vingt-cinq.

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"Me han dicho que van a hacer una fiesta cuando terminemos la última obra, para celebrar el final. ¿Te vendrías?"

"Si no tengo partido, evidentemente que voy a ir."

Le sonrío al espejo, mirando cómo me cepilla el pelo.

"Pues espero que no tengas partido."

"De hecho, creo que juego dos días antes de eso. Y no has venido a verme a ningún partido todavía. ¿Qué te parece el plan?"

"Si no me coincide con los ensayos, de puta madre."

"No creo, y eres la estrella del ballet." – dice dejando el cepillo en el tocador. Apoya su barbilla en mi hombro y sonríe. – "Te dejarán saltarte los últimos ensayos."

"Los últimos ensayos son lo que menos me dejarán saltarme, tonto. De todas maneras, serán por la mañana, y supongo que vosotros jugáis por la noche."

"Sí, normalmente jugamos sobre las nueve de la noche. Vente, va." – me deja un beso suave en el cuello. – "Que te dará tiempo y te lo pasarás muy bien."

"Vale, pero me das tú la invitación porque no pienso pagar la entrada."

Observo cómo su expresión se endurece. – "¿Qué pasa?"

"Nada, nada."

"Alejandro."

"Lo pensé cuando fuimos a cenar con Alicia, porque nos contó de su trabajo y eso. Tú... ¿Tú tienes problemas de dinero?"

"¿Problemas de dinero? No. Bueno, la mayoría de los meses no."

"¿Cómo que la mayoría?"

"Que al cuando llegué a Barcelona me pasaba más, y ahora a no ser que me pierda muchas representaciones por la razón que sea, tengo buen sueldo."

"Ah, menos mal. Si alguna vez necesitas algo, tú dímelo."

"Ni de coña voy a decírtelo, niño."

"Jope." – pone una mueca triste de broma.

Yo me río y me levanto de la silla. Recojo el cepillo y las demás cosas que quedaban esparcidas por el camerino y las meto en mi bolsa. Termino de cerrar la cremallera y al levantar la cabeza, noto la mano de Alejandro en mi mejilla, me encuentro con sus ojos y lo siguiente que siento son sus labios en los míos.

Sonrío en el beso y me aparto después de unos segundos, le doy la mano y salimos del teatro en dirección a mi casa.

"¿Puede venir Jaume al partido conmigo?" – pregunto sentándome en el sofá a su lado.

"Claro, creo que puedo darle yo también el pase de invitado. Y si no me dejan, ya convenceré a Ansu o algo."

"Gracias. Es que no quiero ir a mi primer partido sola, y como no sé si me agobiaré, prefiero tener a alguien conocido cerca, por si acaso."

"Por supuesto que sí, preciosa." – me da un beso en el pelo. – "Lo que te haga falta. Si puedo, yo te ayudo con lo que quieras, puedo hasta pedir que te pongan en el palco."

"No, eso ya no creo que me haga falta."

"Pero si termina haciéndote falta, lo pides."

"Vale. Mil gracias."

"Que no lo agradezcas."

"Bueno."

Él se ríe levemente.

"He visto tus entrenamientos."

"¿Ah, sí?"

"Solo un poco, en los vídeos que se suben."

"¿Y qué tal? ¿Se parecen mucho a tus ensayos?"

"No." – me río. – "Para nada. Una conclusión que he sacado es que estás bastante más guapo con la camiseta normal en los partidos."

"¿Gracias?"

"Es que, a ver. La camiseta de entrenamiento que tenéis este año es muy fea." – oigo sus carcajadas y sonrío. – "¿Sí o no?"

"A ver." – "Ya empezamos, no hay excusa."

"No es la camiseta de entrenamiento más bonita del mundo."

"Efectivamente, es la más fea."

"Pero-"

"No miento."

"Eres... De verdad." – sé que rueda los ojos.

"Me aprecias igual."

"Pues para mi alegría, sí."

"Tonto."

"Tonta."











🚀🚀🚀🩰🩰🩰

último capítulín del maratón raro este pa compensar dos meses y medio sin actualizar y sin nada

espero que os haya gustado!!! nos vemos en el siguiente <33

Question... - Alejandro BaldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora