17| ¡Qué vergüenza!

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17| ¡Qué vergüenza!

|Alexa


—¿Ahora si soy tu novia?—Le dije sintiendo como la rabia subía por todo mi cuerpo.

—Alexa, no empieces, he estado buscándote como un loco.

—¿Buscándome? Si, claro.

Estaba enojada, mucho. No sé si el alcohol hizo un efecto contrario en mí, en vez de hacerme pacífica como a algunos, me volvió una fiera completa. El ver como Christopher no despegaba los ojos de aquella chica me hizo enojar, ella no me agradaba, no desde que insultó a María y la amenazó.

—Vaya Moldovan, parece que tu novia te odia.

—Cállate o te parto la cara imbécil—Christopher señaló a Ashton—Alex, hablemos.

—¿Hablar de qué? ¿De cómo le estabas viendo el culo a Yenica?

—¡No estaba haciendo eso! Déjame explicarte.

Abrí la boca para hablarle, pero vi como la susodicha venía subiendo las escaleras.

—Ay, pero mira quien llegó—dije—la indeseada.

—¿Tienes algún problema conmigo, Alexa?—Ella se cruzó de brazos.

—Tengo muchos problemas contigo, Yenica—me levanté del sofá y caminé decidida a ella, pero Christopher me tomó de la cintura.

—¡Ya basta! Alex, ¿qué te está pasando? Tú no eres así y Yenica, ¿te puedes ir por favor? Estás empeorando las cosas.

—Tremendo show, Moldovan, dos hermosas mujeres peleándose por ti. Debo decir que te tengo envidia—Ashton se reclinó sobre el sofá tomando su vaso de whisky.

—Te juro que te voy a reventar la cara si no te callas.

—Yo no tengo la culpa de que tu novia sea una insegura, Christopher—Yenica alzó una de sus cejas mientras se cruzaba de brazos.

—Yenica, por favor—Christopher seguía sosteniéndome.

—Solo te diré una cosa, Yenica, te quiero lejos de Christopher, de María y su novio.

—¿Su novio? El mismo que ella me robó, el que estaba conmigo pero la perra de tu "amiga" sedujo para que él me dejara, ¿ese novio?

Mi mirada estaba sobre ella. Cuando la conocí me pareció una persona agradable, muy linda y encantadora, pero luego de la discusión en el salón de María, todo eso había quedado atrás. No me gustaba que insultaran a mis amigas, y mucho menos a María, ella ha pasado por mucho para aceptarse tal cual es y que venga ésta chica a dañar aquella seguridad con sus insultos.

—Ella no te robó nada, si él se quiso ir de tu lado es porque eres tan poca mujer que no aguantó estar contigo.

—¿Poca mujer? ¿Acaso el homosexual ese si es una mujer de verdad?—ella comenzó a reír.

—Ella está con Dante, ¿no es así?

—Cuida tu boca, niña, no vaya ser que la saliva te caiga en la cara cuando Christopher te deje por otra.

—Eso jamás va a pasar, porque él me ama y a tí solo te querían para follar—sonreí—¿entiendes la diferencia entre tú y yo?

Ella se abalanzó ante mí, pero antes de que me tocara Christopher se colocó entre ambas.

—¡Ya basta! Yenica lárgate de una vez, no te lo repetiré—él me tomó en brazos y me alejó de Yenica.

—Me iré, pero que sepas, niña, que ésto no se quedará así. Ya verás que tu noviecito te cambiará por otra y me reiré cuando eso pase.

Lujuria (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora