Jimin y yoongi han sido mejores amigos desde muy pequeños, tal y como lo son sus madres. Con el pasar del tiempo su amistad había seguido intacta, haciéndolos muy unidos el uno al otro. Pero esto cambia un poco cuando al llegar a la adolescencia, un...
Fue el domingo por la noche, cuando a fuerzas Hae logro que su hijo comiera algo antes de dormir, después de pasar casi todo el día sin probar bocado.
—¿Crees que debería hablar de lo que siento con Mimi?—Cuestiono de repente Yoongi, a su madre quien se encontraba sentada en su cama junto a él, acariciandole el cabello.
La mujer al escuchar la pregunta de su hijo, dudo que respuesta podía dar. Sabía que aunque su hijo no había hecho las cosas de la manera correcta, solo era un pequeño experimentado el primer amor.
—Creo que deberías intentar hablar con él para disculparte primeramente y eventualmente, cuando eso pase si aún quieres contarle tus sentimientos, pues hacerlo.—Respondió en un tono cálido la mujer.
—¿Y como me disculpo? No quiero arruinarlo más de lo que ya está.—Pregunto el menor, dejando su bandeja con su cena a medio comer a un lado de su cama.
—Creo que si en serio estás arrepentido, sabrás expresarlo.—Respondió Hae, aunque eso no quito la expresión triste en el rostro del menor.—¿Quieres que le compremos chocolates como "Ofrenda de Paz"?
Al momento en que su madre hace la pregunta, Yoongi lo piensa un poco, aunque rápidamente el rostro del pálido se iluminó como si se le hubiese sido revelada la fecha del regreso de One Direction.
—¡ESOO!¡Mami, eres la mejor!—Expreso con emoción el pálido.
—¿Lo soy?—Pregunto con gracia su madre.
—¡Sii! Quiero cómprale Margaritas a Jimin. Quiero regalarle un gran ramo de Margaritas!—Expuso con suma alegría el menor a su madre.
—Me parece bien, cariño.—Acepto su madre con una sonrisa, pensando en lo rápido que había crecido su pequeño.
—Son sus flores.—Susurro pensativo el menor, dejándole saber a su madre que el comentario había sido más para él que para ella.
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En el momento en que Jimin escucho la pregunta salir del los labios de su madre, salió rápidamente de la sala con dirección a su habitación nuevamente.
Siendo como el resto de la noche fingió dormir para no tener que ver a nadie.
"¿Como que a Yoongi le gusta Jimin?"
La pregunta no había dejado su mente desde el momento en que la escucho salir de los labios de su madre.
—Le gusto a Gigi.... —Dejó salir en un susurro para si mismo el rubio—¿Y porque si le gusto, le contó a Jackson que me gustaba?
La noche del domingo había sido bastante larga para Jimin. Eso porque sumado a su nuevo descubrimiento, estaba pensando en cómo acercarse a Yoongi y poder hablar de lo sucedido con Jackson.
Amaba con todo su corazón a su mejor amigo, no quería perderlo por una situación que aunque no justificaba, tampoco merecía acabar su relación con Yoongi. Por eso, la madrugada del lunes, apuntó de caer ante una inminente nube de sueño.....
Jimin había llegado a la conclusión de que hablaría con Yoongi de lo sucedido con Jackson la mañana siguiente.
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Lunes por la mañana y se encontraba en la entrada de su colegio, un pelinegro con un hermoso ramo de Margaritas en mano.
Yoongi había sido dejando por sus padres muy temprano en el colegio a petición de este, luego de haber comprado un hermoso ramo de flores. Nervioso por cómo fuese a salir todos, Yoongi observaba en todas las direcciones esperando ver al fin el rostro de su mejor amigo.
Sin duda, la situación con Jimin y no verlo, lo hizo sentir muy mal. Recordar el rostro de su mejor amigo decepcionado aquella tarde, le hacía sentir como un completo idiota.
Yoongi vio a Jimin bajar del auto de su madre y en seguida sintió su corazón bombear con desespero. El pálido con paciencia espero a que Jimin se aproximará a la entrada del colegio para poder abordarlo.
Aunque rápidamente se vio interrumpiendo por Nayeon, quien se acercó con entusiasmo a Jimin.
Yoongi pensativo observó la escena. Al momento en que Nayeon se acercó a Jimin, este rápidamente sonrió para ella, siendo así como Yoongi pensó que tal vez podía hablar después con él, todo con tal de que la dulce sonrisa permaneciera en el rostro del rubio.
Algo triste por no poder hablar de una vez con Jimin, Yoongi se dio media vuelta y se dispuso a entrar a la secundaria. Y justo cuando estaba por cruzar la puerta...
Jimin lo vio.
El rostro de Jimin se volvió una mueca de tristeza cuando vio el cuerpo de su mejor amigo dirigirse sin ánimos a el plantel con un hermoso ramo de Margaritas en mano.
