus parejas Yuna y Mark.
Minho y Jeongin saludaron a los nombrados y el señor Chanhee siguió.
-Aquí están mis nietos mayores: Seungmin, Yeonjun, Soobin y Félix, y los niñitos que ven corriendo son Jungwoo, Yuna y Yeji.
Acto seguido los mayores se acercaron con una corta reverencia hacia Minho y a Jeongin lo rodearon con ilusión y sonrisas brillantes.
-Wow, eres real- dijo Seungmin.
-Te seguimos desde hace mucho, Jeongin- añadió Felix.
-¡Es tan bueno que estés aquí!- siguió Soobin.
-¡Ya! Ya, déjenlo respirar que está aquí para descansar al igual que nosotros. Discúlpalos, realmente querían conocerte- ese fue Yeonjun, quién acto seguido tomó la mano del menor para dejar un casto beso en el dorso, evitando hablar sobre las claras lastimaduras que éstas tenían -espero que te sientas cómodo con nosotros.
La sonrisa de Yeonjun era tan linda y sincera, que de no estar en este raro trato con Lee Minho, Jeongin no hubiese dudado en pedir su número.
-Gracias por la bienvenida, espero llevarme bien con ustedes- dijo Jeongin con una sonrisa sincera, el lugar era precioso y realmente quería conocer mejor a los nietos del señor Kim.
Minho no tardó en adentrarse a la mansión con el señor Kim, charlando sobre negocios, números y clientes.
-Estamos en nuestro fin de semana familiar, Chanhee- lo regañó su esposa Nancy.
Y Chanhee no pudo evitar la cara de niño haciendo travesuras que puso.
-Mi esposa tiene razón, Minho, hablaremos de negocios después ¿Está bien?- Minho asintió sin dudar, entendiendo que era momento de descanso para la familia Kim, sus negocios tendrían que esperar unos días más. -Les preparé el departamento que está detrás de la casa, supuse que tú y Jeongin querrían privacidad- continuó Chanhee, guiñándole el ojo en complicidad.
Prepararon unas bebidas y salieron de la mansión para ir al patio trasero, donde ya se encontraban todos reunidos para almorzar. Minho no pudo evitar detenerse a admirar la imágen que se alzaba frente a sus ojos. Toda la familia reía mientras compartían una charla amena, los niños corrían alrededor, la escena era tan cálida y feliz, que no pudo evitar sentir envidia. Si ésta familia, tratándose con amor y cuidado, había logrado construír una de las empresas más influyentes de Seúl ¿Por qué sus padres lo habían privado de todo esto para el mismo resultado?
Llevó su mirada a Jeongin, que a pesar de su clara timidez compartía charla y risas con los nietos del señor Kim. O era realmente un buen actor, o lo estaba pasando bien. Cuál fuese la respuesta correcta, el niño estaba haciéndolo bien, ayudándolo más de lo que debería.
Pudo ver a Jeongin en un contexto diferente al de las últimas semanas y no dudó un segundo en pensar que realmente él se merecía algo así. Se sintió mal por sus padres, amigos y ex novio que lo dejaron de lado, se sintió mal porque ellos se estaban perdiendo de este Jeongin.
-¿Está todo bien?- le preguntó cuándo se acercó a su lado. Los nietos del señor Kim lo miraban, unos con timidez y otros con curiosidad.
-Lo está, Minho, gracias- respondió el menor.
Ya habían hablado durante el avión de llamarse por sus nombres de pila, pero oír al rubio decir su nombre no debió hacer sentir su estómago apretado.
-¡Todos a comer!- gritó Nancy, y automáticamente todos se acomodaron en la mesa.
La comida era riquísima; lomo Wellington con una diversa variedad de ensaladas. Minho vió a Jeongin comer con vehemencia, como si no lo hubiese hecho en las últimas semanas. Y después de la noche anterior, sabe con seguridad que así fue.
-Oh, Jeongin ¿Tus manos están bien?- dijo Nancy, que se percató de las manos vendadas del menor.
-Lo están, gracias- respondió Yang con una sutil sonrisa -me caí ensayando, y lamentablemente no caí bien, pero Minho me curó con rapidez y ya se están curando.
Giró a verlo, su mentira sonó tan sincera que lo sorprendió. Y que lo haya nombrado a él como su salvador, sólo volvía todo aún mejor. Debía agradecerle luego.
Luego del almuerzo fueron a instalarse en el departamento que les preparó el señor Kim.
Contaba con una cocina equipada con artefactos de última generación, una sala cómoda en colores azules y una habitación en suite, con una cama matrimonial en colores claros que tenía varios almohadones adornando la cabecera.
-¿Dormiremos juntos?- preguntó el menor luego de recorrer el lugar.
-Puedo dormir en el sillón, no quiero incomodarte.
-No lo harás, la cama es grande, además después no me quiero hacer cargo si te duele el ciático.
El mayor notó el tono burlón en el rubio, y aunque quisiera negarlo, un poco extrañó esa actitud retadora en Jeongin.
-¿Cuántos años crees que tengo?
-¿Treinta y cinco?- respondió Jeongin cruzándose de brazos.
La carcajada de Minho resonó en todo el lugar.
-Tengo veintiocho, niño tonto.
-Ya lo sabía, señor Mingo, no se preocupe que aún se ve jóven.
Con esa charla sellaron un pacto silencioso. Llevarse bien por ese fin de semana. Al parecer podían conversar y bromear como personas normales, y no iban a desaprovechar el momento con sus peleas.
.....
Weno, tengo varios caps para publicar hoy
(con sexito incluído)
pero tengo q editarlos así que estaré publicando durante el día
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you ruined my life [ jeongho ]
RomanceYang Jeongin no volvería a tomar alcohol en su vida. No luego de que en su última borrachera firmara un contrato con un empresario y con eso dejara su carrera como Idol al borde del colapso. ¿Podrá arreglar su imágen y la de Lee Minho en el proceso...