16| Celos

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16| Celos

|Christopher


—¡Feliz pumpeaños Max!—gritó Annika entrando a la habitación de mi hermano mayor.

El gruñido de él fue su única respuesta, sonreí en mi interior, cuando fue mi cumpleaños ellos también me despertaron en la madrugada el día de mi cumpleaños, así que chúpate esa, hermano.

—¡Despierta!—Andreí se subió en la cama de Max con el pastel en sus manos.

—Larguense de aquí, aun no es mi cumpleaños—dijo él con su cabeza metida entre las sábanas.

—Ya son las dos de la mañana, así que sí, ya es tu cumpleaños—le tiré una almohada en la cabeza.

—Los odio.

Por fín asomo su rostro por encima de las cobijas, su cabello estaba desordenado y sus ojos entrecerrados, nos miró a cada uno jurando venganza, pero cuando su vista se posó en Annika ese odio se fue.

—Hola princesa—dijo y ella se le tiró encima—¿es para mí?—él recibió el dibujo que ella le había hecho—es precioso.

Maximilian, mi hermano mayor hoy está cumpliendo años. Él fue el primogénito de la familia Moldovan, el niño más esperado por la prensa en esa época. Mis padres acababan de casarse, se podía decir que no tenían más de dos años de matrimonio cuando Maximilian llegó, fue la felicidad de la familia, todos adoraban a Max.

Hasta que llegué yo y él pasó a ser el segundón.

Comenzamos a cantarle el cumpleaños mientras que Annika aplaudía y metía sus deditos en la crema, Max sopló las velas y sonrió.

—Gracias hermanos, es un buen comienzo de cumpleaños—él nos tomó de la cabeza y nos llevó hasta su pecho—son un par de asquerosos, pero los quiero.

—Tanto amor me da diabetes—dije apartándome de él

—¡Qué mentiroso! Te he escuchado decirle cosas peores a Alexa, eres un romántico de closet, hermano—Andréi dejó el pastel a un lado de la cama.

—Es mi novia, obvio le tengo que hablar cursi—dije.

—Y nosotros somos tus hermanos, bro—Max me revolvió el cabello.

—Como si eso fuese a hacer que les hable lindo, mi amor de hermano solo va para Annika, ¿verdad princesa?

Los tres miramos hacía Annika y parpadeamos silenciosos cuando vimos a la niña con las manos y boca llenas del pastel de Max, ella había comenzado a comer sin nosotros.

—¡Pastel!—gritó alzando sus bracitos esparciendo la crema azulada por todas partes.

—Si, éste será un magnífico cumpleaños—dijo Max y nosotros asentimos.


Ésta noche sería la fiesta de cumpleaños de mi hermano, él la organizó en un nuevo club que había abierto hace un mes en la ciudad, bastante costoso y exclusivo, Maximiliam estaba invitando a la mayoría de las personas que trabajaban en la empresa, él iba por cada departamento pasando la voz del festejo.

—¿Por qué quieres invitar a tanta gente?—Pregunté mientras caminaba a su lado.

—¿Qué tiene de malo? Entre más, mejor, ¿no creés?

Arrugué mi rostro.

—Si tú lo dices.

Yo no era de estar con muchas personas a mi alrededor, de hecho, me gustaba la exclusividad. Tener pocos amigos, pero verdaderos. Maximiliam conocía a todos, hablaba con todos, siempre ha sido así desde niño.

Lujuria (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora