Lujuria (2)

22| Harper, su historia

22| Harper, su historia

| Alexa

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ÉSTE CAPÍTULO CONTIENE MENCIONES SOBRE EL ABUSO SEXUAL, POR FAVOR SI ERES SENSIBLE A ÉSTE TEMA, PUEDES SALTARTE EL CAPÍTULO O AQUELLAS PARTES QUE LO RELATAN.

—Yo no nací aquí, de hecho solamente vine hace unos años huyendo de mi casa.

Todas estábamos sentadas frente a Harper, ninguna de nosotras hacía o decía nada, nuestra atención estaba cien por ciento en ella. Sabemos que no era fácil contar algo de lo que no le apetecía hablar, algo que, quizás, sea un poco traumático para ella.

—Mi madre es o era, no sé cómo está ahora, una mujer que limpiaba casas, mi padre no se sabe de él, desapareció cuando yo nací. Tengo dos hermanos mayores y una hermana menor, todos somos hijos de diferente padre.

Ella pausó por un momento su relato y aprovechó para tomar aire. Yo la tomé de la mano y acaricié sus dedos.

—Ve con calma, tranquila.

—Desde que nací viví con ella y con Brent, mi padrastro—su rostro tomó un aura oscura, sus ojos mostraban odio puro al mencionar a ese hombre—él es el padre de mi hermana menor—susurró—él había entrado a la vida de mi madre cuando yo sólo tenía uno o dos años de nacida.

Sentí como su mano tomó la mía y la apretó con fuerza.

—Mis hermanos tenían diez y el mayor doce—su mirada bajó hasta nuestras manos unidas—no sé desde cuándo, no recuerdo mucho, pero él... él...

Cerré los ojos imaginando lo peor.

—¿Qué te hizo él, Harper?—la miré a los ojos y ella comenzó a llorar.

—Él me violaba—dijo y como si se "liberara" de algo comenzó a llorar en mis brazos—no sé desde cuando comenzó, él siempre entraba a mi habitación, lo hacía todo el tiempo. Le dije a mi madre y nunca me creyó, prefirió a ese que a mí.

La abracé viendo como las demás estaban petrificadas, no sabíamos que algo así le podía haber pasado a Harper. Entiendo tantas actitudes de ella, ahora lo entiendo todo.

—Cuando tuve conocimiento de aquello, de que eso era malo le dije a mi madre, pero era más importante su esposo que yo. Así que decidí irme, si no lo hacía él seguiría tocándome y...

—Ya, por favor, no sigas—Meredith la tomó del otro lado y la abrazó—te entendemos, Harper, te entendemos.

—Quiero decirles todo—dijo—quiero sacar este peso que llevo dentro. Cuando ya no soporté sus "visitas nocturnas" y que mi madre no me escuchara y mis hermanos solo vivieran borrachos, decidí irme. Un día salí con mi ropa, le robé dinero a Brent, tomé un autobús y llegué a la ciudad más alejada de ellos.

—¿Cómo comenzaste a consumir?—preguntó María.

—No tenía mucho dinero, así que alquilé una habitación en Sorrento.

—En el peor barrio que hay—dije.

—El más barato—ella se encogió de hombros—ahí conocí personas que me llevaron con el Cuervo, dijeron que con él ganaría buen dinero, comencé a trabajar con él y un día quise probar, quise olvidar y ahí empecé a consumir.

Mi corazón estaba achicado, no podía creer que Harper haya pasado por todo eso y lo haya estado viviendo sola, en silencio.

—Te agradezco por abrirnos tu corazón, por dejarnos saber de ti y de tu vida.