sept.

186 8 0
                                    


Cierro los ojos otra vez y suspiro, sentada en la silla del camerino otra vez.

Pienso en la semana pasada, en el rato que estuve con Alejandro mirando la playa. Y la mitad de lo noche en mi casa hablando con él de cosas tan simples como por qué el azul era mejor color que el morado.

Sonrío al acordarme.

Sé que hoy no había venido a verme. Evidentemente, no le puedo obligar, él tiene sus horarios y yo los míos, pero me hubiera gustado que viniese solo para poder agradecerle eso que hizo por mí. Yo también tenía mis sitios seguros, y el mero pensamiento de tener el valor de enseñárselos a alguien más me daba pánico. Lo cual me hacía estar el doble de agradecida.

Estaba muy a gusto con él, no me apetecía tener que pasar el rato sola. Enciendo el móvil y busco su chat en Whatsapp, mis dedos bailan por el teclado unos segundos eternos. Me muerdo el labio inferior y salgo de la aplicación, sacudiendo la cabeza. No sé por qué me ponía tan nerviosa, solo era un mensaje, ¿qué daño podía hacer?

Sin saber si era una buena idea o no, no me da tiempo a aclarar mi decisión cuando en mi pantalla salta una llamada entrante junto a su respectivo sonido, haciéndome pegar un salto en el sillón. Es Alejandro.

No evito el suspiro nervioso, parecía que me había leído la mente. Descuelgo y le pongo en altavoz.

"Hola."

"Hola." – río nerviosamente.

"Creo que he calculado bien y ya has acabado la representación. Y por lo tanto, no te estoy molestando."

"Aunque me llamaras en medio de la actuación seguirías sin molestar, Alejandro."

"Eso es mentira, niña."

"Bueno. A lo mejor solo un poco."

"¿Ves? Eso ya me cuadra más."

"¿Qué tal tú?"

"Bien, hemos hecho sesión de gimnasio esta mañana y la verdad que no ha habido novedades."

"¿Y Gavi qué tal está?"

"Está bien, no te preocupes. Le cuidan más aquí que en su propia casa, me da a mí."

"Me alegro, es buen chico. Se merece que le cuiden."

"Déjate, ya estamos nosotros. Anda que no le sacamos de líos." – se ríe, haciéndome reír también.

"Me lo imagino."

"¿Qué tal ha ido hoy?"

Suspiro, sabiendo que iba a salir el tema. – "No he parado de darle vueltas al paso que no me salió la semana pasada. Y intento no pensarlo cuando bailo, pero siempre tengo el pensamiento. Hasta en los ensayos sin nadie mirando me ha pasado."

"¿Pero hoy lo has hecho bien?"

"Sí." – susurro, haciendo formas inconexas en la mesa con un dedo, dejando líneas entre el polvo.

"Entonces eso es lo único que importa. Y estoy muy orgulloso de que lo hayas conseguido."

"Mil gracias, Alejandro." – exhalo. Sentía como si se me hubiera quitado el peso más grande de mi vida de los hombros.

"Estaré aquí cuando quieras, Natalia. Tú llama cuando necesites. Malo será que no coincida con tus ratos libres y no te conteste."

Sonrío al oírle.

Las ganas que tengo de volver a verle.












🚀🚀🚀🩰🩰🩰

mi gente mi gente mi gente >>>>>>>>>>

sorry por no haber updateado esto, es que la uni me lleva por el camino de la amargura y este mes no va a ser menos, así que al menos os dejo esto para que tengáis un poquito hasta que pueda continuar subiendo cositas 

espero que os haya gustado y ya sabéis, votito y comentario si queréis! 

un abrazo <3

Question... - Alejandro BaldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora