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Los amaneceres le pertenecían a Eloisa,ese momento en cuando la Luna se encontraba de frente con el Sol, despidiéndose la una a la otra, el té era su único acompañante era igual en España y ahora en Estambul, por lo cual no dudaba que en manisa sería lo mismo.
La ventana estaba abierta y el aire frío entraba por ella,aire completamente puro calentando tan solo el cuerpo con el agua caliente con hierbas.
- Señorita...- Ezra entro sacando de sus pensamientos a su señora.
- Dime Ezra ¿Ocurrió algo?
- Nada mi señora, solo quería ver si deseaba que traigan su desayuno.
La joven castaña hizo una mueca, antes de volver a mirar al paisaje.
- Daré un paseo necesito despejar mi mente y el silencio es lo mejor que hay, puedes traer mi comida mientras tanto.
- Si señora.
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El aire era puro en el ambiente, el viento soplaba levemente jugaba con el anillo el cual el Sultan le dió de regalo, ahora entendía que era una cadena la cual el tiraba trayendolá a su fin.
El sonido de las ramas se escuchaba en cada paso que daba.
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