El menor se encontró con una gran variedad de trabajos ese lunes cuando regresó a la empresa, lo que Minho había dicho era cierto. Tenía dos entrevistas nuevas, una en una revista y otra en un programa de variedades, además tenía una sesión de fotos y un desfile con posibilidad de contrato.
Mucho trabajo, nada de música.
Su jefe seguía insistiendo en que no era el momento de lanzar el comeback por mucho que quisieran, la imágen de Jeongin estaba en decadencia y no parecía parar.
Nuevamente los diarios, revistas y los programas de la televisión ponían en primer plana la imágen de Jeongin y Minho en el aeropuerto yéndose de viaje y también volviendo.
Así como los titulares hablaban de viaje romántico, vacaciones a medio año y sus outfits de aeropuerto, los comentarios no se hicieron esperar.
“¿Canceló su comeback para irse de viaje?”
“¿Dejó la música para ser la mujer del mafioso?”
“Estoy tan decepcionado de Jeongin.”
Cerró su laptop para dejar de ver, no podía preocuparse por eso ahora, no después del bajón emocional que había sufrido antes de su viaje. Necesitaba mantenerse fuerte y lejos de los comentarios de la gente.
Se había prometido a sí mismo no dejarse caer, no volver a lastimarse, hacer lo que tenía que hacer y luego volver a levantar los pedazos rotos que quedaran de su vida.
Lástima que las promesas no duraran demasiado.
La puerta siendo tocada lo sacó de su trance, Jaebeom y Youngjae ya se habían ido, y Minho no había dicho nada de pasar por su departamento ese día.
—Jeongin, ¿Podemos hablar?
—¿Qué estás haciendo tu aquí? —la amargura se extendía por su pecho con sólo ver a su ex del otro lado como si no hubiese pasado el tiempo, como si no lo hubiese engañado y luego tratado como puta.
Mentiría si dijera que ya no sentía nada por San. Porque lo amó, lo amó tanto hasta el último día que era imposible no seguir haciéndolo. Jeongin no recuerda cuando todo se arruinó. Porque en realidad, Jeongin no tenía idea de que todo se había arruinado. Hasta el último momento, siempre creyó que su relación iba bien. Tenían sus roces y sus discusiones, pero nada que no pudiera resolverse, no había nada que le dijera que el amor se había acabado.
Haber encontrado a San en la cama con alguien más fue algo que jamás se hubiese esperado. Siempre se hacía un lugar en su agenda para verlo, para tener citas, hasta cancelaba algunas de sus prácticas para disponer de ese tiempo en pareja. Seguía llevando a San a comer, seguían volviendo al departamento luego para enredarse en las sábanas, seguían mandándose mensajes en cada oportunidad, siempre con un “te amo”, “eres el amor de mi vida”, “te esperaría para siempre”.
Hasta el último momento, hasta el segundo que lo encontró desnudo con otro hombre, Jeongin creía que su relación iba bien.
Realmente no lo esperaba.
Hubiese preferido tener indicios de que algo iba mal, hubiese preferido tener más discusiones, cualquier cosa que lo hubiese preparado aunque sea un poco para la imagen que encontró. La imagen del amor de su vida traicionando su confianza y tirando todo su amor por la borda.
Fue tan ciego. Y el choque fue tan fuerte.
—Sólo quiero hablar Innie ¿puedo pasar?
Jeongin fue a preparar café tratando de contener sus lágrimas, recordó los ejercicios de respiración de Minho y no tardó en implementarlos, en ese momento necesitaba agarrarse de cualquier cosa para no caer.
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you ruined my life [ jeongho ]
RomanceYang Jeongin no volvería a tomar alcohol en su vida. No luego de que en su última borrachera firmara un contrato con un empresario y con eso dejara su carrera como Idol al borde del colapso. ¿Podrá arreglar su imágen y la de Lee Minho en el proceso...