Jimin y Yoongi desde bebés han pasado gran parte de sus vidas junto al otro. Desde el jardín de niños, el colegio y ahora su segundo año de secundaria. Desde pequeños se hicieron mejores amigos, tal y como lo fueron sus madres en su juventud y hasta la actualidad.
Y es entonces justo aquí donde comienza su historia, parecida a la de sus madres, solo que con el paso del tiempo, ellos se ven envueltos en un sentimiento más fuerte.
Desde muy pequeños Yoongi y Jimin han sido muy diferentes. Mientras uno de ellos es introvertido, le gusta el silencio y la poca compañía.
A el otro le gusta hacer ruido y estar rodeado de sus personas especiales.
Uno siente que lo suyo es ver las estrellas recostado en el césped de su casa mientras escucha One Direction.
Mientras que el otro por su parte le encanta bailar de noche en el patio de la casa de su mejor amigo, mientras esté ve las estrellas.
A Park Jimin le encanta habla, mientras que a Min Yoongi le encanta escucharlo.
Gracias a la amistad de sus madres, Yoongi y Jimin han pasado la mayor parte de sus vidas juntos. Han pasado navidades juntos, han celebrado sus cumpleaños juntos, han estudiado en las mismas escuelas y han estado juntos desde siempre. Y a ellos lejos de molestarles esto, lo disfrutan.
Disfrutan la compañía del otro.
Desde pequeños han demostrado gozar en gran manera todos estos momentos. Tanto así que les pedían a sus madres que los llevaran a ver al otro, cosa que por supuesto, sus madres amaban y aprovechaban para estar juntas.
A sus madres les pareció la cosa más tierna que en su cumpleaños doble número siete, Yoongi le haya escrito una carta a Jimin como regalo de cumpleaños, en donde le decía lo feliz que le hacía ser su único mejor amigo por siempre.
Porque sí, desde muy pequeños ese par se declaró oficialmente como mejores amigos.
Jimin en ese momento empezó a sonreír mucho y a mostrar su carta muy orgulloso a sus amigos invitados, sus padres y su tía Hae.
Por otro lado, las madres de los pequeños reían enternecida viendo cómo sus hijos parecían quererse tanto y se convertían en mejores amigos.
Una tarde cualquiera Yoongi había ido a la casa de Jimin, esto petición del último mencionado, quien había llamado a casa de Yoongi y pedido a su tía Hae cuando está fue la que contesto que le pusiera al teléfono a su mejor amigo por siempre.
Al momento de hablar con Yoongi, el castaño con un puchero le había pedido a su mejor amigo ir a su casa, ya que la noche anterior había tenido una pesadilla y no quería dormir solo. Lo que hizo que el pequeño Yoongi se encontrará esa tarde en casa de su tía Lee jugando las escondidas.
A Jimin le gustaba esconderse, más no tener que ser el que busca, por eso mismo se encontraba Yoongi con la frente en su antebrazo y este inclinado en el arbol de mango en casa de Jimin, mientras contaba.
Cada vez que jugaban a las escondidas, Yoongi siempre le tocaba buscar a Jimin. Pero a él no le molestaba con tal de que su mejor amigo siempre fuera feliz y sonriente.
Yoongi dejo de contar cuando haciéndolo llegó hasta diez. Y mientras buscaba a Jimin por el patio, Yoongi alcanzó a ver el pequeño jardín de flores que tenía su tía Lee, el cual era muy bonito.
El niño se acercó hasta las flores y las observó todas maravillado, pero su mirada calló en unas específicas, las cuales les parecieron las más bonitas.
Dichas flores tenían muchos pétalos blancos, con un centro amarillo y eran pequeñas. Yoongi sin pensarlo mucho tomó una para obsequiársela a Jimin. Ya que para él, le hacía pensar en su mejor amigo y las flores eran tan bonitas como él.
Después de tomar la florecita, Yoongi volvió con su tarea de buscar a Jimin, ahora para darle la flor. Viendo por el patio, Yoongi alcanzó a ver una brillante cabellera castaña detrás del árbol donde estaba el columpio. Así que sonriente se acercó, mientras escondía la flor detras suyo.
—¡Te encontré!—Le dijo emocionado llegando por su espalda.
—¡Gigi!—Respondió emocionado de igual forma el castaño, aunque rápidamente lo observó confundido cuando vio que escondía algo en su espalda—¿Que tienes ahí?
—Es una sorpresa para ti.—Respondió un sonriente Yoongi, mientras se hacía más notoria su sonrisa de goma.
—¿Para mí?—Pregunto Jimin volviendo a emocionarse.
Yoongi asintió y le extendió la flor, mientras que un bonito rubor cubrió sus mejillas y orejas.
Jimin observó en silencio la flor y sonrió mientras la observaba a detalle. Para luego mirar el rostro sonrojado de su mejor amigo.
—¿Te gusta?—Preguntó Yoongi con la mirada en sus tenis mientras jugaba con sus deditos gracias a los nervios.
Jimin seguía observando a su mejor amigo enternecido y sintió sus mejillas empezar arder.
—Mucho.... ¿Pero sabes que mamá te puede regañar por tomar sus flores.—Pregunto Jimin riendo y volviendo a observar la flor
—No importa. A ti te gusto.—Respondió Yoongi restándole importancia y encogiéndose de hombros.
Jimin sonrió ampliamente y se acercó a Yoongi depositando un tierno beso en una de sus mejillas, para sonreírle otra vez y susurrarle un suave "Gracias". Mientras que por su parte, Yoongi se sonrojó aún más de lo que ya estaba y algo sorprendido observó a Jimin, quien le veía feliz.
—Vamos adentro. Tengo Oreos para compartir.—Hablo Jimin cambiando de tema para después avanzar rápidamente camino a la casa, dejando parado en su sitio a Yoongi, quien llevó una de sus manitas a la mejilla que había besado su mejor amigo, aún sin reaccionar del todo.
Jimin ya antes pocas veces le había besado en las mejillas, pero esta vez Yoongi no entendía porque su corazoncito latía tan fuerte.
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18 |YM|
RomanceJimin y yoongi han sido mejores amigos desde muy pequeños, tal y como lo son sus madres. Con el pasar del tiempo su amistad había seguido intacta, haciéndolos muy unidos el uno al otro. Pero esto cambia un poco cuando al llegar a la adolescencia, un...