Immanuel entra a la cabaña y ve a Gabriel recostado sobre el mueble, estaba completamente dormido. Le pareció extraño, pues los demonios no necesitaban dormir demasiado ni tan profundamente.
— Gabriel — Immanuel lo llama, este abre los ojos pesadamente —. Te quedaste dormido — le dice al ver la mirada desubicada de Gabriel.
— ¿Ah, sí? — pregunta él extrañado mientras se incorpora —. No me sentía agotado, ni mucho menos me di cuenta cuándo me dormí, es extraño — dice poniéndose de pie y estira sus brazos —. ¿Llevo mucho rato durmiendo?
— No sé, apenas llegué — responde Immanuel encogiéndose de hombros.
Anika seguía al gato que iba en dirección al bosque. Ese era uno de los recuerdos que había regresado a su memoria, cuando Gabriel se transformó en gato para entrar a una casa con ella, pero no recuerda nada más, ni siquiera recordaba aquel lugar.
— ¿Para dónde me llevas? — le pregunta al gato —. No sé para qué querías que te siguiera, ¿me vuelves a llevara al bosque? — Anika hablaba de mala gana. El gato manchado se adentra en el bosque y Anika titubea antes de seguirlo, ¿estaría a salvo si lo hacía? ¿Gabriel no intentaría asesinarla allí? Eran tantas preguntas que le mareaban la cabeza. Decide tomar valor y se adentra al bosque, camina con cuidado de no caerse, el gato estaba sentado sobre la tierra mirando en su dirección, parecía que la esperaba. Anika no se percata de que detrás del gato hay una silueta, y antes de ella dar otro paso, es atraía a este hombre misterioso. El hombre agarraba por el cuello a Anika y la miraba como si la estuviera examinando. El gato regresa a su forma humana y Anika ve a un chico que nunca había visto antes, la habían engañado.
— ¡Suéltame! — Anika forcejea con el hombre que la tenía presa, era bastante alto y tenía ojos azules al igual que Gabriel, su cabello rubio estaba bien peinado y traía una barba de este mismo color. No era tan musculoso, pero tenía una fuerza fenomenal.
— Sin duda eres tú — habla con voz sombría —. ¿Pero, por qué no puedo sentir tu esencia divina? Tu esencia es una más de nosotros — el hombre le mira detenidamente por un rato —. Fue muy fácil engañarte, ¿de verdad eres descendiente directa de una diosa? Tú debes ser la hija de Rahel, ¿no es así?
— ¿Quién es Rahel? — pronuncia Anika con dificultad, el hombre suelta una carcajada ruidosa.
— No encuentro nada útil que pueda hacer contigo — dice el hombre liberando a Anika y esta cae al suelo, el otro chico que se encontraba allí obliga a Anika a ponerse de pie y la mantiene aprisionada para que no escape —. Eres un demonio, al igual que yo, y si fueses la reencarnación de la Diosa Anika, tampoco me servirías de mucho, no soy la mano derecha de Asta Roth y tampoco me interesa serlo, pero él me trata como si lo fuera y me permite hacer lo que desee — muestra una sonrisa triunfal, el hombre se gira para darle la espalda a Anika. «¿un demonio?, el imbécil había asegurado que ella también era un demonio. Eso era un completo disparate» —. Te preguntarás para qué te traje hasta aquí..., bueno, he estado buscando por mucho tiempo a Asta Naan, el imbécil ha estado escapando de mí con bastante éxito. Tengo una cuenta que saldar con él, así que te estoy usando para atraerlo hacia mí. Luego ya pensaré que hacer contigo — el hombre se gira y se queda observando a Anika —. Quizá sea hora de casarme, podrías ser mi esposa — Anika lo mira asqueada.
— No voy a casarme con un tipo como tú — dice con fiereza.
— Es una lástima, no hay muchas opciones que puedas elegir — el hombre vuelve a girarse y se queda observando a la oscuridad —. Parece que Asta Naan está tardando más de lo que pensé.
— ¿Quién es Asta Naan? — pregunta Anika y el hombre vuelve a observarla.
— ¡Claro! No debes saber que su verdadero nombre es Asta Naan, lo debes conocer con un nombre como Rafael, Jeremías, Miguel, Gabriel..., no entiendo por qué siempre le gustó usar nombres de arcángeles, ¿quiere burlarse de su verdadera esencia? Así de patético es aquel tipo.
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El destino de Anika ©
FantasiaAnika lleva la descendencia de generaciones de diosas, pero aún en este año viven los demonios que han luchado por siglos contra la gran Diosa Anika; aunque ella quiere librarse de aquel destino que la encadena, su madre no se lo permite. Anika se e...