cinco.

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"Estaría genial que os callaseis porque no conozco a la chica y como se incomode no va a ser bonito." – me giro buscándola pero ha desaparecido.

"¿Y Gavi?"

"¿Dónde están?"

Entro un poco en pánico y me encamino a la salida. Salgo al exterior y Natalia y Gavi se están riendo un poco más allá, apartados del centro de la plazoleta de detrás del teatro.

Suspiro aliviado y les llamo. – "¡Eh, vosotros! ¿Qué queréis, convertiros en cubitos de hielo? Venid dentro."

Se giran hacia mí y me hacen caso, aunque Natalia se para en el umbral de la puerta.

"¿Natalia?"

"Un placer conoceros, chicos. Yo me voy a casa ya, que tengo ganas un poco de morirme."

"¿Estás bien?" – me preocupo.

"Sí, no te preocupes. La depresión semanal." – se ríe. Levanto una ceja y frunzo los labios, no sabía si lo estaba diciendo en serio o si su sonrisa era irónica. – "Era coña. No te pongas tan serio, que no estás tan guapo."

Se me corta la respiración y trago saliva. – "Déjame acompañarte a casa."

"No voy a hacer que des tres vueltas más de las necesarias a Barcelona solo para que me acompañes a casa, Alejandro."

"Por favor." – pido. No iba a dejar que le pasase nada y menos desaprovechar el tiempo con ella.

Para hacer amigos tienes que pasar tiempo con ellos, así que eso iba a hacer. Y una amistad que parecía desenvolverse tan fácilmente como me pasaba con ella había que cuidarla. Aunque hubiéramos hablado tres veces desde que la conocí, quería ser su amigo.

Ella rueda los ojos. – "No vas a dejarme ir sola, ¿verdad que no?"

"Evidentemente que no." – repito.

"A la próxima no te dejo."

"A la próxima no te pregunto."

Nos despedimos de los chicos, no sin Eric diciéndonos que vayamos con cuidado y llevándose a Ansu y a Pablo con él.

El andaluz se para delante de la bailarina. Le miro atento.

"¿Te puedo dar un abrazo?"

Ella sonríe muchísimo y abre los brazos. – "Ven aquí, anda."

Se tira a sus brazos y Natalia le acaricia el pelo. – "Cuando quieras, eh."

El chico murmura un agradecimiento y se separa, sigue a Eric fuera y nos quedamos solos.

"Es buen chaval. Muy joven, tiene que aprender a moverse por el mundo, pero es un tesoro de niño." – le cuento. – "Yo estoy súper agradecido de ser su amigo."

"Se le nota. Y tiene todo el tiempo del mundo. A ver si puedo hablar tranquilamente con él pronto."

Se da la vuelta para salir y yo la sigo.

Después de quince minutos en bus y una caminata del doble de tiempo, llegamos a su casa.

"Bueno." – suspira. – "Gracias por acompañarme, Alejandro."

"No se dan, Natalia."

"¿Quieres subir a tomar algo? Me sentiré mal si no me dejas aliviarte la vuelta que hemos hecho sin más que un gracias."

"Si no te molesto, me encantaría. Tengo tiempo, no me ha importado dar la vuelta. Y así he podido hablar contigo un rato más, aunque no entiendas nada de lo que te cuento del reglamento del fútbol."

"¿Ves como sí que era tonta para entenderlo?" – dice abriendo la puerta del portal y dejándome pasar.

"Que no eres tonta. Solo te hace falta acostumbrarte a los términos."

"Sí, seguro que solo es eso." – dice irónica.

"Claro que solo es eso." – reafirmo.

"Eres imposible."

Me encojo de hombros mientras llamo al ascensor. – "Solo con chicas que no son tontas aunque lo digan porque todavía no entienden los mecanismos del fútbol."

Natalia resopla y yo sonrío. Subimos a su piso y ella entra primero, avanzando por el pasillo para dejarme espacio.

Observo las paredes, pintadas de un color claro, con varios cuadros colgados. La mayoría son de reverencias después de bailar, de ella en el escenario, pero también había algunas de su familia, supongo, otras de ella con paisajes al fondo. Algunos los reconocía de Barcelona, pero otros no. Serían probablemente de Cantabria.

Montañas verdes preciosas y un cielo azul brillante al fondo, pero me fijé en ella. De perfil a la cámara, es una foto en la que estaba mucho más delgada que ahora, pero no sabía de hacía cuántos años era la imagen. Aun así, sonreía tanto que se le marcaban los hoyuelos y la mandíbula tan recta que tenía. Un vestido de color oscuro que le quedaba de maravilla y pelo revuelto del viento.

Sonrío y voy hacia la primera puerta que encuentro, me asomo. Era el salón y Natalia estaba tumbada en el sofá.

"Pensaba que las paredes de mi casa te habían absorbido." – dice con la mirada fija en su pantalla del móvil, tecleando algo.

"No, qué va, solo estaba viendo las fotos que tienes colgadas."

"La mayoría son de representaciones de hace años."

"Eso se deduce bastante fácil. La foto de las montañas verdes de fondo es Cantabria, ¿no?"

"Sí, es es un Parque Nacional que hay al lado de mi casa. Esa foto no es de una buena época, pero bueno. Me gusta el encuadre y decidí enmarcarla. También un poco para recordarme que se puede salir de los malos tramos y que con trabajo estoy donde estoy." – bloquea el móvil y se incorpora.

Yo decido que es una mujer que vale la pena conocer. Voy hacia ella y señalo el sofá. – "¿Puedo sentarme?"

"Claro." – se mueve un poco a un lado, aunque estaba ya en el extremo del mueble. – "Como en tu casa."

Le sonrío. – "Gracias. ¿Desde cuándo bailas, entonces?"

Opté por sacar el tema obvio, además de que era su trabajo y se notaba que le gustaba, no iba a dejar que la chica me hiciera un café ni nada, aunque le pareciera que era lo mínimo para agradecérmelo.

"Oh, desde que tengo memoria. Realmente he hecho varios estilos, pero siempre volvía al ballet. Así que me puse a tope con ello y de lo mejor que he hecho en la vida."

"Qué guay. Mira, vamos a hacer una cosa." – le pica la curiosidad y se gira hacia mí. – "Como yo te he contado de fútbol y no entiendes una mierda, tú me vas a contar de ballet y yo no voy a entender una mierda. Así estamos en paz." – le extiendo la mano. – "¿Trato?"

"Trato." – me da la mano y su piel transmite una calidez inusual.

Pero en cuanto se pone a hablar de baile, se me olvida rápido y me centro en ella.

Y verla tan ilusionada y con esos ojos brillantes no se me olvidará tan rápido.

Ni tampoco lo contento que me siento al verla así.  












🚀🚀🚀🩰🩰🩰

mis amorESSSSSS

son monísimos

¿qué os parece? ¿le habríais hecho un café a alejandro? yo no porque no me gusta entonces no sé cómo hacerlo jej

decidme qué os ha parecido y dejad un votito y un comentario! <3

Question... - Alejandro BaldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora