Corazoncitos tristes

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Había sido un sábado, aquella tarde-noche que había dejado a dos jovenes heridos

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Había sido un sábado, aquella tarde-noche que había dejado a dos jovenes heridos.

Uno por no saber manejar lo que siente y traicionar la confianza depositada por su mejor amigo, y el otro por ser traicionado y avergonzado por quien creyó era su cómplice.

Al momento en que Jimin abrió la puerta de su hogar, su madre quien se encontraba en el sofá leyendo una revista, se quedó totalmente sorprendida.

Su hijo no debería estar en casa tan temprano o al menos no haber llegado solo.

Había pasado algo y al parece muy fuerte para tener a su hijo frente suyo con ojos llorosos y nariz roja. La mujer rápidamente se puso de pie y con preocupación le preguntó a su hijo que le ocurría.

Jimin sin responder a la pregunta de la mujer frente a él, avanzó a pasos lentos hacia ella, para abrazarla con fuerza y nuevamente derramarse en llanto.

Con preocupación Lee le correspondió el gesto a su pequeño. Después de varios minutos con mucho llanto de parte de Jimin, este le contó lo que había pasado con Yoongi y lo avergonzado que se sentía.

Y así fue como esa noche la mujer escuchó, consoló y arrulló a su hijo hasta que esté por fin se quedó dormido entre sus brazos en el sofá siendo llevado por su padre más tarde a su habitación.

Y así fue como esa noche la mujer escuchó, consoló y arrulló a su hijo hasta que esté por fin se quedó dormido entre sus brazos en el sofá siendo llevado por su padre más tarde a su habitación

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Después de tratar de forma insistente que Jimin atendiera sus llamadas y dejar varios mensajes en su bandeja pidiéndole que le permitiera disculparse y que estaba muy arrepentido..... Yoongi solo se dirigió a casa.

No fue hasta la casa de Jimin porque ya le había mentido a su madre al decirle que esa tarde se encontraría con Jimin en frente de casa para ir a la plaza a pasar el rato como ya era de costumbre.

También sabía que Jimin no iba a querer verlo y que el rechazo de su mejor amigo le iba a calar en lo más profundo de su corazón hasta dejarlo trizas.

Con desánimos Yoongi se abrió paso hasta la sala de su casa, en donde al escuchar llaves y la puerta principal ser abierta, su madre quien se encontraba en la cocina, hizo acto de presencia para recibir a su hijo.

—¿Como te fue con Jimin, tesoro?—Pregunto con ánimos Hae, limpiándose las manos en su delantal de cocina.

—Ahora no, mami.—Respondió con pereza el pálido dirigiéndose hasta las escaleras del hogar para irse a su habitación.

La mujer con sorpresa observó la figura de su hijo avanzar hasta las escaleras con la mirada fija en sus pies.

Yoongi no era así.

Sí. Sabía que su hijo no era de muchas emociones, pero nunca tan desanimado y menos después de salir con Jimin.

—Yoongi, detente por favor.—Pidió la mujer con voz calmada.

El menor con pesar detuvo sus pasos perezosos al inicio de las escaleras. La mujer observando la espalda de su hijo, volvió hablar.

—¿Que te pasa, Tesoro?

Y esa pregunta fue el detonante para que todas las lagrimas que había retenido todo este tiempo fluyeran como cascadas por sus mejillas al pensar en lo mucho que debía estar odiándolo Jimin.

El pelinegro se dio vuelta y la mujer al ver el rostro empapado de su hijo, no hizo más que abrir sus brazos y con una cálida sonrisa invitarlo a refugiarse en ellos.

18 |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora