ɴᴜʀᴀʏ |ˡᵃ ˢᵘˡᵗᵃⁿᵃ ᵐᵃᵍⁿⁱ́ᶠⁱᶜᵃ

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ xxɪx

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Justicia es venganza.

- No hay objeción cuando se trata de tu Hijo.

Nuray lo miraba con gran molestia mientras veía a selim pasearse por la habitación.

- Sigue siendo una de mis concubinas, no puedes sim..

- Tu me dijiste que mataría a la persona que hizo esto con mis propias manos ¿Que más quieres Selim? Te lo dijieron todas las personas del puerto.

Ya habían pasado unos cinco días de lo que ocurrió con el príncipe Ruslan en ese tiempo La Haseki veía a Dilsha pasearse como si fuera inocente.

En ese tiempo Nuray se dió cuenta de que por primera vez tenía que imitar a su suegra la sultana Hurrem para proteger a sus hijos.

- Lo se pero..

- No ahora escúchame.

Nuray se puso de pie y lo miro fijamente sin temblar ante su precencia tomando todo el valor acumulado en su interior.

- Nuray...

- O me dejas castigar a Dilsha de la manera que quiera.

- Sabes que..

- Aún no eh terminado.

- continúa.

- O tomaré a mis hijos, me subiré al primer barco que me llevé al lado de Bayaceto.

Los ojos del pelirrojo se encendieron en celos y cólera mientras veía a su mujer no retroceder.

- ¿Que es esa osadía? Crearás una guerra.

- Lo único que se es que Bayaceto nos protegerá y con el tiempo el Sultan le daría mi mano, convirtiéndome en su esposa.

Selim le dió una bofetada a Nuray quien simplemente cerró los ojos esperando esa reacción.

- Tu...no serías capaz.

- Es verdad...nunca sería capaz de traicionarte no soy tú..- Los ojos verdes de la castaña lo miraron fríamente - Pero primero están mis hijos..

Por primera vez en su vida a aquel Sehzade pelirrojo entendió esas palabras.

El no era un simple principe, ya era el gobernador de Manisa.

No tenía solo un Harem tenía una mujer principal como su padre.

Ya no podía dejar pasar cada problema tenía hijos y su deber era protegerlos, su deber era proteger a su familia.

- Puedes hacer con ella lo que quieras, pero no puedes matarla.

- Por..

- La muerte es poco por atentar con la vida de nuestro hijo - Selim acarició su rostro - Lo siento...no fue mi intención lastimarte.