—Y… ¿Tienes algún hobbie? —preguntó Minho, aburrido, deseando que de alguna forma el tiempo pasase más rápido o que hubiese de pronto algún desastre natural que lo salvara de la conversación más incómoda y patética que había tenido en su vida.
La mujer sentada frente a él era linda, exactamente de su gusto. Christopher sí que lo conocía. Sería perfecto si no fuera porque ella no dejó de hablar de cosas banales la última hora. De su boca sólo salían las palabras dinero, ropa, joyas, moda, uñas.
Tomando un sorbo de su frapuccino, Minho se preguntaba qué tan difícil era conocer a alguien realmente auténtico.
Tomó nota mental de jamás volver a apostar con Christopher y Hyunjin, su castigo habían sido cinco citas con personas que ellos eligieran. Ésta era la mejor que había tenido, y eso era bastante que decir de las anteriores. Fracaso tras fracaso.
Iba a tener que llamarlos y decirles que sí, seguiría soltero.
Sabía que ellos se preocupaban por él y querían lo mejor, pero conectar con alguien era tan difícil. Hasta Hyunjin, quien seguía siendo su secretario, tardó años en hacerse su amigo.
Era de esperarse, los hobbies de la mujer de la cual no recordaba el nombre, también eran sobre su pelo y sus uñas y su ropa y…
—Disculpa, me llegó un mensaje urgente del trabajo, te llamaré luego —dijo, levantándose, sabiendo que borraría su número apenas saliera de esa cafetería.
Caminó hasta su auto y una vez sentado en él, marcó a Christopher.
—Tu cita comenzó hace una hora, Minho, ¿qué pasó?
—Christopher…
—Un desastre otra vez, ¿cierto? —dijo con una pequeña risa.
—En esa media hora aprendí cinco formas diferentes de hacerse las uñas, Bang. Decirle desastre es poco.
Se escucharon risas del otro lado, al parecer Christopher estaba con Hyunjin y había puesto el altavoz para que los dos escucharan su cita fallida.
—Lo sentimos, Minho —dijo Hyunjin—, ¿Irás a tu casa ahora? ¿Quieres que vayamos contigo?
—No tienen que cuidarme —respondió—, estaré bien.
—Es que hace tres años que no sales con nadie, es de esperar que nos preocupemos por nuestro ex playboy favorito —dijo Christopher intentando hacerlo reír—. Tenemos miedo que te deje de funcionar la polla.
Minho se carcajeó junto a sus amigos, nunca hubiese pensado que llegaría a tener esa confianza con ellos, no cuando antes solía ser un amargado que no quería relacionarse con nadie.
—Pueden venir luego a ver si me sigue funcionando, por ahora quiero descansar un rato —dijo cuando terminó de reír.
—Nos veremos luego, ¡Adiós Minho!
Encendió su auto rumbo a su casa. Había dejado de trabajar tanto y ahora disfrutaba un poco más de estar en su hogar. Los últimos años, el negocio con los Kim había prosperado tal y como esperaba, pero aún así comenzó a repartir tareas y entendió que él también necesitaba tiempo de descanso.
Sólo quería llegar, quitarse la ropa, ponerse algo cómodo y tal vez mirar una película. Luego leería algo o escucharía música, para después quizás pedir comida y llamar a sus amigos para cenar juntos. Sí, sonaba como un plan perfecto.
El silencio de su hogar ya no lo abrumaba, había aprendido con los años a ponerle un poco más de vida a su espacio. Logró ponerle más colores, algunos cuadros, quizás un poco de desorden. Y aunque se sentía más cálido, no era suficiente, algo faltaba.
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you ruined my life [ jeongho ]
RomanceYang Jeongin no volvería a tomar alcohol en su vida. No luego de que en su última borrachera firmara un contrato con un empresario y con eso dejara su carrera como Idol al borde del colapso. ¿Podrá arreglar su imágen y la de Lee Minho en el proceso...