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Describir a Lee Minho era más sencillo de lo que parecía. Había crecido en una familia de clase alta, dueños de empresas, una mansión llena de súbditos y niñeras.

Creció recto y bajo los mandatos familiares, con un porte limpio y una cara sin emociones. Carente de cualquier contacto amoroso fraternal, carente de tantas cosas y tan lleno de otras. Jamás tuvo que preocuparse por sus bolsillos, ya que siempre estaban llenos.

Pero no todo fue tan fácil como parecía, a pesar de que lo habían criado para continuar el mandato de empresas electrónicas familiar, Minho usó su primera rebeldía para negarse.

Habiendo pasado mucho tiempo de su vida en hoteles, encontraba algo cálido en ellos. Había conocido hoteles clásicos, otros un poco más extravagantes, pasó tiempo en hoteles de todo el mundo durante sus vacaciones, también cuando estudió en el extranjero. Y para una persona que jamás sintió la calidez familiar en su hogar, de alguna manera lograba encontrarla dentro de las cuatro paredes de la habitación de un hotel. Encontraba la calidez en una llamada de la recepción preguntando si estaba cómodo en su estadía, encontraba la calidez en el desayuno llevado a su cama. Era el único momento donde podía fingir que alguien realmente se preocupaba por él y su bienestar.

No dudó en negarse a sus padres, diciendo que quería crear su propia empresa hotelera.

Y aunque todos pudiesen creer que sus padres eran monstruos, la realidad es que no lo eran. No eran cariñosos, ni cálidos, ni sabían cómo dedicar palabras de aliento. Pero Minho lo entendía, sabía que sus padres habían sido criados con la misma distancia que él, entendía que sus padres creyeran estar haciendo lo correcto.

Sus padres no se negaron, hasta se ofrecieron a ayudarlo. Siempre quisieron que Minho heredara los negocios para poder al fin retirarse, por lo que fue sorpresivo al inicio.

Minho, orgulloso tal como lo habían criado, se negó a toda ayuda. Y de nuevo creyendo que hacían lo correcto sus padres le dieron un único consejo.

Toma todo lo que encuentres para tu propio beneficio.

No los odiaba, quizás los reprochaba mentalmente por no haber sido más cariñosos, por crear esa barrera que le impedía correr a sus brazos cuando sentía el mundo caer bajo sus pies. Quizás ahora sería mejor persona. Quizás sentiría remordimiento al ver a Jeongin derrumbarse por sus decisiones.

Pero tomaría lo que fuera para su propio beneficio.

Viendo al menor caminar a su lado mientras compraban ropa para su viaje, le gustaría sentirse mal, le gustaría sentir pena, un poco de lástima. Pero al contrario, su pecho rebosaba de emoción. Los Kim lo habían llamado temprano en la mañana para invitarlo a su mansión, al parecer la noticia sobre su nueva relación en los medios había hecho que la familia con la que quería colaborar volviera sus pasos y reevaluara su decisión de expandir su negocio. Y ellos querían que llevara a Jeongin, querían ver con sus propios ojos que Minho era más que un tirano.

“Mis nietos son fans de Jeongin, deberías traerlo, nos encantaría conocerlo.”

Y aquí estaba, arrastrando un poquito más a Jeongin a la mentira que estaba destruyendo el mundo que Yang había construído.

—¿Recuerdas el contrato?— le preguntó una vez estuvieron en el auto con todas sus compras acomodadas en dos maletas.

—Sí, lo recuerdo.

—No te conté todo… necesitaba tener una mejor imagen para poder aliarme con una empresa que maneja toda la industria hotelera del sureste. Son una familia grande, en realidad— y comenzó a manejar camino al aeropuerto —son muy unidos y su familia está antes que los negocios. No quisieron aliarse conmigo al principio, pero ahora con esto, nos invitaron a quedarnos el fin de semana en su casa de campo con ellos, al parecer los nietos del señor Kim son seguidores tuyos.

—Oh… ¿Allí es donde vamos ahora?

—Sí, tenemos un vuelo en unas horas, es un viaje rápido y allá nos esperan para llevarnos. Necesito que en estas horas logremos conocernos lo suficiente para que esto sea creíble— suspiró —no es mi idea presionarte, no después de lo de anoche, pero no creo que exista otra oportunidad, y si este trato se concreta no tendremos que volver a vernos nunca más. Te librarás de mí de una vez.

—Puedes comenzar— dijo Jeongin —me conoces más de lo que yo a tí, básicamente toda mi vida está en línea.

—Tienes razón. Soy hijo único, mis padres son dueños de Lee Electronics, crecí rodeado de lujos. Hice mi propio negocio porque me negué a seguir la industria familiar, estudié en Inglaterra toda la preparatoria y la universidad. Christopher, mi socio que ya conoces, es mi único amigo, nos conocimos en la universidad. Mi asistente se llama Hyunjin, también podría considerarlo un amigo. No tengo ex parejas, sólo cosas de una noche, no estoy interesado en casarme ni formar una familia.

—¿Dónde aprendiste a cocinar?— preguntó el menor.

—Viví sólo mucho tiempo, supongo que no me quedó de otra, además comencé a disfrutarlo y probar nuevas recetas en mis ratos libres.

Jeongin asintió despacio, mirando por la ventana el paisaje. Creían que ya era suficiente, no era necesario conocerse tanto tampoco, ya que pronto acabaría el contrato que los une.



















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you ruined my life  [ jeongho ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora