THE CURSED PRINCE, VOL. I (YoonMin)

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 Escape de media noche

"Mi madre hace mucho tiempo me contó una historia, interesante, bella, cruel y triste...

Se trataba de una bruja y un príncipe, heredero de un enorme y prospero reino. Ambos se conocieron cuando él la descubrió viéndolo desde las sombras en el bosque encantado. Para esa bruja, era el hombre más apuesto que había conocido, el único que había sido atento y amable con ella.

Con el tiempo ambos se enamoraron, se veían a escondidas y duraban noches enteras hablando y compartiendo juntos el tiempo. La hermana mayor de la bruja, la amenazó con asesinar al príncipe si lo seguía viendo. Eso al príncipe no le importó y se enfrentó a ella para ganarse a la joven bruja. Por poco ganó...

Poco después decidieron casarse. Este hecho no le importó al reino del príncipe, ellos aceptaron a la bruja como su próxima reina...

Lamentablemente, al poco tiempo de casarse, la vida de la bruja corrió peligro por un acto devastador. El príncipe hizo hasta lo imposible por salvarla, arriesgando su vida...

Alguien estaba dispuesto a asesinar a la nueva reina aun si tenían a todo el reino en contra. Con la pérdida del príncipe y la caída de su hermana, la joven bruja tuvo que volver a su tierra natal, donde nadie podía hacerle daño. Aun así, juró que se vengaría de quien había mandado a atacarla y a quien había acabado con la vida de su amado..."

Ji Min miraba el gran cuadro colgado en el salón del trono, era un retrato de su difunto padre. Lo miraba embelesado, podía apreciar que su padre había sido un hombre muy apuesto en su juventud y se le hacía difícil pensar que alguien como él se había enamorado de su madre Morgana, la reina del mal.

Su padre lucía tranquilo, pero su mirada era firme, su cabello era oscuro y su traje era grisáceo con una capa azul marino, en su mano derecha cargaba su espada plateada y portaba una gran corona del mismo tono adornada de zafiros.

Escuchó la puerta del salón abrirse y vio a su madre entrar al lugar con prisa. Ella siempre llevaba un vestido negro y su cetro en mano, portaba una corona oscura con piedras azules adornándole. Su madre no era poco agraciada, de hecho era muy hermosa, pero su carácter tal vez era lo que hacía a los demás temerle.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que tenías clases de magia negra— dijo ella sentándose en su trono y viéndole directamente.

— Mis clases acabaron.

— ¿Entonces?

Ji Min mordió su labio inferior y se acercó un poco más. — Bueno, pronto cumpliré dieciocho y quería pedirte permiso para...

— No— fue tan seco y directo que a Ji Min no le dio tiempo de pensar en ese instante.

— Aún no te digo que es lo que quiero...

Ella sonrió. — Ibas a pedirme permiso de nuevo para que te dejara ir al exterior, ¿no? Pues mi respuesta es NO. Así que vete.

Ji Min no se aguantó más. — ¿Por qué no me dejas ir? He acabado todas mis tareas, he asistido a mis clases, mis maestros dicen que soy perfecto en todo, hasta puedo defenderme muy bien. Sólo dime, ¿por qué?

— Morgan Artemis, me parece que te lo he dicho tantas veces. Esa gente es odiosa y sin clase, nosotros no podemos ir allí a convivir con personas de un nivel más bajo que el nuestro. Nuestro lugar es estar aquí, y tú como próximo heredero debes saber que las tierras oscuras nos necesitan. ¿Quién querría estar al lado de esa gente hipócrita? Así que no debes abandonar tu lugar por ninguna razón.