Iron Heart | N.H

Capítulo 50

Niall

No recuerdo haberme sentido jamas de esta manera, fui posesivo en cuanto a mi hermano menor en cuanto lo arrancaron de mi lado pero no se compara con la necesidad de marcar a Chelsea como de mi propiedad. No soporto que ningún imbécil ponga sus ojos sobre ella, quiero sacarle la mierda a cualquiera que se le acerque y peor aun si se atreve a tocarla. Siempre me contuve de golpear a Nick, porque se que aunque el la mire de esa maldita manera como si quisiera devorarla ella solo lo ve como un amigo, un hermano. Además se que hay mierda jodida sobre el que estoy a punto de descubrir, el no ha llegado a meterse en nuestras vidas por casualidad. Por este motivo aleje al chico Payne, no soportaba la idea de que la llevara en citas, verla sonreir y no ser motivo de eso me enloquecia.. aunque se que eso es mi culpa, no puedo evitar ser un jodido imbécil la mayor parte del tiempo. Esta cosa.. o sentimientos es algo.. nuevo para mi. De todas las mujeres que folle a lo largo de mi vida nunca sentí esta necesidad de quererla para mi solo.. necesitarla. Los chicos y yo siempre compartiamos las zorras pero esta vez no quiero que nadie se le acerque, Chelsea Russel es mia y nadie mas puede reclamarla. No se donde nos deja todo esto, solo se que la necesito.. solo para mi.

Me recuesto en el sillón mientras intento relajarme pero es imposible, aun siento la jodida adrenalina corriendo por mis venas y el hecho de que ella este en estos momentos desnuda en mi ducha no ayuda, quiero subir las escaleras como un loco y follarla salvajemente bajo la lluvia artificial, devorar cada centímetro de su piel hasta sentirme saciado. Quiero escucharla gritar mi nombre mientras se viene y perderme dentro de su apretado coño.. joder, mi polla esta como una roca dentro de mis pantalones. Me levanto bruscamente del sofá y salgo al jardín trasero, tengo que poner espacio entre nosotros o cederé ante el impulso y se que voy asustarla, joder, no quiero eso. Observo la mierda en el descuidado jardín tratando de no pensar en sus perfectas curvas, el verano casi termina y mi vida se ha convertido en un completo desastre.

Mis hermanos del club están reclamándome lo distraído que estoy o lo cansados que están de vigilar la jodida casa de una adolescente pero no puedo evitarlo, si alguna mierda de mi vida toca a Chelsea no me lo perdonare jamas. Además el boxeo me tiene ocupado, quiero triunfar y salir de una vez por todas de la mierda que mi padre dejo para mi y que la gente me respete y recuerde por ser alguien bueno en el boxeo no que me tema por ser parte de un club de motociclistas que maneja drogas. Quiero salir de esta vida y acaba de una vez por todas con la mierda que persigue a mi hermano. El entrenador Russel esta dándome esa oportunidad y estoy poniendo todo de mi para no arruinarla. Siempre me hablo de su hija, la había visto fugazmente un par de veces en el gimnasio pero ella no sabia sobre mi, no me conocía, se veía inocente y dulce, una chica hermosa y demonios.. caliente como el infierno, pero no iba a tocarla.. ella era prohibida para mi. Lo intente, intente odiarla y apartarla pero al igual que yo era demasiado terca. Me gustaba esa chica y aunque se que tengo mas posibilidades de mandarlo todo a volar por meter la pata algo me impulsa a intentarlo. He intentado desaparecer, pero ella siempre encuentra la forma de encontrarme y yo malditamente no puedo alejarme de ella por demasiado tiempo.

Me rio al ver que estoy convirtiéndome en un puto marica pero mi cabeza parece estar bien con ello.

Vuelvo dentro de la casa ya que he perdido la noción del tiempo, no se escucha ningún ruido dentro de la casa y me entra el pánico, subo las escaleras hacia mi habitación de nuevo y me quedo sin aliento. Chelsea esta enredada en mis sabanas, con una de mis camisetas cubriendo sus perfectos pechos, vientre y cintura. La luz que entra por la ventaba juega con los colores claros de su cabello haciéndolo brillar y verse aun mas claro. Su expresión de paz mientras duerme es malditamente hermosa. Su piel se ve suave y mi mano pica por tocarla. Siento que puedo quedarme horas observándola y no seria suficiente, asique se que aunque ella me odiara si se entera busco mi polaroid en el armario del pasillo y le hago unas cuantas fotos. Ella se mueve en sueños pero su expresión de paz no cambia, sus labios se ven suaves y siento deseos de besarla. Cuando termino mi travesura decido dejarla descansar, cierro las cortinas y salgo de la habitación. Bajo las escaleras y dejo la pila de fotografías sobre la mesa de café frente al sofá y voy hacia la cocina por algo fresco para beber, tengo entrenamiento en un par de horas pero no me importa matar el tiempo aquí mientras la chica que me roba el pensamiento esta en mi cama.