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Hurrem pasa tiempo con Eloisa...
Con el paso de los días, todo se volvía más abrumador, extrañaba demasiado a su hermana y familia, era sentir la agonía cada día un gran suspenso que no paraba, hacia pequeños garabatos con la pluma, un pequeño escándalo llamo su atención, por lo cual se acercó a los guardias de su habitación.
- ¿Que sucede?
- Es un problema del Harem señorita.
La joven se acercó a dónde el murmullo provenía, la verdad es que todavía no había tomado a sus sirvientas que las acompañarían, no le entusiasmaba la idea.
- Entonces ¿Por qué no les has dado un principe Dilsha? - Pregunto una joven con el cabello negro.
- Aún no ha llegado mi momento, pero no célebres víbora veneciana, apenas has entrado en sus aposentos.
- Das por hecho de que serás Sultana y que luego gobernaras en este palacio, pero para eso se necesitas inteligencia.
La muchacha rubia levanto su mano para lastimar a la otra mujer, al ver que el resto de señoritas no intervenía antes de que toque el rostro de la pelinegra Eloisa tomo su brazo con fuerza.
- Ya basta Mujer, ¿Que piensas que pasará luego que la golpes? - Ahora las señoritas se reunieron centrando su atención en la castaña - Yo te diré lo que sucederá son capaces de expulsarte del Harem, la joven tiene razón no usas tu cerebro.
La veneciana sonrió ante esas palabras, haciendo que la rubia apartará su brazo con fuerza.
- ¿Y quién eres tú para decirme que hacer? - Antes de tan siquiera responder los pasos de alguien se hicieron presente.
- Señorita Eloisa, la estaba buscando - Sumbul hizo una reverencia ante la española, entonces las jóvenes entraron en duda de quién era - La sultana Hurrem solicita su presencia.
- Gracias Sumbul - La muchacha le dió una última mirada al Harem, para luego salir siendo escoltada por Sumbul.
Si, los aposentos de Hurrem eran maravillosos, tal como lo había imaginado ya llevaban un rato sin hablar ambas, luego una joven dejo dos Té con unos dulces.
- Adelante querida - La joven le dió una sonrisa, antes de beber un poco de té.
- Delicioso - La pelirroja sonrió ante eso - Pero sultana ¿Me imagino que no habrá llamado solo para tomar té?
- Así es...de hecho me imagino que ya sabes para lo cual viniste a este palacio.
Mientras la mayor hablaba la joven miraba su taza, un gran vacío la invadía dentro de su corazón, la pelirroja noto aquello.
- ¿Dije algo malo?
- No sultana, es simplemente que no me acostumbro a la idea.
- Suleiman me ha dicho...que ansiabas conocerme - Prefirió cambiar de tema.
- Asi es, siempre escuché las historias sobre usted y el Sultan me ah dicho cosas buenas, siempre he anhelado conocerla.
Una sonrisa se posicionó en la cara de Hurrem, le enternecía el corazón ver a alguien que la admiraba tanto, la joven sonrió antes de tomar un dulce.
- Espero que te gusten, son dulces con nueces y almendras. - La joven rápidamente soltó el dulce sorprendiendo a la Sultana.
- Lo siento...es que soy alérgica a esas cosas - La muchacha bajo la cabeza avergonzada antes de sentir la mano de la de cabellos de pelirrojos en su mejilla.
- No lo sientas...pero volviendo al tema principal ¿Realmente quieres casarte con uno de mis hijos?
- No sultana...- Las lágrimas se agolparon en los ojos de la joven - Aunque no me malinterprete, yo jamás traicionaria a un miembro de su familia...son lo único que tengo y mi lealtad le pertenece.
Hurrem secó sus lágrimas, si bien estaba aliviada y feliz por saber de ello,ver esas lágrimas y saber que era una joven con un corazón noble, le partía el alma.
- Tranquila...siempre tendrás mi protección además que la de Suleiman, pero debes saber defenderte por tus propios medios.
La joven asintío antes de ver cómo la pelirroja abría los brazos para darle un abrazo el cual acepto gustosa y con cierta angustia.
La muchacha se dirigía a los aposentos del Sultán ya que este había solicitado su presencia, ya que tal parece que Suleiman había tomado una decisión sobre el futuro de la de cabellos castaños, por lo cual estaba nerviosa ante eso.
- Fíjate por dónde vas - Una voz masculino la reprendió más al momento de que ella chocó contra algo duro.
- Lo lamento no me fije por dónde iba - Agachó su cabeza, antes de ver cómo el joven se alejaba al alzar su cabeza vio un cabello rojizo luego de pensar brevemente mirando al mismo lugar curiosa siguió su rumbo hacia los aposentos de Suleiman.
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Wenas~
Les traigo otro Capítulo, y espero que le den mucho amor y cariño, muy pronto nuestra niña tendrá que ir a manisa junto a nuestro pelirrojo, pueden Votar y Comentar.Besos🐞💕
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ɴᴜʀᴀʏ |ˡᵃ ˢᵘˡᵗᵃⁿᵃ ᵐᵃᵍⁿⁱ́ᶠⁱᶜᵃ
Random𓇢𓆸𝙀𝙡𝙤𝙞𝙨𝙖 𝘿𝙖𝙨𝙘𝙤𝙪𝙩𝙚𝙩 𝙝𝙞𝙟𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙜𝙤𝙗𝙚𝙧𝙣𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙢á𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝘾𝙖𝙨𝙩𝙞𝙡𝙡𝙖, 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨 𝙙𝙚 𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙧 𝙩𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙨𝙪𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙤𝙨 𝙚𝙨 𝙤𝙗𝙡𝙞𝙜𝙖𝙙𝙖 𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣𝙤 �...