THE CURSED PRINCE, VOL. I (YoonMin)

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“Cuando todo parecía ir bien, hubo un terrible acontecimiento que sumergió al reino de Luna en una oscuridad sin precedentes. La muerte del rey Apolo había sido el detonante de aquello.

Morgana estaba esperando un hijo de mi hermano, el próximo heredero. Cuando él falleció, Morgana escapó de vuelta al reino oscuro con la creencia de que su hijo estaría a salvo en sus tierras y bajo su protección. Sin embargo, el reino de Luna estaba dispuesto a proteger a ambos y a unirse al reino oscuro para atrapar al culpable de la muerte del rey.

Morgana no aceptó el acuerdo y decidió cortar toda conexión existente con Luna para no exponer más la vida de su hijo. Sabía que si los demás reinos se enteraban de que su hijo era el heredero al trono, habría problemas.

Una y otra vez pedimos que nos dejara acercarnos y ayudarle, pero no cedía. Aun si ella nos negaba, nosotros seguíamos cuidando los pasos del joven príncipe. Esa era nuestra misión y la vountad de Apolo, proteger lo que él más amaba, su familia.”
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Ji Min escuchaba en silencio a Artemisa.

— Es por ello, que te pido que consideres la propuesta. No te obligaremos a ser nuestro rey si no es lo que quieres, pero te pedimos que nos tomes como aliados y tu escudo cuando heredes el trono del reino oscuro. Apolo quería un lugar seguro para su hijo, y ese lugar era Luna.

El príncipe pensó en ello una y otra vez. —Estoy confundido— se sinceró—. Sabía que mi padre era alguien importante, pero jamás se me preparó para esto. Manejar dos reinos es una gran responsabilidad, y apenas estoy listo para gobernar el reino oscuro. Esto es muy difícil…

Artemisa dejó la taza de té en la mesita de centro. —Te preguntaré algo Morgan. ¿Qué es lo que quieres lograr en tu reino cuando asciendas al trono? ¿Has pensado en ello?

— ¿Si lo he pensado? — miró sus manos sobre su regazo.

Era interesante la pregunta de la reina. ¿Pensó alguna vez en lo que quería lograr al ser rey?

…

Luego de muchos incidentes entre el reino oscuro y el reino de Emerald, la vida cotidiana cambió, así como la forma de pensar de muchas personas.

La posición del rey Fargus estaba pendiendo de un hilo, muchos estaban en contra de que siguiera su reinado luego del problema que causó tras atacar al reino oscuro y a los reyes de Liriol, otros intentaban defenderlo con la excusa de que todo lo había hecho bajo el control de Cassandra. Al final, todo llevaba al mismo punto, había causado crímenes, manipulado o no, que habían tenido serias consecuencias.

Muchos de sus súbditos y leales seguidores dejaron de apoyarlo, sus enemigos aprovechaban la oportunidad para restregarle en la cara lo mal soberano que había sido. Emerald se había convertido de la noche a la mañana en una burla. Sus aliados lo habían empezado a abandorar y ya nadie podía levantar la cabeza en alto.

Pero, había alguien que aun estaba dispuesto a levantar ese reino, aun si era necesario hacerlo desde cero. Y esa persona era…

— ¿Estás loca? — le preguntó Fargus sin poder creerlo—. No te dejaré, sólo vámonos de aquí mientras aun conservamos nuestro orgullo.

Rosé negó. — ¡¿Dejarás que hablen así de ti?! ¡Padre, fueron Cassandra e Isabelle quienes hicieron esto! ¡No dejes que te afecte!

— ¡No fue sólo de ellas! ¡Tambien fue mía! Yo decidí recurrir a Isabelle en mi deseo de vencer a Morgana.

— ¿Qué? — preguntó Rosé con duda.

Fargus suspiró derrotado y cansado de darle vueltas a lo mismo una y otra vez. —Morgana intentó lastimarte cuando eras una bebé, pero el príncipe Min se interpuso y él fue quien recibió la maldición.