¿Estaba muerto? Dios, claro que no, si estuviese muerto no le dolería la cabeza como el infierno mismo... a no ser que se hubiese ido al infierno y la migraña fuera su castigo eterno. Pero no había hecho cosas malas como para irse al infierno y no recordaba haberse suicidado, fue simplemente un error de cálculo con el alcohol. Estaba seguro que el diablo no escucharía sus lamentos diciendo que fue un error.
Abrió los ojos. Estaba en su habitación y bastante vivo al parecer. Oh Dios, le dolía todo. El roce de la ropa contra su cuerpo ardía, sus músculos quemaban intentando sentarse, sus manos... ¿estaban curadas? ¿Cómo llegó a su habitación? No recordaba moverse de la sala. Tenía tantas preguntas y su cabeza se sentía explotar con cada una de ellas.
Necesitaba algo para el dolor de cabeza, quizás también un relajante muscular y una ducha. Se tambaleó al intentar levantarse y no cayó al suelo por unos brazos rodeando su cintura. ¿Qué carajos?
—Ya despertaste, te traje algo para el dolor de cabeza y la resaca.
Parpadeó incrédulo al encontrar a Lee Minho detrás de él, todavía rodeándolo con sus brazos. Al parecer el contrario notó su incomodidad y se alejó despacio.
—Ve a ducharte y luego baja a comer, te responderé las preguntas después.— y se fue dejando a un Jeongin más que confundido. Quizás si estaba en el infierno.
Grande fue su sorpresa al encontrar su casa limpia ¿Minho había hecho eso? Ya no estaban sus cuadros destruídos ni sus libros desparramados. Se sorprendió aún más al sentir el aroma que se escapaba de la cocina y su estómago se contrajo en necesidad. No recordaba la última comida que tuvo.
Minho se encontraba dándole la espalda, sirviendo comida en dos platos que no tardó en dejar en la mesa junto a unos vasos de agua.
—Por lo menos algunos platos dejaste— dijo mirándolo —si no, hubiésemos tenido que tomar sopa en tazas.
—Lo siento.
—Siéntate y come... ¿Por qué te disculpas?— le alcanzó una cuchara para que comenzara a comer.
La primera cucharada cayó de lleno a su estómago y activó su apetito, no tardó en volver a tomar una y otra más. Era realmente sabroso, le recordaba a las comidas caseras de su infancia y se recordó mentalmente preguntarle a Lee dónde la había comprado luego de terminarla.
—Lo siento por haber faltado ayer... ¿O era hoy? Realmente no sé en qué día estamos.
—Hoy. Hoy a las 12. Ya son las siete de la tarde.
—¿Pasaste todo el día aquí? Lo siento por eso seguro debías hacer otras cosas en vez de cuidarme y comprar comida.
—En realidad lo cociné yo— ¿Qué? —y me quedé porque temía que murieras y me culparan, vine a buscarte y te encontré tirado, así que si te encontraban muerto yo sería el primer sospechoso por ser el último que estuvo aquí.
—Oh, claro— se decepcionó un poco, era obvio que Lee Minho no se preocuparía por él en realidad —cocinas muy rico, hace mucho no comía algo tan sabroso, de hecho.
—En realidad por cómo te ves creo que hace mucho no comes algo en absoluto ¿La empresa te tiene a dieta o algo así? Estás en los huesos.
—No, claro que no, mi cuerpo es así— mintió. No quería que nadie supiera que desde que comenzó todo esto no había podido terminar un plato de comida.
—No mientas. Recuerdo tu cuerpo en mis brazos y claramente no era así— el sonrojo le llegó hasta el cuello —no tienes que hablar de eso.
Terminaron la comida en silencio y cuando creyó que el señor Lee se iba a retirar, le pidió que se pusiera un abrigo para salir.
—¿Iremos a una cita?
—Esta vez no, te llevaré a otro lugar.
Eran las ocho de la noche cuando Lee estacionó en un bazar y cinco minutos después salió de ahí con un empleado llevando cinco cajas que guardó en el maletero. Volvió a subir al auto y manejó en silencio saliendo de la ciudad.
Quiso preguntar pero no pudo, así que incómodo siguió en silencio hasta que media hora después aparcaron en un descampado donde al fondo había un galpón.
—¿Qué... qué hacemos aquí?— preguntó con miedo, estaba con el tipo que odiaba en el medio de la nada y cinco cajas misteriosas en la cajuela del auto.
—Espérame en la entrada del galpón, bajaré las cajas.
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you ruined my life [ jeongho ]
RomanceYang Jeongin no volvería a tomar alcohol en su vida. No luego de que en su última borrachera firmara un contrato con un empresario y con eso dejara su carrera como Idol al borde del colapso. ¿Podrá arreglar su imágen y la de Lee Minho en el proceso...