La noche en el Piso 18 había terminado. Ahora era de mañana.
—Vamos... Ya casi termino... —susurró una pequeña voz.
La voz me sacó del sueño de golpe. Abrí los ojos con rapidez, sintiendo un peso en mi espalda que me impedía respirar con normalidad. Mis pulmones anhelaron aire mientras luchaba por levantarme.
Espera, Hestia estaba en mi espalda.
—¡Qué rayos, diosa Hestia! —exclamé, incorporándome en el futón y apartándola de mi espalda—. ¡Casi me matas del susto!
Hestia no respondió a mis gritos, sino que se centró en un pequeño trozo de papel que tenía en sus manos.
—¡Oh, por los dioses! —exclamó con sorpresa, luego me miró emocionada—. ¡Dylan! ¡Estás en el Nivel 2!
Quedé perplejo por un momento.
¿Qué significaba eso?
Le arrebaté el papel y revisé los detalles. Mis estadísticas estaban ahí, claras como el agua.
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Dylan Jiménez.
Nivel 2
Fuerza: I-0
Resistencia: I-0
Destreza: I-0
Agilidad: I-0
Magia: I-0
TOTAL: 0
Magia: Electric Ball, Electro Shock.
Electric Ball – Le permite al usuario lanzar bolas de electricidad.
Electro Shock – Le permite al usuario generar una descarga eléctrica.
Habilidades: Sistema, Ardigalea.
Sistema – Le permite al usuario tener al Sistema de su parte y sus beneficios, siempre y cuando tenga el Brazalete consigo.
Ardigalea – Le aumenta al usuario en gran cantidad la estadística de resistencia y su resistencia contra ataques mágicos.
Habilidad de desarrollo: Cazador.
Cazador – Le mejora las habilidades al usuario contra monstruos con los que previamente haya luchado y obtenido su excelia.
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—Esto no puede estar pasando —murmuré con voz temblorosa mientras leía—. M-mi Estado..., está en cero.
—¡No seas dramático! —respondió Hestia, dándome una palmadita en la espalda desnuda que sonó duro—. ¡Eso sucede cuando subes de Nivel!
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¿Está bien tener armas modernas en un mundo de fantasía?
FanficNuestro protagonista, un tipo normal, nada ordinario, tendrá que sobrevivir y vivir una nueva aventura en un mundo donde el Calabozo está en el centro de la ciudad, Orario. El misterio lo rodeará desde su llegada, no sabrá quién o qué lo trajo a ese...