En la Torre Babel, un hombre musculoso hablaba con determinación en una sala secreta.
—Los preparativos están listos —declaró—. Un aventurero codicioso abrió la caja y se reveló antes de lo previsto.
La diosa Freya, a quien era dirigida estas palabras, simplemente mostró una sonrisa maliciosa.
—Ya veo, es hora de que ellos me muestren su aventura.
Dentro del Calabozo. ...
En la caverna profunda de los Pisos más bajos del Calabozo, avanzábamos entre habitaciones y pasillos, manteniéndonos alejados de otros aventureros que competían por cazar monstruos y recolectar sus preciados artículos. Nuestro objetivo era el Séptimo Piso, y luego continuar hacia las profundidades del Calabozo. La tensión en el aire era palpable mientras explorábamos el lugar oscuro y peligroso.
—Sería genial ir más profundo—comenté, simplemente pasado allí mientras hacía guardia con mi subfusil preparado.
—El señor Dylan tiene razón —añadió Lily mientras apuñalaba con su cuchillo el cadáver de un monstruo y sacaba la Piedra Mágica, todo con precisión quirúrgica.
El tiempo pasaba con normalidad, al menos dentro de lo que cabía esperar en un lugar como ese. Matábamos monstruos y reconocimos sus Piedras Mágicas. Cuando llegamos al Noveno Piso, cruzamos el área a un ritmo decente, con la intención de seguir descendiendo. Sin embargo, algo cambió repentinamente cuando íbamos a mitad del camino.
—¡Esperen, algo extraño está ocurriendo en este Piso! —anunció Lily, deteniéndonos en seco.
—Si. Hay pocos monstruos y aventureros —observó Bell.
Ahora que me doy cuenta, tienen razón. Algo parecía estar ocurriendo en este Piso, y no me gustaba para nada. Prepare mis armas por si acaso.
Entonces, un rugido bestial y ensordecedor retumbó por el pasillo.
~ ¡GRRRR! ~
—¿Qué fue eso? —comencé a decir antes de ser interrumpido por una visión aterradora.
Desde el otro extremo del pasillo, unos ojos brillantes nos miraban desde la oscuridad. No tardo mucho tiempo en revelar su verdadera forma, era el minotauro más monstruoso que jamás había visto, era una pesadilla que solo debería haberse encontrado en los Pisos más profundos del Calabozo, y no en este Piso. Sin embargo, aquí estaba él, sosteniendo una gran espada manchada con sangre de algún desafortunado Aventurero que se cruzó en su camino.
El minotauro estaba cubierto de horribles músculos endurecidos y cicatrices, con pelaje áspero que lo hacía parecer aún más aterrador. Al verlo, pude ver el miedo en los rostros de mis compañeros. Lily temblaba de miedo, y Bell estaba paralizada por el terror, sus manos aferraban sus cuchillos con tanta fuerza que se habían vuelto blancos.
Recordé lo que Hestia me había contado sobre el peligro que había enfrentado Bell en el pasado, que, si Ais no hubiera aparecido, Bell ya no estuviera con los vivos. Esto era una pesadilla recurrente para él.
El minotauro inclinó la cabeza y apuntó sus cuernos hacia nosotros, dejando en clara sus intenciones. Era evidente que estábamos en grave peligro. Por lo tanto, me preparé para actuar, decidido a hacer algo arriesgado para proteger a mis amigos.
«Este minotauro es diferente a los que eliminé anteriormente», pensé mientras evaluaba la situación y recordaba mis anteriores enfrentamientos con estas criaturas mitológicas.
~ ¡Ping! ~
Escuché el incomparable pitido de una nueva notificación. Sin embargo, ignoré el mensaje, ya me había dado una idea de lo que decía: "Mata al monstruo y ten una recompensa".
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¿Está bien tener armas modernas en un mundo de fantasía?
FanficNuestro protagonista, un tipo normal, nada ordinario, tendrá que sobrevivir y vivir una nueva aventura en un mundo donde el Calabozo está en el centro de la ciudad, Orario. El misterio lo rodeará desde su llegada, no sabrá quién o qué lo trajo a ese...